05: et Beat

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Keith se cambió de ropa y amarró la camisa del chico a su cadera antes de dejar la casa Exploziv. Nuevamente había decidido faltar a su única clase diaria, por lo que optó por volver a su dormitorio, tomar una ducha, vestir ropa limpia e ir a la cafetería.

Allí se compró un muffin, que ni siquiera pudo probar antes de que dos chicos entraran corriendo con un megáfono. Su emoción hizo que todas las miradas volaran a ellos.

—¡Cancha central! —gritaron— ¡Cinco minutos!

Y, sin decir más, se fueron. Los murmullos no tardaron en inundar el lugar. Keith notó que los presentes empezaban a salir de la cafetería tan rápido como podían, como si hubiesen entendido el mensaje de una manera distinta a la de ella. No le tomó mucho tiempo seguirlos a la cancha central, donde consiguió un espacio entre la creciente multitud. Después de unos minutos, una presencia acaparó la atención de todos, obteniendo un increíble silencio. Su cuerpo era el único en movimiento; un chico alto, de buena figura, que caminaba por el centro de la cancha. Keith creyó haber visto una sonrisa en su rostro, a pesar de que tuviese la cabeza gacha. Entonces, una canción comenzó a sonar a sus espaldas. Fue ahí cuando la mirada del chico se elevó hacia su público.

Los murmullos volvieron a rodear a Keith, pero ella misma estaba demasiado inmersa en la escena como para notarlo. Casi de inmediato, el chico siguió el ritmo de la música. No cabía duda de que se trataba de una presentación, y los espectadores no tardaron en alentarlo.

Pronto aparecieron Rocky y Hansol para seguir a M.B en la coreografía. Quienes llevaban más tiempo en el campus no tardaron en reconocer de quiénes se trataba. Aunque no fue el caso de Keith.

Cuando tuvieron a la multitud en la palma de la mano, dejaron el centro de la cancha. La voz que cantaba calló y solo quedó la poderosa instrumental. En ese instante Yoongi entró en escena con un micrófono en la mano y una voz desesperada por salir. S.Coups iba a su lado, listo para el momento en que le dieran el pase que necesitaba.

Cuando parecía que iba a finalizar la batalla de rap que habían formado, un murmullo llegó a los oídos de Keith.

"Aurums"

Por reflejo, se volteó en busca de quien había hecho el comentario, pero los parlantes colapsaron por unos segundos; Yoongi había dejado caer el micrófono al suelo a modo de gran final, enloqueciendo a todos.

Los ojos de Keith volvieron al centro de la cancha, justo antes de ser rodeada por gritos. Solo que esta vez eran distintos, más fuertes, llenos de deseo y fascinación.

Estaban ahí.

Los Aurums Hoseok, Jungkook y Jimin caminaron a sus posiciones y aguardaron unos segundos, jugando con la expectación del público antes de iniciar su parte de la presentación.

Jimin.

Keith no logró apartar la mirada del chico; sus expresiones eran imposibles de ignorar. Su sonrisa había salido a la luz, provocadora e insinuante, mientras que sus ojos parecían no tener compasión. Era completamente distinto al chico inexpresivo al que había enfrentado el día anterior... y no podía sentirse más atraída por él.

Aunque sabía que atentaba contra su orgullo, el deseo acababa de empeorar su testarudez. En ese momento estaba dispuesta a todo, se había decidido a tenerlo. Aunque solo fuese para repetir aquella noche, necesitaba sentir su tacto, ansiaba tener su cuerpo contra el suyo una vez más.

En cuanto la presentación terminó, la multitud enloqueció con aplausos y gritos. Los nueve chicos se juntaron en el centro y las expresiones en sus rostros cambiaron de inmediato. M.B y Hansol eran los únicos que conservaban la sonrisa. Jungkook, Taehyung, S.Coups y Yoongi volvieron a sus inexpresivas miradas. Rocky recuperaba el aliento. Hoseok se plantaba con inminente superioridad. Park Jimin tan solo recuperó su indiferencia.

Entonces, Jinyoung hizo su aparición.

—Un aplauso más fuerte para los vencedores de los et Beat del año pasado, que hoy se encargaron de la apertura de su nueva edición, ¡los Aurums!

—¿Apertura? —repitió Keith por lo bajo.

—Como ya saben —continuó el organizador—, los et Beat son la semana que viene... ¡Así que vayan anticipando los números, porque la competencia este año estará más reñida que nunca! Ocupen el tiempo para preparar sus sentidos, no se olviden de que en los et Beat ¡el último beat lo tienen ustedes!

Luego de una ronda más de aplausos, la multitud se dispersó.

Finalmente Keith conocería el grane vento del campus. El renombrado acontecimiento que estaba llevando a todos locos en el lugar.

Mientras caminaba de regreso a la cafetería, notó que algunos de los que estuvieron presentes para ser testigos del número de apertura se juntaban en grupos para hablar de lo ocurrido. Parecía ser que todo lo que tuviese relación con los Aurums se volvía noticia; nadie podía dejar de pensar en ellos. Ella no era la excepción.

—¡Kei! ¿Qué tal?

Keith despabiló en cuanto descubrió a la chica a unos metros.

—Hola, Jae.

—¿Todo bien? —Jae Min sonrió cuando vio a su amiga tras ella en la fila.

—Claro, claro —reventó su burbuja—. ¿Qué hay de ti?

—¿Sigues pensando en Park?

—¿Q-qué?

—Te estuve haciendo señas desde que entraste —rio—. No lo sé, parece ser algo que se lleva tu atención de repente.

—No pensaba en-... —suspiró— en él exactamente, sino en mí. Creo. ¿Crees que exista alguna forma de acercarme?

Jae Min le dio una mirada y torció los labios.

—Bueno... con los et Beat a la vuelta de la esquina será muy difícil que alguno de los chicos abandone la casa fraternal ahora. Son muy competitivos. Para la mayoría se trata del evento que los distrae de la realidad, es divertido, tú entiendes. Pero para los Aurums significa mucho más; es todo su orgullo, quieren demostrar que son los mejores.

Keith guardó silencio y volvió a suspirar. Solo eso faltaba; justo cuando se decidía a ir por Jimin, el chico se volvía inalcanzable. Literalmente.

Jae Min continuó hablando sobre el evento y la forma en que las cuatro fraternidades principales solían prepararse parar este, pero ya no estaba siendo escuchada por su amiga; su mente solo maquinaba en busca de soluciones.

Hasta que una idea llegó.

Si ningún Aurum dejaría su casa, significaba que todos estarían allí día y noche para alcanzar la perfección que Hoseok les exigía. Entonces, ella entraría. A pesar de que la entrada fuese restringida, dudaba que fuera imposible.

Durante la presentación de apertura pudo notar al chico que bailaba junto a Jimin, Kim Taehyung. Raramente, lo había apreciado bien, tanto como para contarlo dentro de sus posibilidades. Su nuevo objetivo sería acercarse a él, seducirlo un poco, y obtener su pase liberado en la casa.

Podía tratarse de un reto complejo, pero Keith sabía de juegos ya tenía un plan.

Uno con nombre y apellido.

LONE WOLF «Park Jimin»Where stories live. Discover now