| 18. Forgotten File |

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Choi Youngjae se sentía como en un sueño, uno extenso y constante; pensaba en ella día tras día, cada vez más. Sus besos lo embobaban, su tacto lo derretía, estaba completamente bajo su merced. Aunque solo llevasen unos meses entre coqueteos, ella era quien iluminaba sus días allí. Se sentía seguro. Quería dar un paso más allá.

—Te lo digo, Coups, es asombrosa.

Seungcheol rodó los ojos con una sonrisa divertida. Estaba acostumbrado a escuchar a Youngjae de la chica que le gustaba; parecía estar bajo un tipo de hechizo, aunque siempre creyó que el romance era algo parecido.

—Escribí una canción —confesó—. Creo que podríamos utilizarla en los et Beat.

En ese momento S.Coups le dirigió una mirada, aunque su sorpresa pronto se volvió insegura.

—Hoseok debe aprobarlo —le recordó, a lo que Youngjae tan solo asintió esperanzado.

¿"Love Maze"? —el líder de la fraternidad alzó una ceja mientras sostenía sin mayor cuidado el cuaderno de partituras.

—Pensé que no estaría mal intentar algo nuevo... —respondió Youngjae, quien ya había explicado su trabajo, exceptuando su inspiración. Ese era su secreto.

Hoseok torció los labios y negó:

—No lo creo, Young. Los Aurums jamás nos hemos presentado sin una base rápida. El secreto está en el poder, la intensidad; no iremos con una balada.

El chico no objetó al respecto; sabía que las probabilidades de éxito en esa conversación eran bajas, así que tan solo guardó su cuaderno y volvió a su rutina, como si nada hubiese sucedido.

Al día siguiente, para el alivio de Youngjae, el ensayo fue retrasado. A decir verdad, no quería practicar; no tenía la motivación necesaria.

En busca de tranquilidad llegó al pasillo de las salas comunes, aquellas sin fraternidad. Mientras pasaba con la vista fija en el final de su camino, una voz llamó su atención:

—¿Qué hay con esa mirada tan apagada, Jae?

Youngjae se volteó y sonrió al encontrarse con su amigo:

—Tiempo sin verte, Jae.

Jae Won se acercó a él y rodeó sus hombros con su brazo, acompañándolo en su recorrido. Desde que el chico se había unido a la fraternidad, apenas habían tenido oportunidades de verse o compartir, por lo que no tardaron en hablar desde lo más remoto a lo más reciente.

En cuanto el Solum escuchó la historia de su amigo Aurum supo que tenía que oír su canción. Tomó la muñeca de Youngjae y lo arrastró a la sala de música. Antes de poder notarlo, el chico había sido instalado en el piano de cola, con personas a su alrededor disimulando en vano la curiosidad que les causaba ver a un Aurum lejos de su fraternidad. No era una escena común.

Jae Won le dirigió una sonrisa y se plantó a su lado:

—Vamos, vamos, queremos oírte.

Youngjae soltó un a risita ahora con más confianza, y comenzó a tocar su creación, dejándose llevar por el ritmo y la lírica. Su sentimiento fue impresionante. Pronto sus espectadores dejaron de disimular y rodearon el instrumento con expresiones de admiración en sus rostros.

Cuando finalizó, el lugar quedó en completo silencio por unos segundos.

—Eso ¡fue asombroso! —soltó Jae Won, al tiempo que la sombra de Min Yoongi pasaba fuera de la sala— Es muy diferente a lo que te he visto presentar. Tienes una voz muy potente, sorprendente... ¿tienes más?

El público comenzó a aplaudir al escucharle, apoyando la idea de su amigo. En ese momento, la sonrisa de Youngjae regresó a su rostro.

Luego de lo que pareció un mini concierto en la sala de música, Jae Won acompañó a Youngjae para su respectivo ensayo. A pesar de que su realidad no había cambiado. Haber compartido aquel tiempo de calidad con el chico le había traído su espíritu de regreso.

Sin embargo, en cuanto se acercaron a la casa fraternal, un peculiar olor les abofeteó. Ambos dejaron de caminar y observaron a su alrededor, alerta.

Entonces, la respiración de Youngjae se detuvo.

Una enorme nube negra ascendía desde el pavimento, impidiéndoles ver más allá de la casa. Con un agobiante presentimiento, corrió al lugar y descubrió el origen del fuego. Su cuaderno de partituras.

Desesperado, quitó su chaqueta y cubrió el objeto, aplastándolo repetidas veces para apaciguar las llamas. Pero cuando este se apagó fue demasiado tarde; las páginas se habían consumido y solo quedaron cenizas frente a él.

Jae Won estaba en blanco, atónito mientas veía como su mejor amigo palidecía.

Entonces, un ruido desde el patio trasero hizo reaccionar Youngjae, que rodeó la casa tambaleante.

Si antes el mundo le había caído encima, ahora lo había aplastado.

Con Yoongi a un lado y Jungkook al otro, Jung Hoseok se encontraba en el centro del lugar, besando lentamente a la chica que Youngjae amaba. Su rubio cabello se enredaba entre los dedos del líder, quien se limitó a acercarla más a él en cuanto notó la presencia del chico.

Youngjae sintió su corazón latir con intensidad, al punto en que sentía que su pecho iba a explotar en cualquier momento. Su respiración se descontroló al instante y no le tomaría mucho más para desestabilizarse. Al verlo, Jae Won lo tomó por los hombros y lo sacó de la escena. Youngjae no reaccionó, ahora solo era un cuerpo que -a duras penas- respiraba.

Estaba vacío.

LONE WOLF «Park Jimin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora