15. Caída

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Así que, antes de que te vayas, ¿Había algo que pudiera haber hecho para que dejara de doler?

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No era un cobarde, pero todos lo verían de esa forma.

Draco meditaba sobre estos pensamientos mientras trataba de conciliar el sueño en la cama de la enfermería. Su brazo aun dolía al roce de las sábanas, y eso lo hacia preguntarse si le hubiera gustado o no que la marca tenebrosa desapareciera entre todas esas cicatrices, pero no fue así, la marca se formo de nuevo sobre su piel herida.

A la mierda, ya no era importante lo que pensaran de él, porque al final la gente solo creía en lo que quería creer. Para todo Inglaterra, el siempre sería un traidor.

Irse del colegio, le producía una melancolía inmensurable, pero a su vez, sabía que si se iba dejaría de ser tratado como una escoria todo el tiempo

McGonagall ya había contactado con el Colegio Ilvermomy. No había vuelta atrás, era hora de avanzar. Los magos estadounidenses no estaban nada interesados en un mago tenebroso muerto de un país extranjero. Y mucho menos estarían interesados en él o su pasado. Era su oportunidad para empezar de nuevo, y no la dejaría ir.

*****

Cuando los habitantes de la torre se enteraron del ataque contra Malfoy, hubo un sentimiento de sorpresa general. Sabían que el Slytherin no había hecho nada como para ser agredido de ese modo, pues en todo este tiempo de convivencia, nunca dio indicios de querer volver a sus andadas, a como era antes de que la guerra estallara.

Las opiniones sobre los acontecimientos eran variadas, pero la conclusión general era esta: nadie se merecía algo así. Las personas que cometían ese tipo de muestras de odio, con el tiempo estaban destinadas a ser una nueva amenaza para la sociedad general, independientemente de que la causa de sus acciones.

Y esto no se detendría a menos que los demás despertaran e hicieran algo para ayudar.

— ¿Por qué no le organizamos una fiesta de bienvenida cuando vuelva de la enfermería? — Preguntó tímidamente una de las chicas que estaba reunida en la sala con los demás.

— No sé si él este de humor para una fiesta, Hanna — respondió Katie Bell.

— Pero algo debemos hacer, para que sepa que lo apoyamos — continuo la otra.

— No creo que sirva de algo ahora. McGonagall lo transferirá a otro colegio pronto — interrumpió Davies.

Todos hicieron un ruido de sorpresa excepto los Slytherin, que al parecer ya estaban enterados de ello.

— ¿Por qué? El no hizo nada. — respondió Hermione con un tono de irritabilidad. — Mejor deberíamos buscar a los cobardes que hicieron esto, no pueden ir libres por la vida tan fácilmente, McGonagall los expulsara y yo misma me encargare de que todo mundo sepa la basura que son.

Si le hubieran dicho que algún día defendería a Draco Malfoy, ella hubiera reído de lo ridículo que sonaba, pero ahora su forma de pensar se habia transformado. Hermione notó que Draco Malfoy mismo había cambiado, dándole el mejor ejemplo de que las personas pueden mejorar si estaban dispuestas.

— Es por eso exactamente que no podemos hacer nada en contra de ellos — dijo Pansy irritada — si no queremos morir en Azkaban, debemos aguantar esto, hasta terminar el curso. Es una de las condiciones que nos hicieron firmar.

— En ese caso, ¿No es mejor para todos ustedes si también son trasladados? — menciono Ron con preocupación.

— Eso mismo nos dijo la directora, es por eso por lo que en unos días ella irá a reunirse con otros colegios, para que acepten el traslado de todos nosotros, pero aún no hay nada asegurado. — respondió Pansy.

ENDING SCENEWhere stories live. Discover now