A Tu Disposición | Chaesoo (EDITANDO)

Séptimo recuerdo

Mi estado de ánimo variaba los últimos días. Haein se contenía de hablar mal de Roseanne por como me trataba, y solo hablaba de su relación o de como me iba en clases.

Me sentía más cansada de lo normal. Dalgom me ayudaba a sentirme mejor, pero cuando iba en la universidad, volvía mi estado de desánimo.

"Mamá, ya me voy", avisé al salir de la casa. Haein me esperaba para nuestra "Cita" y la celebración de nuestro aniversario. Oficialmente, ya nuestra relación había llegado a seis años.

Y la situación no me gustaba, ya que iban a insistir otra vez para que nos casaramos. —Haein y yo estuvimos de acuerdo en hacer lo posible por evitar el casamiento— Estábamos comprometidos, pero... los "estudios" iban primero además de que eramos jóvenes cuando querían casarnos.

"¿Todo bien?. No pareces animada, Jisoo".

"Mi novio celebrará su aniversario con su otra novia", mascullé para bromear un poco.

"¿En serio? Wow"

Sonreí de lado sin siquiera mostrar mis dientes, y miré hacia los edificios y establecimientos que pasábamos. Las bromas no paraban, y mi ánimo cambio un poco.

Pero las imágenes se repetían constantemente en mi cabeza aún cuando quería sacarlas.

Ayer fui a casa de Roseanne porque me pidió algunas cosas de su uso personal. Parecía que sentía mal, y quería que le hiciera el favor.

Mi ánimo estaba elevado porque iba a verla, y escuchar sus ocurrencias para que su meta se lograra. Una meta que no estaba cumpliendo últimamente, pero igual tenía esperanza de que ocurriera esta vez.

Hubiese preferido quedarme en casa, así como la advertencia de Haein. Si la fuese escuchado, me fuese ido con él sin pasar tanto.

Roseanne tenía la puerta sin seguro, por lo que me fue fácil entrar sin tocar. —Le mejor opción era hacerlo.— Su ropa estaba regada por el piso, y no solo la de ella.

¿La peor escena que vi? Todo lo que veía, donde estaba Roseanne disfrutando con su novia, dolían para mí y me incomodaban.

"Más adentro", dijo la chica mientras Roseanne gimió, atragantada con el miembro de su novia.

Siquiera les dió tiempo para llegar a la habitación. Le estaba haciendo un oral a su novia y su novia también a ella.

"Puedo sentir con estas tensando tu cuerpo, mi amor", jadeó descaradamente, y cuando su mirada se elevó hacia la puerta yo ya estaba retrocediendo.

Estaban en el sofá donde yo había estado sentada escuchando sus chistes o problemas acerca de sus padres.

Su novia no podía verme porque el sofá estaba recto y el cuerpo de Roseanne no le permitía hacerlo.

No se alarmó, no se avergonzó, no demostró ni una pizca de arrepentimiento porque yo la viese haciendo eso. Mi cara se sentía roja al ver algo tan... obsceno, tan privado para dos personas.

¿Por qué no se detenía para echarme al menos?

"Ven", ordenó, haciendo que mi cuerpo se detuviera. Sin embargo, esta vez no iba a hacer lo que quería, simplemente no podía.

"M-me vengo...", gruñó la chica y quise evitar ver cómo se lamía todo lo que había soltado lo que estuvo chupando.

Sentí náuseas ver eso mientras que ella me sonreía. "Duras poco"