17: Park Jimin

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—Tranquila, no me quedaré mucho tiempo.

Cuando las palabras dejaron los labios de Jimin, Keith aparentó no estar completamente desconcertada y asintió sin darle importancia:

—¿Y qué haces aquí?

—¿No puedo sentarme donde quiero? —devolvió él con los ojos entrecerrados, desafiante.

Keith sonrió con gracia, viéndole de reojo:

—Entonces quieres estar aquí.

—Tienes una vista panorámica —se excusó—, puedes ver todo el escenario desde aquí.

—Me gusta tener una vista privilegiada.

—Es curioso que tus ojos hayan estado fijos en mí —la provocó.

—¿Acaso no puedo ver lo que quiero? —contraatacó sin pensar.

Jimin relamió sus labios y empujó el interior de su mejilla con la lengua. Su mirada era realmente fuerte, no le daba un solo descanso a la chica. Keith volvió a ver hacia la grada en donde debería estar.

—¿Hoseok está de acuerdo con que te hayas ido?

Como esperaba, la pregunta no tardó en irritarlo; dudar de su autonomía era suficiente para provocarle.

—¿Crees que necesito su permiso?

Keith se encogió de hombros con una sonrisa satisfecha. El chico había apartado la vista y finalmente dejaba de sentir la presión de sus pupilas sobre ella.

—Quizás. Pareciera que sí —lo miró de reojo. Jimin soltó una risa hipócrita y negó con la cabeza—. Pero si no es así, demuéstralo.

Park volvió a verle, ahora con el ceño fruncido. La chica disfrutó la superioridad que obtuvo por unos segundos y luego continuó:

—Veámonos aquí mañana.

Jimin guardó silencio, completamente inexpresivo. Keith Pringstone era la primera chica que buscaba desafiarle. Un escenario nuevo para él.

—Nos vemos de noche —aceptó.

—No —intervino—. En la madrugada. Nos vemos a las cuatro.

El chico apretó su mandíbula y, sin agregar más, volvió a su fraternidad.

Por su parte, Keith intentó no volver a buscarle por el resto de la noche. A los pocos minutos, Jae Min volvió a su lado.

—¿De qué me perdí? —preguntó nada más sentarse— ¿Sucedió algo interesante?

—No... lo bueno está por venir.

La chica le dio una mirada llena de interés y luego volvió su vista al escenario. Los Exploziv estaban a la mitad de su presentación y pronto sería el turno de los PRIX de cerrar la noche. Sin embargo, Keith no volvió a concentrarse.

Cuando regresó a la cancha central por la madrugada, los recuerdos de lo que habían sido las presentaciones de esa noche se resumían en la sonrisa de Youngmin sobre el escenario y la felicidad de toda su fraternidad cuando fueron nombrados ganadores.

Keith soltó un suspiro, subiendo a la plataforma y tomando asiento en el centro de esta. Definitivamente había subestimado la temperatura, debería haberse abrigado más antes de dejar el dormitorio. Ignoró el frío y dio un vistazo alrededor; a diferencia de lo concurrido que era a cualquier otra hora del día, en esos momentos la cancha se encontraba completamente desolada. O eso creía.

—Además de demostrar que Hoseok no es mi hermano mayor ¿hay algún motivo para tenerme aquí a estas horas?

Keith levantó la vista. Al costado de la tercera grada estaba Park Jimin, apoyado de espaldas y con los brazos cruzados sobre su pecho. Su corazón dio un salto.

LONE WOLF «Park Jimin»Where stories live. Discover now