El Reencuentro de los Corazones Perdidos

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Narra Mikey:

-Me alegra -dijo el desconocido detrás de mí. Su voz resonó en mis oídos, el aire se llenó de un suave murmullo. Sin embargo, no pude evitar sentir una punzada de enojo que se apoderaba de mí. Mis puños se cerraron con fuerza, sintiendo cómo la rabia se arremolinaba en mi interior. ¿Cómo se atrevía a burlarse de mi dolor? Volteé bruscamente para enfrentarlo, buscando respuestas.

- ¿Qué dijiste? -respondí con voz irritada, dejando que mi enojo se filtrara en mis palabras. Mi mirada se clavó en el desconocido, buscando una explicación que justificara su actitud. Aquel hombre se quitó el casco lentamente, revelando su rostro. Mis ojos se abrieron con asombro al reconocerlo, era Eliot.

- Me alegra oír que aún lo amas -dijo Eliot con una sonrisa enigmática. Sus palabras resonaron en mi mente, creando un torbellino de emociones contradictorias. La sorpresa se mezcló con la confusión, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho. ¿Qué hacía Eliot aquí?

- ¿Eliot? -murmuré, sin comprender qué hacía allí. Mi mente se llenó de preguntas sin respuesta, y el desconcierto se reflejó en mi rostro.

- No fallaste, Mikey-senpai -dijo Eliot, su voz tranquila y serena. Sus ojos me observaban con complicidad, como si supiera algo que yo aún desconocía. Su mirada comprensiva parecía atravesar mi alma, y una chispa de curiosidad se encendió en mi interior.

- ¿De qué hablas? -pregunté con melancolía, recordando el dolor de perder a ___. Sentía que no había hecho lo suficiente por él, que no había estado a la altura de las circunstancias. Me acerqué a Eliot en busca de respuestas, buscando comprensión en su mirada.

Eliot me sonrió, como si entendiera mi confusión. Parecía divertido por la situación, lo cual solo aumentaba mi desconcierto. No comprendía su actitud ni su comportamiento en ese momento, pero algo en su mirada me impulsaba a confiar en él.

- Sígueme-dijo Eliot, colocándose nuevamente el casco y subiendo a su motocicleta. Sus palabras resonaron en el aire, llenas de misterio y promesas de respuestas.

Me subí a mi motocicleta, sintiendo la vibración del motor bajo mis manos mientras Eliot encendía su moto y comenzaba a conducir. Lo seguí de cerca, dejándome guiar por su experiencia en las calles. El viento acariciaba mi rostro, llevándose consigo cualquier rastro de preocupación. Pasó aproximadamente una hora de conducción, donde el paisaje cambiaba a medida que avanzábamos. Finalmente, nos detuvimos frente a un imponente edificio en Shinjuku. La fachada relucía bajo la luz de los faroles, mostrando su elegancia y sofisticación. Entramos al estacionamiento, encontrando un lugar para estacionar nuestras motos. El sonido metálico resonó en el aire cuando apagué el motor y me bajé de la motocicleta.

- ¿Vives aquí? -le pregunté a Eliot con curiosidad, mientras mis ojos recorrían el entorno. El edificio era lujoso y bonito, con detalles arquitectónicos que lo hacían destacar.

- Sí -respondió Eliot, subiendo al ascensor y haciendo una señal para que también subiera. Mi corazón latía con anticipación mientras el ascensor comenzaba a moverse hacia arriba. Mientras tanto, mi mirada se encontraba con la suya, esperando una explicación que aún no había llegado. Eliot simplemente me miró y sonrió de manera indiferente, dejándome con la expectativa de que todo se aclararía una vez que llegáramos a su departamento.

El ascensor se detuvo en el último piso, y las puertas se abrieron lentamente, revelando un pasillo bien iluminado y elegante. Eliot caminó con confianza por el pasillo, y yo lo seguí, dejando que mi curiosidad guiara mis pasos. Finalmente, Eliot se detuvo frente a una puerta.

- Este es mi departamento -dijo Eliot, sonriendo. Luego, señaló otra puerta al final del pasillo-. Ve a ese otro departamento, te alcanzaré después. La contraseña es -***_***.

El Impostor (Male Reader X Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora