Capítulo 3: Primer encuentro

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Hoy un nuevo trabajo le había sido asignado a Ethan, esta vez sería el guardaespaldas de Amelie, la hija de un marqués que asistiría a la fiesta de compromiso de su amiga Alice en el palacio de Solaris, al parecer esto sería un evento muy grande y de cierta forma le permitiría explorar un poco el terreno enemigo.

Se vistió con un elegante smoking negro que resaltaba aún más su cuerpo, peinó su largo cabello negro hacia atrás y lo arreglo un poco para darse un aspecto más ordenado, aunque por costumbre dejó que solo un par de mechones cayeran en su perfecto rostro, se perfumo y luego acomodo su corbatín, realmente lucia muy bien, no estaba acostumbrado a utilizar aquel tipo de ropa sin embargo no estaba nada mal usarla una que otra vez.

Cuando estuvo listo fue hasta el hogar de la chica, espero un poco por ella y cuando finalmente la dama estuvo lista se dirigieron al gran palacio.

❄️❄️❄️❄️

Al llegar Ethan observó con gran asombro el gran salón de fiesta, era magnífico, como si hubiera sido sacado de un cuento de hadas, todo era lujo, elegancia y buen gusto.

Luego de ello observó a los invitados, todos ellos aristocráticos de renombre que de momento charlaban, reían y bailaban, la fiesta estaba en su apogeo y tomado del brazo con la bella dama recorrieron aquel salón, de vez en cuando surgían algunas pláticas breves, pero no era problema él pues sabía muy bien cómo tratar a las personas sin verse sospechoso.

Momentos después Amelie se separó de él para saludar a su amiga Alice quien era nada más y nada menos que la prometida del príncipe Lyan, después de saludar la chica muy emocionada se dirigió a él

— Tú debes ser el novio de Ame, ¿verdad? —aquel comentario hizo sonrojar a la chica quien rápidamente negó con la cabeza, él por su parte sonrió y muy cortésmente se dirigió a la joven de ojos violeta.

— Me temo que no lo soy, simplemente soy un acompañante. -la respuesta provocó que la joven Alice se acercara a su amiga que parecía estar al borde del desmayo producto de la vergüenza y antes de susurrarle ella le hizo un gesto juguetón

— Es una pena… él es bastante guapo… —según ella habia hablado lo suficientemente bajo como para que el caballero a poca distancia de ellas no la escuchará, pero en efecto el pelinegro le habia escuchado claramente, sin embargo, solo guardo silencio ante la escena bromista de estas dos amigas.

La fiesta continuaba transcurriendo y por supuesto su acompañante no parecía querer quedarse en un solo lugar y finalmente llegaron al balcón que daba una maravillosa vista hacia los jardines y la fuente que estaba a pocos metros, ella parecía disfrutar mucho de esa vista hasta que decidió bajar hasta allá, a él no le quedó más remedio que seguirla, pero no negaba que se lo estaba pasando bien hasta cierto punto, comieron y bebieron, hablaron con otros invitados y se dio el tiempo de observar la pista de baile, en ella habían varias parejas que entre el suave vals se regalaban sonrisas y caricias, era un ambiente propicio para las ligeras y tiernas muestras de afecto, le parecía lindo hasta que sintió su brazo ser tomado.

— ¿Qué sucede? —le pregunto con desconcierto el pelinegro a la chica que ahora le miraba con ojos de cachorro, la respuesta debería ser obvia sin embargo él no lo comprendió y esto hizo que Amelie tirara de su brazo con la intención de que este la siguiera.

— Baila conmigo. —le dijo suavemente mientras lo miraba.

— Será un placer… —le respondió, se encontraba un poco sorprendido ante tal petición y sin embargo habia respondido automáticamente, pero ya no importaba todo lo que tenía que hacer era bailar

Pasión & venganzaWhere stories live. Discover now