ENDING SCENE

24. Cartas

Te reto a dejarme ser tuyo. El primero y el único.

Nunca lo sabrás si nunca lo intentas, olvida tu pasado y simplemente se mío.

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Harry no perdió la costumbre de despertar primero para ver dormir a Draco.

Esta imagen ejercía un efecto diferente cada vez; cuando tenía un dia tenso en el trabajo, y gente acosándolo en las calles, sus músculos tensos se relajaban al llegar a casa y ver a Draco leyendo un libro de pociones en la sala, quien al ver su cara de inmediato extendía sus brazos para ofrecerle un abrazo que calentaba su corazón; y en ocasiones al despertar junto a él, su corazón lánguido enloquecía de amor, aumentando la frecuencia de sus latidos de manera indescriptible, solo por el hecho de verlo dormir a su lado.

Draco era exasperantemente bonito.

Después de una exposición prolongada Harry se había vuelto adicto al sarcástico rubio que siempre tenía una respuesta acida para él, pero que, en la intimidad, esa boca de serpiente también le proporcionaba los más altos placeres de la vida.

Fue imposible no haber caído rendido.

Harry tenia diversos sentimientos encontrados respecto al plan que tenía preparado para esta mañana. A veces estaba completamente confiado en que Draco diría que sí, pero ¿Y si no lo hacía?

Un suspiro lo atravesó. Su vida había dado un giro de ciento ochenta grados y ahora todo parecía estar de cabeza. La noticia en corazón de bruja un año después de que empezaran a salir juntos provoco una reacción estrepitosa en la sociedad mágica, desastrosa y horrible de manejar. Ambos habían acordado vivir un tiempo en Malfoy manor después de la escuela, la mansión tenía unas protecciones excelentes contra intrusos y objetos indeseados, pero no era cien por ciento efectiva. Draco siguió estudiando para maestro de pociones y Harry por fin había decidido lo que quería hacer con su vida. Hermione fue como la heroína en ese entonces, pues con su trabajo en el ministerio creó un plan muy elaborado para cambiar algunas leyes mágicas arcaicas y prejuiciosas . Su presencia en el ministerio se vio reflejada en la disminución de la cantidad enorme de cartas de odio que les llegaban con frecuencia.

De alguna forma, personas que Harry definitivamente desconocía se sentían con el derecho de dar su opinión sobre su relación, algunas tratando de hacerle ver que el "mortífago" lo estaba manipulando, otras expresando su odio directamente a él, por no buscar otra pareja más acorde a su estatus de héroe.

Que se vayan a la mierda. Es lo que Harry había respondido ante las primeras cartas. Pero Hermione rodaba sus ojos ante su respuesta y le exigía ser mas serio al respecto.

—Si te tomaras el tiempo de acudir a los festejos y conmemoraciones del fin de la guerra, las personas los tratarían diferente Harry. Tienes que ser consciente del impacto de tu persona sobre la sociedad. Hazles ver que no te vas a convertir en el mago oscuro que piensan — este punto de vista había surgido en su amiga después de haberse hecho más cercana a Pansy Parkinson. Otra amistad extraña que había surgido de Hogwarts.

— Ya te dije que no me importa lo que los demás piensen de mí. No voy a ser un estúpido mago oscuro.

— Entonces hazlo por Draco. Sabes que él seguirá siendo acosado e ignorado por la sociedad si lo ven como una mala influencia para ti.

Eso había sido suficiente para terminar la discusión. Por supuesto Hermione siempre tenía razón. En estos días, Draco podía caminar libremente por el callejón Diagon u otros lugares públicos, nadie se atrevía a atacar al novio del "Elegido". Pero aun recibía miradas de odio y murmullos a sus espaldas. Harry por primera vez se había considerado una persona violenta, capaz de hechizar a todas esos magos y brujas que se atrevían a verlos así. Hasta que Hermione lo hizo entrar en razón.