Capitulo 29

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Al llegar a casa, nos deshicimos de nuestras compras, dejando las bolsas con ropa en la sala. Tomados de la mano, subimos las escaleras y entramos en mi habitación. Me dejé caer en la cama, sintiendo el suave colchón bajo mi cuerpo mientras Mikey me observaba con atención, tomando asiento a mi lado.

-¿Pasa algo?- le pregunté a Mikey, curioso por su comportamiento. Seguí recostado en la cama, esperando a que me contara lo que estaba sucediendo. Mikey parecía nervioso, levantándose de la cama y caminando hacia mi armario.

Lo observé con curiosidad mientras se acercaba al armario, preguntándome qué estaba buscando. Mikey tomó una caja de entre las prendas, y luego me miró antes de entregármela. Estaba envuelta como un regalo, despertando mi intriga y emoción.

-¿Qué es esto?-le pregunté a Mikey, confundido por el gesto. No entendía por qué me estaba dando un regalo en ese momento.

-Este... espero que te guste y no te moleste- dijo Mikey, sentándose a mi lado y observando el regalo que ahora estaba en mis piernas.

-¿Por qué me molestaría?-respondí, intrigado por su comentario. Con cuidado, quité la tapa del regalo, revelando un peluche en su interior. Era mi peluche de León, el mismo que había sobrevivido al accidente de auto en el que perdí a mi hermana. Aunque aún conservaba las marcas de aquel trágico evento, algo había cambiado. Entre las patas del león, había un pequeño peluche de Dorayaki, como si estuviera protegiéndolo o siendo su compañero de juego.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver el gesto de Mikey. Me incliné hacia adelante, cubriendo mis ojos con una mano y mi cabello, mientras sostenía el pequeño León con mi mano derecha.

-___, ¿estás bien?-preguntó Mikey con preocupación. Sus manos se apoyaron en mi hombro, transmitiendo su apoyo y preocupación. No pude responderle de inmediato, mis lágrimas seguían resbalando por mis dedos y mi garganta dolía por contener el llanto. Tomé una profunda bocanada de aire, llenando mis pulmones antes de exhalar con fuerza.

Finalmente, logré encontrar la voz para hablar. -No, no te preocupes. No es nada- dije, mi voz entrecortada por la emoción. Mikey hizo un intento de tomar el peluche de mis manos, ofreciéndose a deshacerse de él si no me gustaba. Pero fui más rápido y levanté mi rostro, dejando que mi cabello cubriera mis ojos. Abracé a Mikey por la cintura y me dejé caer en la cama, haciendo que él quedara sobre mí.

-___, ¿qué te pasa?- preguntó Mikey, su voz llena de preocupación. Intentó reincorporarse para mirarme, pero lo detuve y coloqué su cabeza sobre mi pecho, permitiéndole escuchar mis latidos. Su mano descansaba en mi clavícula, transmitiendo su apoyo y calma. Contuve las ganas de llorar, evitando que mi voz se quebrara y causando dolor en mi garganta. Hablé con calma, tratando de controlar mis emociones.

-Mikey, ese peluche fue el último regalo que mi hermana mayor me dio- dije, mientras dirigía mi mirada hacia el techo de la habitación. Seguí abrazando a Mikey, sintiendo su presencia reconfortante. -No te lo había dicho antes, pero tuve una hermana. Murió en un accidente automovilístico cuando yo tenía 10 años. Yo iba en el auto con ella- confesé, permitiendo que los recuerdos de aquel día inundaran mi mente.-Presencié su muerte, Mikey, y no hice nada. Simplemente me paralicé.

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Flashback:

Un pequeño ____ de 10 años se encontraba aturdido, su cuerpo temblaba mientras el estruendo de la explosión resonaba en sus oídos. Se arrodilló en el suelo, sintiendo cómo sus piernas temblaban de debilidad. Su mirada se dirigió hacia el auto en el que se encontraba su hermana, consumido por las llamas. El fuego devoraba el vehículo, y ___ sintió cómo su mundo se desmoronaba junto con él. Quedó en estado de shock, su mente se volvió un lienzo en blanco, su sangre parecía haberse congelado en sus venas. El tiempo parecía ralentizarse, pero las llamas no mostraban piedad.

El Impostor (Male Reader X Mikey)Where stories live. Discover now