ENDING SCENE

14. Acoso

¿Cuánto tengo que llorar, para borrar lo que fui en el pasado?

*****

Voldemort no murió.

¿Cómo era posible? El lo había visto morir.

Pero estaba ahí, en su sangre, en su cicatriz. Lo sentía. Se estaba apoderando de su cuerpo, de sus movimientos, impidiendo que Harry gritara por ayuda.

No serviría de nada, pues todos a su alrededor estaban muertos. Harry era el único presente.

Corrió por todo Hogwarts, hasta que se topo con un espejo, y volvió para verlo: Voldemort estaba allí

— ¡POTTER!

El pelinegro abrió los ojos. Estaba oscuro. Una sombra se movió a su lado y sin pensarlo arremetió contra ella.

— ¡Oye! Soy yo, ¡Espera! — Dijo la sombra a su lado. Harry tardo en distinguir la voz que le hablaba.

Cuando la luz se encendió, su compañero de cuarto cubría su nariz con sus manos. — Ponte tus lentes. — dijo el rubio.

— Oh no, lo siento. Pensé que... — no termino la frase. Había sido una pesadilla, una que hace mucho no tenía. Entonces noto que había sudor frío en su frente, y las sabanas estaban en el suelo. Draco continuaba con las manos en su cara — ¿Te golpee? Déjame ver.

El rubio lo miro con un poco de desconfianza, pero después se sentó en la cama y aparto sus manos. Su nariz estaba rota, había sido un golpe muy duro, Harry ni siquiera se había dado cuenta de la fuerza de su impulso. Se sintió muy apenado por su reacción, por lo que saco su varita de la cajonera y apunto a su compañero.

El rubio se alejó un poco— ¿Sabes repararla? — pregunto.

— Si. Hermione me enseño. — contesto. Y Draco no tuvo mas remedio que dejarlo hacer.

Después vino el silencio de la noche. No hacia falta explicarle al contrario por qué reacciono así, o que tipo de sueño había tenido. Draco lo sabía. Al principio del curso, cuando la confianza no existía en el dormitorio, todos colocaban varios hechizos en sus camas por seguridad, y porque mucho sufrían de este tipo de pesadillas. Pero conforme avanzaron con la terapia, a veces se olvidaban de ellos. Harry necesitó muchas pociones para dormir sin sueño y sesiones con la psicomaga para disminuir la frecuencia de sus pesadillas los primeros dos meses después de la guerra. Pero por lo que paso ahora, suponía que aun le faltaba trabajar más en ello. Harry se sintió avergonzado.

Cuando Draco se percató de que aún seguía sentado en la cama de su compañero, se levanto y fue a la suya. Cogió entonces un objeto de su mesa de noche y se lo entregó a Harry.

— Ten. Mañana me lo de vuelves. — dijo y volvió a su cama de nuevo.

— ¿Qué es esto? — Harry pregunto.

— Un caleidoscopio mágico. ¿Sabes como se usa?

— Mmn... no.

— Apóyalo en vertical y con tu varita sobre el di: deliciae.

Harry lo hizo así, y una imagen se proyecto en el techo sobre él. Era el cielo nocturno, igual a como se vería en el techo del comedor del castillo. Estaba muy sorprendido, era una vista maravillosa.

— Lo uso cuando no puedo dormir. — dijo su compañero mientras volvía a acomodarse en su cama, mirando la proyección también. — puedes contar las estrellas, o buscar las constelaciones.