Un novio falso (HAOBIN) (Boys Planet)

Capítulo 11

Zhang Hao se despertó a las diez de la mañana por la luz solar que entraba por la ventana. Había dormido bien así que se levantó rápido.

Abrió la puerta de su habitación y fue al salón dónde se encontraban los señores Sung desayunando.

—Buenos días Zhang Hao. ¿Has dormido bien?

—Pues sí, no estoy nada cansado. ¿Hanbin aún no se ha despertado?

—Nop. Los fines de semana suele levantarse a las once. ¿Quieres darte un baño? Ahora la ducha está libre.

—Claro. —fue al lavabo y cerró la puerta con pestillo.

Cuándo el agua se puso tibia, entró en la bañera y comenzó a ducharse.

Una media hora después salió de ésta y se dio cuenta de que no había cogido ropa para después. Sin otra opción, salió del lavabo solo con una toalla en la cintura.

De camino a su habitación, se encontró con Hanbin medio dormido.

—H-Hanbin, hola.

—Hola Hao. —ambos estaban sonrojados ya que el chino solo llevaba una toalla —B-bueno, veo que te has duchado.

—Sí. Pero la r-ropa me la he dejado en la habitación. —el contrario asintió y cada uno fue por su camino.

Una vez ya vestido, Zhang Hao fue a la cocina junto a Hanbin y Jisoo para desayunar.

Después, Hanbin y Zhang Hao se vistieron más casual y salieron juntos para ir a la biblioteca. Cuando llegaron, silenciosamente fueron a buscar algunos libros que los ayudarían a estudiar.

—Bin, ¿tú qué necesitas?

—Un libro de bioquímica. ¿Y tú?

—De física. —estuvieron cinco minutos buscando y luego se sentaron a leerlos. En silencio, fueron pasando las páginas leyéndolas.

Cuarenta y cinco minutos después, Hanbin habló.

—Hao, ya me he cansado de leer.

—Yo también. Podemos llevarnos el libro a casa y después devolverlo. —el coreano asintió y se levantaron de la silla para pedir el préstamo de libros.

En una bolsa se llevaron los dos libros y salieron de aquel lugar.

Durante el camino a casa, fueron a una tienda de tés y cada uno pidió uno. Fueron a un banco en un parque cercano para beberlos.

Tranquilamente y mirando las vistas, ambos sonreían dados de la mano.

—Mira mami, —un niño pequeño habló pasando enfrente de ellos —esos chicos grandes hacen buena parejita. —aquel niño se soltó del agarre de su madre y fue hacia Hanbin y Zhang Hao —Hola.

—Hola. —Zhang Hao le saludó —¿Cómo te llamas?

—Sungkyu.

—Disculpad. —la madre de Sungkyu se acercó también a ellos —Sungkyu, diles adiós.

—Adiós chicos mayores.

—Adiós Sungkyu. —ambos hablaron a la vez y mientras los dos desconocidos se iban, Hanbin y Zhang Hao se miraron.

—Que mono.

—Pues sí. —continuaron bebiendo y cuando ambos se acabaron su té, tiraron el envase de plástico a la basura. Hanbin cogió la bolsa con los dos libros, le dio la mano a Zhang Hao y continuaron con su camino a casa.

Al llegar, cada uno guardó su libro en su habitación y después, hasta que no llegó la hora de comer, cada uno se quedó en su habitación haciendo cosas varias.