، 🐾 : Capítulo 35

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Un sonido a lo lejos lo hizo despertarse. No tardó mucho en abrir los ojos, y a penas la conciencia volvió a su ser, su alfa lo alarmó, era un llanto.

Cachorro, fue lo único que le dijo su lobo.

Jimin estaba en un sueño profundo. El omega siempre se despertaba a tiempo, pero cuando Jungkook dejó de ir su sueño cambió, las inseguridades lo carcomían y dormía muy mal, es la primera vez en una semana que puede dormir en paz y sin llorar.

Jimin mágicamente estaba acostado en sus piernas y el seguía en la misma posición de antes, recostado en el sofá, sigilosamente se fue corriendo dejando al castaño completamente acostado en el sofá.

El llanto no paraba y se estaba empezando a desesperar, no sabía que hacer, entró al cuarto y su nerviosismo se hizo presente, haciendo que el bebé llorara más.

—Hey, cachorro, aquí estoy —dijo suavemente, como si no estuviera al borde del llanto por no saber que hacer.

El llanto de Jaehyun cesó, dejando un silencio que tranquilizó al alfa. Se acercó hasta la cama, corriendo algunas almohadas y sentándose.

—Ha —dijo el bebé.

—Tu "ha" está durmiendo, no quería despertarlo. ¿Te parece bien si te quedas conmigo? —preguntó sonriéndole, Jaehyun asintió como si entendiera.

El bebé gateó hacia su regazo y Jungkook lo ayudó, se paró en sus piernas y lo abrazó. El alfa no se esperaba eso y jura que su corazón se derritió.

—¿Qué piensas si le hacemos una cena sorpresa a Jimin? —le preguntó al pequeño, quién estaba en sus brazos. Este asintió—. Quiero cocinar pasta, ¿ravioles te parecen? —el bebé volvió a asentir.

Jungkook se movió unos pasos hacia la heladera, buscando algunas verduras.

—Bueno, por lo visto no hay mucho —dijo mirando un poco de pollo que, por lo que se veía, sobró y unas verduras cortadas por la mitad.

El timbre sonó asustando al mayor, cerró la heladera y salió de la cocina fijándose si Jimin se había despertado, lo cual no fue así. Le pareció extraño que toquen timbre, pero atendió con el bebé en brazos.

Abrió la puerta encontrándose con un rubio sonriente.

—Osok —dijo el cachorro. Jungkook recordaba al rubio.

—¿Osok? —dijo Jeon enmarcando una ceja.

—Soy Hoseok, señor...

—Jungkook.

—Soy Hoseok, señor Jungkook, mucho gusto. Hola Jae.

—La —dijo.

—¿Qué te trae por aquí?

—¿Está Jimin?

—En este momento está durmiendo.

—Oh, okay, le dejo estas verduras. Olvidé traerlas antes, dígale que lo siento. —dijo dándole una bolsa llena de verduras.

—Muchas gracias, le diré. La verdad necesitaba verduras, gracias.

—No hay porqué, con permiso.

—Adiós, Hoseok.

Jungkook lo saludó moviendo la mano para que el cachorro lo hiciera, cosa que resultó.

—Okay, bebé, tenemos verduras.

🐾

Una hora más tarde Jimin despertaba, no sentía el aroma de Jungkook cerca y de pronto la tela de los pantalones del alfa era áspera. Cuando pudo recuperar la conciencia cayó en cuenta que estaba acostado en el sofá completamente solo. Se asustó por un momento porque no escuchó nada y Jaehyun seguramente estaba mal, se maldijo en todos los idiomas posibles. Se paró rápido, mareándose un poco e iba a dar unos pasos cuando el olor a comida inundó sus fosas nasales.

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