-., El Perdedor

574 38 5
                                    

Spreen estaba sentado en su sillón, tenía a su hijo adoptivo a su lado Ollie mirando televisión hasta que el alien miro el teléfono de su “padre” y vio una llamada entrante de él ex novio del híbrido de oso color negro y blanco. Spreen miro a Ollie y Ollie a Spreen. Ambos tomaron carrera y estiraron sus manos hacia el teléfono, en esta supuesta carrera Ollie ganó y contesto el teléfono, Spreen se lo trato de quitar pero Ollie era más rápido y tenía tremendos reflejos.

— ¿Hola? — saludo el alien a el ex novio de su papá Spreen. — ¿Para que estás llamando?

Spreen gruñó y sostuvo la mano de Ollie quitándole el celular, pero su ex novio ya había cortado por la indignación que sentía de que un niño le haya dicho eso.

— ¡¡Ollie, estás castigado!! — Ollie rió bajo y salió corriendo a su habitación mientras Spreen lo seguía para seguir regañando lo por su mal comportamiento después de que su pareja (ex pareja) se haya ido.

——————⁠☆

Juan estaba en su casa viendo algunas fotos en su teléfono de su ex pareja, un bonito pelinegro de greñas que lo traía loco cada que lo veía caminar cerca de él.

— ¿De nuevo? — pregunto un chico de tes canela a su lado.

En estos casos, Juan nunca estaba solo, si, claro.

— Lo extraño... — suspiro. — No se que hacer.

— Olvídalo, deja que se vaya, no se que le ves a ese pendejo. — regaño el de greñas y gorro. — ¡¡Eres idiota tu también de enamorarte de alguien que solo tomaba a tu lado!!

Juan miro al frente, pensando en algo por las expresiones en su rostro que demostraban que estaba tratando de pensar. Apretó sus dedos alrededor de su teléfono mientras esté recibía múltiples mensajes de su actual pareja.

— Y también andas con otro pendejo igualito a tu ex. — agregó su amigo.

— No se que hacer. — se recostó contra su sillón. — Él es hermoso.

— ¡Su físico no importa! — recibió una mirada de Juan muy enojado por él. — No me mires así.

Juan y un argentino habían tenido una relación muy buena, se conocieron en una cita a ciegas dónde cenaron y tuvieron una charla larga sobre sus gustos ya que era lo único que podían hacer. Entre una de esas conversaciones Juan saco el tema de los animales, algo que a él le era muy importante en una relación, si quería o no un animal en casa.
Su amor se ensanchó cuando aquella cita recibió “buenas reseñas” al saber que ese argentino tenía un gran amor hacia los gatos. Juan se enamoro completamente de aquel hombre, cayendo en sus brazos después de tres citas más. Pero esas citas románticas se convirtieron en citas calientes, todos los días bebían y terminaban en cosas muy subidas de tono. Y su amigo, Quackity, participo en algunas de las fiestas donde Juan y su “ligue” habían estado bebiendo e insinuando se, el vio la tensión tan grande que casi no quería ni quedarse. Pero se arrepintió no estar ahí ya que Juan tuvo muchos accidentes, recibía múltiples mordidas y golpes leves en su cuerpo por otros hombres ya que su pareja no le prestaba tanta atención de la que el quería recibir. Esto no le gustó a Quackity y exigió a Juan explicaciones. Obviamente, Juan no se las dió.

— ¡Todo es culpa de tus recomendaciones! —

— Pues debiste preguntarle si era masoquista. —

— ¡Eso en una cita no es adecuado! — exclamo.

— Entonces debiste decirle que parará de hacer eso, mira como estás ahora, tu novio actual te pidió dos días para pensarlo después de ver cómo quedaste en tu relación amorosa fallida con ese pendejo. — justifico Quackity dedicándole una mirada de obviedad y una de enojo.

。  💮 :   ゚One-Shots. Spruan ★ .・゜゜・Donde viven las historias. Descúbrelo ahora