، 🐾 : Capítulo 05

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La mañana de Jungkook empezó normal, nada cambiaba en su rutina. Se levanta, va al baño, se cambia y toma su café, no le puede faltar el café. Así que está a punto de marcharse. La empresa está con mucho trabajo estos días y a decir verdad el alfa va algo tarde. Deja su portafolio en el pequeño sofá que tiene en la sala y va por un abrigo, el que se pone ahora es de color gris, también lleva con él otro beanie y una bufanda. Sale del edificio y va rumbo a su trabajo, el mecánico lo llamó y dijo que su auto estará en unos cuatro días más, eso significa que tendrá que ir por cuatro días más en tren. La verdad no le molesta, es lindo caminar un poco.

Camina un par de calles, va mirando el camino, no tiene nada interesante para pensar. Cuando menos lo espera está cruzando la calle y llegando al parque. Llega a este y mira a las personas caminando frente de él, había bastante gente allí. Todo iba normal, todo hasta que escucha a una familiar voz, pero ya no era cansada, notaba el miedo en aquella voz.

—N-No, yo no robé nada —dijo el omega rápido, su miedo era notable en su voz y seguramente en el aire, su aroma natural de miedo no tardaría en sentirse.

—No mientas, omega, yo sé bien que ese es mi abrigo. Dámelo —dijo el alfa, su ceño estaba fruncido y su voz era potente. El miedo de Jimin crecía, el rostro de Jihoon se ponía de igual manera cuando se enojaba.

—En-Enserio no le robé nada —dijo él agachando la mirada, no podía sostenerle la mirada al alfa.

—¿Entonces por qué bajas la mirada, eh? Yo sé bien que ese abrigo estaba en algún banco de por aquí, tú lo robaste y por tu culpa mi omega está enojada, ¡devuélveme ese puto abrigo! —dijo gritando lo último. Jimin estaba peor, su respiración empezó a ser acelerada. Todo comenzaba con gritos y a veces seguía con golpes. ¿Será que esta vez va a ser así?

Jungkook escuchó todo, había parado para ponerle atención a la voz del omega y terminó escuchando toda la conversación, si se le puede llamar así. Vio como el omega castaño agachó la cabeza, seguro apenado por la situación y él no sabe el porqué, pero se enojó. Caminó los pasos que le faltaban para llegar hasta ellos.

—Dame mi puto abrigo, que tú estés en la calle no te da derecho de estar robando las cosas que ves en el parque, nadie te mandó a abrir las piernas y terminar así —dijo apuntando al cachorro, quien estaba inquieto y con los ojos brillosos, seguramente estaba por llorar pensó Jungkook.

Este se enojó más con su comentario, nadie tenía derecho a comentar nada sobre su vida o el porqué estaba en la calle, era su vida y nadie la conocía, nadie sabía su historia y aquel alfa no tenía derecho a hablarle así. Tocó el hombro del rubio y este giró la cabeza sobre sus hombros y lo miró.

—¿Y tú qué quieres? —dijo de mala gana.

—No tienes derecho a hablarle así —dijo directo.

Jimin estaba aterrado, pero llegó a escuchar una voz que le pareció conocida. Levantó la cabeza y vio de quien se trataba, era el alfa de la noche anterior, era el dueño del abrigo.

—¿Y a ti qué mierda te importa cómo le hable? Es un ladrón y le hablo como se me dé la puta gana —dijo prepotente. Jungkook lo miró con el ceño fruncido.

—Él no es un ladrón.

—¿Cómo mierda lo sabes? Ni siquiera lo conoces.

—Tú tampoco lo haces, así que no sabes si lo es verdaderamente.

—Ese abrigo es igual al que perdí y estoy seguro de que es ese.

—¿Tú sabes cuántos abrigos así hay en el mundo? Ah, si, miles. Así que no puedes venir y decirle a la primera persona que vez que lo que lleva puesto es tuyo.

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