¡Me convertí en un éxito después de mi divorcio! [PARTE 2]

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: Mira un pequeño golden retriever

Con la bendición de la tía Bai, Le Yao de repente se sintió mucho más relajado, y la tía Bai siguió ayudando a Le Yao a bañar a Shuo Shuo y lo persuadió para que se durmiera antes de prepararse para regresar.

"Su Majestad probablemente aún no ha comido". La tía Bai sonrió, "Regresaré primero".

Le Yao abrió la boca y quiso decir que no podía matarlo de hambre, pero aun así no lo dijo.

La tía Bai vendrá a ayudar durante los próximos dos días, y obviamente Le Yao y la hermana Mei están muy aliviados.

A Shuoshuo parece gustarle mucho pintar, y puede pintar por un día.

"Señorita, en realidad puede criar un animal pequeño, como un cachorro, lo cual es muy bueno para el niño", sugirió la tía Bai.

“Está bien.” Le Yao lo pensó por un rato, como si hubiera visto algo como “Terapia Animal” en la televisión, “Lo llevaré al mercado de mascotas en la tarde para ver qué le gusta. Solo alimenta algo".

La tía Bai no se quedó a almorzar, porque iba a volver a preparar el almuerzo para Nangong Jue.

"Has trabajado lo suficiente, déjalo venir y comer". Le Yao suspiró, "No está mal para un par de palillos".

"Está bien", sonrió la tía Bai.

Nangong Jue se acercó pronto y le agradeció a Le Yao con una amabilidad inusual: "Te he causado problemas".

La comisura de la boca de Le Yao se torció, pero no dijo nada.

Después del almuerzo, Le Yao llevará a Shuo Shuo a comprar una mascota.

"Resulta que estoy libre, así que te acompañaré", sugirió Nangong Jue, y luego envió un mensaje a Fang Ming: "Presidirás la reunión por la tarde".

Fang Ming:...

Esta es una reunión de gestión, usted es solo un asistente, ¿la presidió?

Nangong Jue puede saber la importancia de la reunión de la tarde y envió otro mensaje: Dije que puedes hacerlo, puedes hacerlo, ¡vamos!

Fang Ming:...

¿Qué más puedo decir? No, está bien, de verdad, esto es hacer el trabajo del director general, pero tomar el dinero del asistente no está equilibrado.

Hay un gran mercado de mascotas en la ciudad de Xiling, justo al pie del norte de Xishan, que existe desde hace más de diez años.

Le Yao descubrió que tan pronto como salió del auto, los ojos de Shuoshuo se iluminaron y no podía moverse un poco cuando miraba a los gatos y perros en la jaula.

"¿Te gusta?" Le Yao miró al pequeño.

El pequeño miró a Le Yao, aunque él no asintió ni respondió, pero la luz en sus ojos ya mostraba que le gustaba mucho.

"¿Cuál te gusta? Enséñaselo a mamá", Le Yao guía al pequeño.

El pequeño dudó un momento, luego miró cada jaula.

Cuando esos animalitos vieron que alguien se acercaba, todos se acercaron al borde de la jaula y tararearon.

Dime que mire aquí, mire allá, y finalmente, inesperadamente, se detuvo frente a un cachorro que parecía moribundo.

"Mamá", Shuo Shuo señaló al perro y miró a Le Yao.

Hombre, "Tengo muchas variedades aquí".

"Eso es todo, ¿cuánto dinero?", Dijo directamente Nangong Jue.

“Normal por lo menos mil, pero esto... Si estás dispuesto a apoyarlo, no quiero el dinero, te lo doy, espero que puedas apoyarlo. .."

Al final, Shuoshuo recogió al pequeño golden retriever como deseaba y sonrió felizmente.

No muy lejos, una mujer con una máscara miró las espaldas de las tres personas, y una intención asesina brilló en sus ojos.

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(Fin de este capítulo)