Pasión & venganza

Capítulo 6: Boda & secretos

Eran ya las 7:00 am y el joven rubio abrió sus ojos, miró al lado suyo, no habia nadie, volteo al lado contrario, luego miró alrededor y notó la puerta de la habitación abierta.

El pelinegro realmente se habia ido.

— Era demasiado bueno para ser verdad... —susurro para luego dejar escapar una pequeña risa y cuando observó la mesita de noche abrió un poco más sus ojos en señal de sorpresa— Bueno, al menos fue considerado y dejó una nota. —agarró aquel trozo de papel y lo desdobló, no era una nota, era su número de celular.

Ante la emoción su dolor de cabeza parecía haberse esfumado por un breve instante, no tardo en registrar aquel número en su celular y sonrió, pero tan pronto como vio la hora palideció, ¿cómo iba a explicar de dónde venía o el estado en que estaba?

Fue a darse una ducha rápidamente, se vistió y luego de unos minutos salió de esa cabaña dispuesto a regresar al castillo, aunque su malestar era muy evidente.

❄️❄️❄️❄️

A paso tambaleante consiguió llegar al castillo, era casi de milagro considerando su estado actual y tan pronto como los dos guardias de la entrada lo vieron uno de ellos se acercó y lo sostuvo mientras que el segundo abría la gran puerta.

— No le digan a nadie que estoy aquí.

Ambos guardias asintieron y uno de ellos lo ayudaba a entrar al castillo, pero antes de terminar de cruzar uno de los pasillos un joven de cabello azul y dorados ojos apareció, era Ash el hijo de una de las cocineras.

El rubio al verlo parecía sumamente aliviado.

Por otro lado, tan pronto como vio al príncipe el joven peli azul detuvo su andar y la mirada que antes era de concentración se transformó en una de sorpresa.

— Déjanos a solas... —le pidió el rubio al guardia, pero este dudo en soltarlo puesto que apenas podía tenerse en pie.

— Pero joven príncipe usted...

— Estaré bien con Ash. —le dijo el rubio mientras se apoyaba en la pared, cuando el guardia se marchó el chico se acercó al príncipe.

— Lyan... quiero decir... príncipe Brion. —parecía muy preocupado.

— Tranquilo, puedes llamarme por mi nombre... —ante sus palabras el chico suspiraba con alivio— ¿Me darías una mano? por favor. —una sonrisa apareció en su rostro.

— Por supuesto. —el chico miró alrededor y al asegurarse que no habia nadie cerca agarro del brazo al rubio y lo llevó con él, evitaban los lugares con guardias y los puntos por donde pudieran ser vistos.

De un momento a otro el rubio detuvo su andar y se colocó la mano en la boca, sentía muchas náuseas y mareos.

El chico peli azul al notarlo se asustó un poco— Resista un poco más... —se atrevió a cargarlo ya que así sería más rápido, lo habia llevado al baño, no podían arriesgarse a que alguien más lo viera en semejante estado, una vez ahí lo dejó a solas un momento, vaya que estaba muy mal.

Al pasar un rato se escuchó el sonido de la cadena, el rubio salió y se enjuago— Maldita sea... no vuelvo a beber así... —por el espejo pudo ver al joven peli azul que se mantenía de espaldas, definitivamente era una vergüenza que tuviera que verlo en ese estado, además seguro le estaba causando muchos problemas— Ash... —lo llamo y al escucharlo el chico se acercó a él, luego el más alto habló— Lamento causarte problemas...