06: Contactos

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Su jugada no le fue difícil. Keith sabía perfectamente qué cartas debía jugar, cómo y cuándo hacerlo. Aprovechó el primer momento que tuvo para ir tras Kim Taehyung y se mostró con confianza; luego de una rápida charla supo a través de Jae Min que el chico tenía una fijación con las chicas fáciles, seguras y sin complicaciones. Por ello, en cuanto vio un ligero destello de atención por su parte, tomó la oportunidad de insinuar sus intenciones.

No fue extraño que la escena terminase con ambos besándose sin pudor en uno de los cubículos del baño. Las grandes manos del chico se movían desvergonzadamente por el cuerpo de Keith, mientras que las de ella recorrían su nuca y espalda con deseo.

Como todo en su vida, una acción llevó a la otra y el resto sucedió demasiado rápido.

Fue un éxito rotundo. Tras repetir un par de veces su juego, Taehyung la invitó a la casa Aurum para la siguiente. Keith no perdió su oportunidad y lo siguió, ingresando al lugar con toda la confianza del mundo. Una vez en el centro de la sala, donde estaba el resto de la fraternidad, se acomodó en el brazo del sillón en que Taehyung utilizaba.

Hoseok la vio de arriba abajo y le regaló una mirada cómplice a Kim. Luego se plantó frente a su audiencia para comenzar la reunión de todos los días.

A pesar de que la confusión de Jimin era evidente, solo vio a Keith una única vez antes de apartar la vista e ignorarla por completo. Mantuvo su atención en Hoseok y se concentró en sus palabras.

—Los et Beat están esperando por nosotros —comenzó—. No hay tiempo para errores. No bajaremos nuestro desempeño; ganamos el año pasado y este no será diferente. Hemos sido los mejores desde la primera vez que pisamos el escenario y así será siempre.

Keith dio un vistazo a su alrededor, confirmando que todos correspondían aquella sonrisa confiada y segura. A excepción de Park.

—Retomaremos los ensayos de Bad hoy —sentenció—. Tenemos tres días para perfeccionar lo que ya es perfecto.

Entonces, Hoseok comenzó a dar especificaciones y detalles de la puesta en escena con la que darían su primera impresión oficial. Para ello designó a Rocky y M.B como los encargados de la coreografía. Los mencionados compartieron una mirada, posiblemente ideando de inmediato las posiciones a presentar.

Keith tenía puesta toda su atención en ellos, cuando sintió el brazo de Taehyung rodear su cuerpo para descansar en su cadera. Sonrió con satisfacción, sabía cuales eran sus intenciones, por lo que se limitó a morder su labio y mantener la vista en los demás.

Entonces, Jung Hoseok dio inicio al ensayo. Al escuchar su señal, todos los integrantes se levantaron de sus asientos.

—No puedes venir —susurró Taehyung acariciando su cintura—. Es algo fraternal.

Aunque no esperaba chocar con esa pared, Keith solo asintió. Poco a poco iba perfeccionando la rapidez con la que reaccionaba y disimulaba sus verdaderas reacciones. Cuando hicieron contacto visual, el Aurum sonrió levemente y bajó a su rostro, besando sus labios. Después, siguió a los demás hasta la sala de ensayo.

En cuestión de segundos Keith fue la única allí.

Quizás sí había algo en lo que no había pensado después de todo.

La chica hizo una mueca y suspiró. Al verse por su cuenta recorrió la casa, analizándola en detalle. No fue hasta después de extensos minutos escuchando las fuertes pisadas y saltos al unísono provenientes de la sala de ensayo, que supo que ningún Aurum saldría de allí pronto. Así que tomó su bolso y se fue. Ya no tenía propósito seguir allí.

En definitiva, volvería al día siguiente.

Se dirigió a la cafetería en busca de su dosis de chocolate para la frustración.

Había comenzado a arreglar los detalles de su plan cuando Youngmin ingresó, obteniendo una enorme sonrisa al verla en la fila. Sin embargo, Keith continuaba buscando la manera de capturar la atención de Park Jimin, por lo que no notó su presencia. Estaba decidida a tenerlo y no pensaba rendirse hasta conseguirlo.

—Keith Pringstone —Youngmin le dio un toque corto en el brazo, esperando a que lo notara. Ella se volteó por reflejo, contagiándose de su sonrisa—, ¿qué tal? Déjame adivinar... ¿chocolate amargo?

La chica asintió encogiéndose de hombros y Youngmin se inclinó a un lado, apreciando la larga hilera de personas frente a ellos.

—Ven conmigo —murmuró luego, tomando la muñeca de Keith.

—Pero-...

—Perderás toda la mañana aquí, sígueme —insistió, llevándola a un costado de la cafetería, justo frente a una puerta. Golpeó tres veces bajo el cartel de "solo personal autorizado" y esperó unos segundos—. PR-R-R-IX aquí —anunció a modo de clave, logrando que la puerta se abriera. Un chico alto y delgado quedó frente a ellos—. ¡Bam!

—¡Min! —correspondió el gesto— ¿Cómo estás? ¿Qué necesitan?

—Chocolate amargo —sonrió—. Y... bueno, lo de siempre, por favor.

Kunpimook Bhuwakul, apodado como Bambam por los PRIX,  asintió y volvió a ingresar en la cafetería. Apenas le tomó unos minutos regresar con dos barritas de chocolate y una bolsa de papel llena de sándwiches. Luego de que Youngmin y Keith agradecieran, el chico regresó a su trabajo.

—¿Quién es...? —la chica finalmente dejó salir su curiosidad.

—Es una larga historia —sonrió en una mueca—. Pero se puede resumir en que, como fraternidad, tenemos un contacto especial. Bambam siempre nos ha apoyado, desde el comienzo, por eso nos da un trato distinto en temporada de et Beat. Como te habrás dado cuenta, no tenemos demasiado tiempo fuera de los ensayos, por lo que necesitamos ahorrarnos las filas como en la que estabas.

Keith asintió, asimilando de a poco toda la información.

—Entonces ¿ahora volverás a ensayo? —preguntó mientras abría su chocolate.

—¿Quieres venir?

LONE WOLF «Park Jimin»Where stories live. Discover now