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-., Two Time

·Narra →Juan Cubito

Solamente un estúpido como yo podría enamorarse de esa clase de sujeto, algo estaba haciendo mal por eso Dios me castigaba de esta manera. Estoy exagerando, estoy seguro de que solamente era una exageración, pero ¿Quien no diría que era absurdo enamorarse de tu bully? Osea, vamos, está bien que te enamores de tu bully pero, en estos casos, creo que para mí me es...raro sentir esa clase de amor odio hacia ese tipo de sujetos con el cual me llevo muy mal.

Me llamo Juan Cubito, me dicen “cuatro ojos” “hechicero de fiestas” “infante” y muchas otras cosas más.

Desde que inicie primaria tuve un bully que, hasta ahora, no se va de mi escuela, es lo peor de lo peor amigo. Tener un bully no es nada bueno, siempre tienes que lidiar con el y tienes que soportar sus golpes y tus apodos absurdos, todos se burlan de ti, siempre se tiran papeles en forma de pelota, botellas e incluso comida.

No le llegue a comentar eso a mi padre, el es un famoso entrevistador de noticias reconocido a nivel mundial, obviamente, si se entera de eso, seré su próximo entrevistado de el día y de eso sí que no lo dudo.

Años y años luche contra uno de mis mayores enemigos, Spreen DMC, el bully del que les estaba hablando. El me ponía todos esos apodos de los que yo les había contado. Era increíble como pase de ser un pequeño bebé de apenas veinte kilogramos a ser un adolescente que seguramente es más liviano que una hoja de papel. Sinceramente, no soy flaco pero tampoco soy gordo.

*Suspiros pesados*

Cuando inicié secundaria todo se fue al carajo, mis amigos se habían ido de mi escuela, mis únicos amigos con los cuales contaba mi confianza me habían abandonado por causa de que sus familias iban a viajar a lugares donde estarían mejor.

Cuando menos me lo esperaba, ¡Pum! Apareció Spreen con sus ridiculos amigos a joderme mi día, era obvio, siempre estaban presentes en mis días y nunca podría deshacerme de ellos por más que lo intentará, mi cara y mi cuerpo terminaba con moretones y heridas de garras afiladas. Mis ojos morados de tanto que me golpeaban y mis brazos y piernas rasguñados por culpa de Spreen, todos los días, sin mentir, todos los días, eran lo mismo, siempre era el chico al que le tocaban las peores cosas.

Nunca tuve lo que siempre quiso, una pareja.

Mi madre me había prohibido eso ya que era bastante joven ¿Acaso con 15 años sigo siendo joven o que? Me parecía estúpido que mi madre siga cuidando de mi pensando que yo no puedo hacerlo solo, igualmente, me alegra de que al menos ella y mi padre se preocupen por mi y mi bienestar.

Aunque...los problemas mayores eran los que más tardaban en venir, cuando Spreen se enfermo, sus padres habían recurrido a niñeras, las cuales lo rechazaron de inmediato por ser una familia un tanto peligrosa. Spreen provenía de una familia a la cual era conocida por ser narcotraficantes, su padre era el famoso narco más buscado del planeta y de la galaxia ¿Increíble, no?

No sé yo como no lo descubren, todos sabemos de su existencia menos los policías, que estúpido mundo.

Cuando buscaron a sus amigos, es obvio que ellos no estaban presentes ni para ayudar a Spreen en su estado de salud bajo. Yo, como buen ciudadano y chico de buen corazón, me ofrecí a cuidarlo, solo porque la suma de dinero iba ser de nada más ni nada menos que 3000 euros. Sonreí de alegría al escuchar eso puesto que no iba ser trabajo difícil, remedios, agua, mirarlo de vez en cuando y listo nada más.

El problema llegaba en que...
Al parecer, Spreen hizo algo y no se que pero, me siento que, cada día que me golpea más y más siento que, me enamoro más de el.

¿¡Me mierda me está pasando!?
¿¡Acaso me volví un masoquista o un loco que necesita ir al manicomio de inmediato!?

¡Estoy de-men-te!