Capítulo 23

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De camino a su casa, todos estaban emocionados.

—Cada uno tendrá su habitación, chicos.

—De acuerdo, Hao. Seguro que será divertido. —Yuchan habló haciendo sonreír a los adultos.

Llegaron a la casa rápidamente y mientras los más jóvenes bajaban del coche Sung y Zhang cogieron las maletas y las llevaron dentro.

—¿Os gusta la casa?

¡Es muy chula! ¿Dónde están nuestras habitaciones?

—¡Seguidme, están por aquí! —Hanbin, que llevaba las dos maletas, junto a los dos adolescentes fue corriendo a la primera planta. Zhang Hao fue caminando y al llegar casi se puso a llorar de alegría al ver aquella escena: su marido enseñándole alegremente las algo vacías habitaciones a sus hijos y ellos escuchándole fascinados. ¿Qué más podía pedir?

—Aún le falta la decoración. —el chino habló —Mañana cuando volvamos de trabajar os podemos llevar a comprar.

—¡Genial! —los dos hermanos asintieron sin dudarlo.

—¿Tenéis hambre?

—Un poquito.

—Ya ordenaréis vuestras cosas luego, bajad a merendar. —los cuatro juntos fueron a la cocina —¿Qué queréis de merienda?

—¿Hay cereales?

—Pues claro, Yuchan. —Hanbin le enseñó al joven dónde se guardaba cada tipo de comida —¿Y tú, Hyein, qué te apetece merendar?

T-también cereales, Bin. —asintió y los hermanos se hicieron juntos la merienda siendo vigilados por si acaso por sus padres.

Después, mientras comían en la mesa que había en el salón, Zhang y Sung comenzaron a hablar entre ellos.

—Amor, ¿nuestros amigos cuándo los conocerán?

—Mm... Podemos hacer como una especie de reunión con ellos y sus hijos. Hace tiempo que no estamos todos juntos, cariño.

—Es una buena idea, pero antes tenemos que preguntarle a ellos qué les parece. —el contrario asintió —Chicos, ¿qué os parece si hacemos una reunión con nuestros amigos y sus hijos para que os conozcan? 

¡Eso me parece buena idea!

—Podría ser el fin de semana que viene.

—Sip. —todos estuvieron de acuerdo y entre Hanbin y Zhang Hao avisaron por correo la reunión que harían en su casa.

[🪐]

Al día siguiente a las siete de la mañana, todos en aquella casa se despertaron.

—Amor, voy a ver cómo han dormido Yuchan y Hyein.

—De acuerdo. —rápidamente el chino salió de la habitación dirigiéndose primero a la habitación de Hyein, aunque no sin antes tocar a la puerta —Hola Hyein, ¿qué tal has dormido en tu primera noche aquí?

Muy bien, Hao. La cama es blandita y se estaba bien.

—Me alegro mucho, bueno, te dejo prepararte. —seguidamente se dirigió a la de Yuchan —Buenos días.

—Igualmente. He dormido genial. —una gran sonrisa apareció en la cara del joven Sung y Zhang Hao regresó a su habitación junto a su esposo, que ya estaba vestido.

Al llegar las ocho menos cuarto, todos ya preparados salieron de la casa.

—¿Os sabéis el camino de aquí al instituto?

Un novio falso (HAOBIN) (Boys Planet)Onde histórias criam vida. Descubra agora