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-., A esa

💋 · Capitulo corto · Infidelidad

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Juan estaba en la cocina limpiando los platos después de terminar de comer, Spreen estaba ‘durmiendo’ nuevamente en la habitación matrimonial que tenía con el castaño miope.
Hace bastantes meses no tenian relaciones sexuales, exactamente, 3 meses. Ya no se daban cariños como antes y no intercambian palabras como constantemente lo hacían hace 5 años, Juan estaba cansado de todo esto, siempre era él el que tenía que limpiar, ordenar, hacer y cocinar. Spreen no movía ni un solo dedo a menos que fuera para ir a trabajar y salir de casa a extremas horas de la noche para ver a quien sabe quién. Al terminar de limpiar, Juan se quedó recostado por el mesón de la cocina, pensando en como terminar este peso en su corazón. Sacándose los guantes de goma de sus manos, dirigiéndose a la habitación rodeando la fría manija con su cálida mano, suspirando profundamente antes de girar la manija y entrar, escuchando a Spreen desde la puerta hablando con alguien, escuchando su tono cariñoso y amoroso que hace tiempo no había oído.

— Okey, adiós, cariño. — Juan se quedó en blanco, cerrando la puerta detrás de él de manera lenta y silenciosa.

Acercándose a Spreen, mirándolo seriamente.

— ¿Quien era? — el pelinegro más alto se le subió la sangre hasta el cerebro al escuchar la voz del castaño detrás de él, girandose completamente para mirarlo a la cara, con miedo y terror de lo que pueda pasar ahora mismo. — Respóndeme. ¿Quien es?

Spreen trago saliva duramente, sus labios entreabiertos tratando de vocalizar alguna palabra para que Juan no se enoje más de lo que ya estaba, viviendo el verdadero terror dentro de él. Hace tiempo no recibía cariño de parte del castaño, pero eso tenía una gran explicación, pero para ser más directos, Spreen le estaba siendo infiel a Juan solamente porque le había aburrido estar con el, poniendo la excusa de que el castaño ya no lo amaba y que ya no le daba cariño como antes, pero eso era mentira ya que el mismo Juan había visto como Spreen se apartaba de él apenas lo abrazaba y le decía cosas lindas como un; “te quiero mucho!”...

— Es simplemente una amiga. — mintió, ladeando la cabeza con una sonrisa fingida. —

— ¿Una amiga? — enarco una ceja, cruzándose de brazos. — Creo que los amigos no se dicen ‘cariño’... No sé tú, que piensas.

Spreen suspiro profundamente, frunciendo las cejas.

— Ya basta de ser tan celoso. — Juan desvió su mirada por unos segundos, chasqueando la lengua con molestia.

— Puede que sea celoso, pero en mi vida podré ponerme celoso solo por haberle hablado bonito a mi mejor amigo. — Spreen rodó los ojos.

— Esa vez no me puse celoso. — Juan retrocedió unos pasos hacía atrás, mirando a Spreen con una sonrisa, como si estuviera esperando una explicación, y si, la estaba esperando.

— Nos decimos así de cariño, todas las amistades se dicen asi. — dijo de manera tranquila.

— No, no creo que en ese mismo tono le digas ‘cariño a tu amiga’. Mira.. ¿Por qué mejor no me dices la verdad de una vez? ¿Que es lo que quieres ocultar, Spreen? — ahora ya estaba algo más molesto, ya ni siquiera podía mantener la calma en sus palabras, y de eso el pelinegro sabía, probablemente debería simplemente rendirse ante los brazos de Juan, no podía hacer otra cosa, ellos ya no tenían nada que ocultarse si ya saben hasta con quiénes se acuestan.

— Esa que te pone tan mal, fue capaz de hacerme vivir ilusiones perdidas. —

— A esa no le toca vivir ni una tristeza, solo alegría. — Spreen se apartó de Juan caminando hacia adentro de la habitación, siendo seguido por Juan mientras seguía hablando en un tono de voz demandante y lleno de rabia. — ¡Que venga! ¡Yo le doy mi lugar!

— ¿Para que? ¿Que quieres probar? —

Comenzaron a gritarse, siguiendose por toda la casa, Juan detrás de Spreen y Spreen detrás de Juan, respondiendo se cada insulto y pregunta que se hacían. Juan estaba molesto, molesto hasta el punto de tirar todo a un lado, el pelinegro solo lo veía con rabia, gritándose como animales peleando por un hueso. Dándose bofetadas uno al otro.

— ¡Que lave tu ropa y todas tus miserias! ¡Infiel! ¡Te odio no se en que momento pude decir que te amaba! — exclamó. —

— “Ñiñiñiñi” ¿¡Que quieres decir, Juan!? ¿¡Que quieres demostrar diciendo esas cosas!? —

— ¡¡NO VA SER CAPAZ DE DARTE LAS COSAS QUE YO TE DI!! —

Basto con esa última palabra para que Juan pare de hablar, mirándolo con las cejas fruncidas.

— Tu mundo de color se convirtió en mi infierno, por tu culpa estamos asi, solo tu vas a arreglar esto, pero yo... No permitiré un minuto más a tu lado. — lo empujó lejos de él, acercándose a la puerta principal de su casa para abrirla y cerrarla de golpe, dejando solo a él pelinegro en la sala.

Spreen yacía sentado en el frío piso, hecho bolita mientras pensaba en lo que había hecho.

De verdad...

¿Le fue infiel al chico más hermoso que conoció?

Si. Le fue infiel al chico más hermoso que conoció en toda su vida.