Un Posible Enemigo (1)

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Me encontraba en lo alto de un edificio, observando la ciudad que se extendía ante mí. El viento fresco jugaba con mi cabello, creando un baile silencioso que parecía en sintonía con el ritmo de la ciudad. Un sentimiento de paz me envolvía, como si el tiempo se hubiera detenido, permitiéndome disfrutar de aquel momento de tranquilidad.

Sin embargo, el sonido de la puerta abriéndose detrás de mí interrumpió mi serenidad. No necesité voltear para saber quién era, su presencia era inconfundible.

-Te estaba buscando -escuché la voz de Jake, mi sub comandante, resonando en el aire. Su tono era serio, indicando que traía noticias importantes.

-¿Qué pasa, Jake? -pregunté, poniéndome de pie. El sonido de sus pasos, acercándose, rompió el silencio que había envuelto la azotea.

-Hemos conquistado todo Shinjuku y ya estamos listos para continuar con Roppongi -pronunció con una seguridad que reflejaba su confianza en nuestras capacidades.

-Bien, es hora de quitar de sus tronos a los hermanos Haitani. Prepara a nuestras divisiones, no podemos perder más tiempo -dije, colocándome mi máscara. El frío metal contra mi piel me recordó la seriedad de nuestra misión.

-Como ordenes, Comandante -respondió Jake, haciendo una pequeña reverencia. Luego se colocó a mi lado, listo para acompañarme. Juntos, nos dirigimos hacia la puerta, dejando atrás la azotea y la vista panorámica de la ciudad que pronto estaría bajo nuestro control.

Narrador:

La atmósfera en la sala de reuniones de la Toman estaba cargada de tensión y determinación. Los miembros fundadores se habían reunido para discutir un asunto de suma importancia, y todos los ojos estaban puestos en Mikey, quien se preparaba para hablar.

-Como ya todos saben, hace unos meses la pandilla de Black Shadow empezó a deshacerse del resto de las pandillas de Shinjuku -comenzó Mikey, su voz firme y decidida resonando en la habitación. Sus ojos recorrían a cada uno de los miembros presentes, transmitiendo la gravedad de la situación-. Y hay rumores de que planea conquistar todo Japón. Lo más probable es que, una vez que acabe con Shinjuku, continúe con Roppongi.

Draken, con su mirada seria y penetrante, asintió estando de acuerdo con las palabras de Mikey. Estaba claro que compartía la preocupación y la determinación de su líder. Sin embargo, antes de que pudiera continuar hablando, fue interrumpido por Nahoya, líder de la Sexta División.

-Si mal no recuerdo, el año pasado otra pandilla le dio una paliza al líder de Black Shadow -dijo Nahoya, su tono burlón apenas ocultando la molestia que sentía-. Vamos a patearles el trasero.

Aunque su sonrisa típica adornaba su rostro, era evidente que Nahoya estaba molesto y listo para tomar acción. La tensión en la sala aumentó, creando una especie de corriente eléctrica que se podía sentir en el aire.

Mikey intervino, tratando de mantener el orden en la reunión y escuchar todas las perspectivas.

-Eso no será necesario. Si entran a nuestro territorio, acabaremos con ellos -declaró Ran, mostrando una sonrisa engreída y llena de confianza. Su expresión reflejaba la seguridad que sentía en las habilidades de la Toman para enfrentar cualquier amenaza.

Kisaki, algo fastidiado por las interrupciones, les pidió a sus compañeros escuchar la información completa antes de tomar decisiones apresuradas.

-Dejemos que Draken termine de hablar y escuchemos toda la información que tenemos sobre Black Shadow -dijo Kisaki, su tono mostrando su deseo de mantener el enfoque y la seriedad en la reunión.

Draken asintió en agradecimiento y continuó hablando, capturando la atención de todos los presentes.

-Como mencionó Nahoya, el líder de Black Shadow fue lastimado gravemente el año pasado -comenzó Draken, su voz llena de seriedad-. Antes de esa pelea, era conocido por ser alguien amable y bondadoso, evitando los conflictos con otras pandillas. Se dedicaba a ayudar a chicos con problemas familiares o de adicciones, brindándoles apoyo para rehabilitarse y encontrar un lugar seguro para vivir sin problemas.

Un silencio tenso llenó la sala, mientras todos procesaban la información. Koko, intrigado, rompió el silencio con una pregunta.

-¿Y qué recibía él a cambio de ayudarlos? -inquirió Koko, su voz, reflejando su curiosidad y deseo de entender la situación en su totalidad.

-Al parecer, nada. Simplemente, los ayudaba sin esperar nada a cambio -respondió Draken, su voz cargada de seriedad. Sus palabras dejaron un rastro de intriga en el aire, mientras todos intentaban comprender la transformación que había experimentado el líder de Black Shadow-Después de su primera pelea y de pasar meses en el hospital, se volvió cruel y despiadado, masacrando a golpes a los líderes de las demás pandillas. Su objetivo era asegurarse de que no pudieran volver a pelear. Actualmente, quedan muy pocas pandillas en Shinjuku y él controla el resto del territorio. Sin embargo, nadie sabía cuántos miembros conformaban Black Shadow, quiénes eran sus capitanes, Sub capitanes e, incluso, el nombre y la apariencia de su Comandante.

