𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 31

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Naruto sabía que Sasukeno tenía opción,ninguna otra forma de salir de esa

situación, mientras su amigo llevaba a Sakura fuera de esa cámara sangrienta,

por la escalera de servicio, más y más abajo, hasta que llegaron a las mazmorras

del castillo. Él intentó no ver el rostro de Hinata, mitad curiosidad, mitad furioso mientras Sasuke dejaba a Sakura en la celda al lado suya. Cerró con llave la puerta de la celda.

—Déjame darle a ella mi capa – dijo Naruto, alcanzando para desatarla.

—No – Dijo Sasuke tranquilamente. Su cara estaba todavía sangrando. Ella le había arañado la mejilla, cuatro líneas, con sus uñas. Sus uñas. Por todos los dioses. – No confió en ella con nada ahí excepto el heno.

Sasuke ya se había tomado el tiempo para quitarle las armas que le quedaban, incluyendo seis horquillas de aspecto letal de la trenza, y revisado sus botas y túnicas por algunas escondites.

Hinata estaba sonriendo débilmente a Sakura.

—No la toques, no le hables y no la mires – dijo Sasuke, como si ahí no hubiera un muro de barras separando las dos mujeres.

Hinata sólo resopló y se acurrucó a su lado. Sasuke ladraba órdenes a los guardias sobre los alimentos y raciones de agua, y con qué frecuencia la vigilancia iba a cambiar, y luego se dio la vuelta y salió de la mazmorra.

Naruto le siguió silenciosamente. Él no sabía a dónde pertenecía. Hubo oleadas de dolor barriendo sobre él al darse cuenta una y otra vez que Temari estaba muerta; estaba el mareo y el terror de lo que había visto en esa habitación, y allí estaba el horror y alivio que de alguna manera había usado su poder para detener la mano de Sakura antes de que apuñalara a Sasuke, y que nadie excepto Sakura se había dado cuenta.

Y cuando ella le siseó... él vio algo tan salvaje en sus ojos que le estremeció.

Estaban a mitad de camino de las escaleras serpenteantes de piedra, afuera de

𝒞𝑜𝓇𝑜𝓃𝒶 𝒹𝑒 𝑀𝑒𝒹𝒾𝒶𝑜𝒸𝒽𝑒 - 𝐒𝐚𝐤𝐮𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐮𝐧𝐨Where stories live. Discover now