Capítulo 14: Arrepentimiento

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Entre el hermoso y lujoso baile una vez más los amantes se encontraban de frente, sus miradas hicieron contacto inmediato que provoco diversas sensaciones en ellos.

Ethan fue el primero en desviar la mirada, no debía verlo, sabía que, si lo hacia él realmente cedería a cualquier cosa que el rubio quisiera, si se trataba de él no había algo que no se atreviera a hacer por mas prohibido, peligroso o tentador que fuera, el rubio tenía esa facilidad de controlarlo a su antojo y eso era peligroso para alguien como él.

Ya le había dicho que no quería saber más de él y que lo odiaba por eso se había alejado de él y dejó de intentar explicar las cosas, si era su deseo que se alejara lo haría, aunque eso le rompiera el corazón.

Pero ahora estaba en una desfavorable situación que le obligaba a mantenerse cerca, trato de concentrarse en seguir bailando, pero de solo saber que lo tenía atrás era suficiente para ponerlo nervioso.

Cuando la música cesó el pelinegro se sintió aliviado y acompañando a la dama se alejaba de Lyan, aunque no contaba con que vendrían detrás.

- Madre, conseguiste un compañero de baile excelente, tienes suerte de que Ethan te acompañe.

Eso lo explicaba todo, debía alejarse a como diera lugar, observó a la muchacha de reojo, era Alice la esposa de Lyan.

- No exagere señorita Alice, no soy tan buen bailarín. -dijo con una fingida timidez a la vez que mostraba una sonrisa.

- Pero que modesto eres Ethan, si eres excelente.

- ¿Se conocen? -intervino por fin la madre de Alice.

- Estuvo en la fiesta de compromiso mamá, venía como el guardaespaldas de Amelie.

- ¡Oh cielos, es el chico elegante! -exclamo ella muy sorprendida- Casi no lo reconocí, luce muy diferente de aquella vez.

- Y usted sigue tan radiante como aquella noche.

Ante el elogio la mujer se sonrojo y la joven sonrió.

- Sí que sabes cómo ganarte a las mujeres Ethan.

- Seducir es mi espacialidad. -bromeó mientras miraba a otro lado del salón en busca de una excusa para retirarse.

- Pues así parece ser. -intervino Lyan quien sonreía con sorna hacía el pelinegro.

Sin mayores complicaciones el baile se habia llevado a cabo, Ethan tuvo la oportunidad de hacerse de varios contactos importantes en aquel baile, se habia divertido pese a evitar al rubio durante toda la celebración, no podía volver a dejarse llevar de la tentación que él le provocaba.

❄️❄️❄️❄️

Unos días después de aquella fiesta Ethan habia estado muy ocupado con distintos trabajos que le obligaron a salir del reino por un tiempo y al volver todo era el mismo ambiente aburrido de siempre, no habia nada nuevo o emocionante, en cuanto a lo de derrocar a la familia real todavía no se escuchaba nada así que estaba bien, no tenía por qué hacer ningún movimiento.

De momento solamente iba a concentrarse en los trabajos que le asignaban, podía terminar rápido con ellos y talvez tomarse un rato libre y escabullirse para poder estar en paz, no soportaba el ambiente tenso de su propio hogar y no estaba nada mal descansar de eso de vez en cuando.

Con su último trabajo terminado Ethan paseó como si nada por la ciudad, recordaba muy bien cada calle, callejón e incluso las esquinas, habia memorizado perfectamente cada lugar que habia, pero uno solo había sido testigo de un encuentro desinado.

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