Draken dirigió su mirada hacia Koko, esperando que sus palabras hubieran satisfecho su curiosidad. Sin embargo, Koko parecía indiferente y algo aburrido.

-Tal vez se cansó de no recibir nada a cambio de su ayuda -pronunció Koko, su tono reflejando su desinterés. Parecía no estar impresionado por la transformación del líder de Black Shadow.

Draken asintió, consciente de que lo más importante era estar preparados para lo que vendría. Black Shadow no tardaría en llegar a Roppongi, y los Hermanos Haitani debían estar listos. Draken enfocó su mirada en ambos hermanos, transmitiendo la seriedad de la situación.

-No lo enfrenten si aparece. Llamen al resto de la pandilla. Entendido -dijo Draken, esperando una respuesta adecuada de los hermanos Haitani.

-Por supuesto, sub comandante -respondió Ran, su sonrisa mostrando una confianza inquebrantable. Parecía estar seguro de sus habilidades y fuerza.

Rin, por su parte, asintió con la cabeza, compartiendo la misma determinación que su hermano. Ambos hermanos Haitani estaban listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Después de la reunión, cada miembro de la Toman se retiró a sus respectivos hogares. Sin embargo, los Haitani no estaban de acuerdo con la advertencia de sus superiores. Consideraban que estaban exagerando la amenaza de Black Shadow y, por ende, prefirieron ignorar la orden de no enfrentarlo directamente.

-Se preocupan por un idiota que ya fue derrotado. No tiene oportunidad contra nosotros -dijo Ran, su sonrisa mostrando su confianza en sí mismo y en su fuerza.

-Si ya fue derrotado una vez, puede volver a serlo -añadió Rin, compartiendo la misma seguridad que su hermano.

A pesar de las advertencias, los hermanos Haitani se sentían invencibles, confiando en sus habilidades y subestimando la amenaza que se cernía sobre ellos.

Ambos hermanos Haitani regresaron a casa después de su reunión con la Toman. Decidieron pedir comida a domicilio y, tras unas horas de descanso, se dirigieron a un club para divertirse, como solían hacer todas las noches.

Una vez en el club, se dejaron llevar por la música, bailando y disfrutando de la compañía de algunas chicas. La atmósfera estaba cargada de energía, con luces parpadeantes y el ritmo vibrante de la música que llenaba el lugar. El aroma a alcohol y perfume se mezclaba en el aire, creando una sensación embriagadora.

Sin embargo, cuando el reloj marcó la medianoche, uno de sus subordinados llegó corriendo hasta su mesa, visiblemente agotado por el esfuerzo físico que había hecho para llegar hasta ellos.

-Sub-sub capitanes Haitani -pronunció el subordinado entre jadeos, luchando por recuperar el aliento mientras se acercaba a la mesa donde se encontraban los hermanos Haitani.

-¿Qué sucede? ¿Por qué nos interrumpes? -preguntó Rin, dejando de besar a la chica con la que estaba para dirigir su atención hacia el chico, quien vestía el uniforme de la Toman.

El subordinado, un poco más tranquilo, pero aún nervioso, miró a ambos hermanos, asustado por la situación que estaba a punto de revelar.

-La pandilla de Black Shadow está invadiendo todo Roppongi. Han atacado a varios miembros de la Toman en todo el territorio. Incluso pude ver a su líder -dijo el chico, su voz temblorosa mientras transmitía la gravedad de la situación.

-Bien, llévanos hasta donde los viste -dijo Ran, dejando de manosear y besar a la chica con la que estaba para ponerse de pie junto con Rin. Ambos hermanos estaban dispuestos a enfrentar la amenaza que se cernía sobre ellos.

-¿No sería más prudente llamar al Comandante y ver qué opina al respecto? -preguntó el chico, temeroso y preocupado.

-No es necesario molestar al Comandante con algo tan simple que podemos resolver nosotros mismos -respondió Ran, tomando el hombro del chico y apretándolo ligeramente como una advertencia de que no debería insistir en llamar a Mikey.

Siguiendo a su subordinado, los hermanos Haitani se dirigieron hacia donde se encontraba el Comandante de Black Shadow. Al llegar, vieron al líder sentado como si nada, rodeado de varios miembros de la Toman inconscientes, cubiertos de heridas y sangre. Sabían que él era el líder por los rumores que circulaban, ya que portaba una máscara. A su lado, se encontraba un chico alto de cabello café y ojos dorados, probablemente su sub comandante o un subordinado leal.
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Bueno hasta aquí el primer capítulo perdón si hay faltas de ortografía y errores gramaticales es el primer fanfic que escribo por favor dejen sus comentarios y un me gusta gracias por leer.

El Impostor (Male Reader X Mikey)Kde žijí příběhy. Začni objevovat