Multiversus of ragnarok (shuumatsu no valkyrie)

Capítulo 14: La maldad absoluta

"Señor Hades... ¿Cree que es seguro que Hércules sea el que luche por los dioses ahora? Después de todo, él es mitad humano", decía uno de los más fieles sirvientes de Hades a su señor mientras se dirigían a algún lugar.

 "Desconozco el paradero actual de Apolo, ese dios hace lo que quiere, y por ende, solamente Hércules es el dios griego que queda en la lista. Puede que sea mitad humano, pero hace miles de años que es hijo de Zeus; él ganará", decía Hades, confiado con su posible nuevo título como el soberano del Valhalla, mientras abría una puerta, pues habían llegado a su destino. 

"Querido hermano Poseidón, ¿imagino que viste lo que pasó en la arena, verdad?" Preguntaba el rey de todo, que había entrado a la sala de estar del rey del mar. Poseidón estaba parado viendo la pared y su reacción fue simplemente apretar con fuerza su tridente. 

Hades continuó: "Poseidón, nuestro hermano murió haciendo lo que más amaba, luchando. Por eso, si bien estoy triste, también estoy feliz y orgulloso de él. Tendremos tiempo de llorarlo. Ahora, para que no se desestabilice el orden en los cielos, es necesario que ocupes su lugar como el cuarto dios supremo, junto a mí, Odin y Shiva". 

Hades quería a sus hermanos más que a nada en el mundo, pero también sabía quién era y sabía la importancia que tenía para el orden y estabilidad del universo. Poseidón, ese dios frío, orgulloso y arrogante, solamente soltó una lágrima y con una voz un poco quebrada dijo: "Tengo cosas más importantes que hacer. Volveré al mar", y se fue caminando de la sala.

 Hades volteó al ver cómo su hermano sostenía con mucha furia su tridente, y si bien no dijo nada, pensó: "Hermano, ¿por qué empuñarías tu tridente para volver al mar? Aun así, no voy a detenerte". Segundos después, se empezó a escuchar el silbido de Poseidón; alguien estaba a punto de morir.

HEIMDALL: EL COMBATE ENTRE HÉRCULES Y GAROU... COMIENZA

Hércules: Creo que escuché mal... ¿dijeron que eres la maldad absoluta?

Garou: No atormentes a tu cerebro, muy pronto te lo haré saber.

Hércules: Lo descubriré por mí mismo

Luego de ese pequeño intercambio de diálogos, vimos algo que nunca antes se había mostrado en el Ragnarok. Ambos luchadores se lanzaron con todo contra su rival, y a esto le siguió un duro intercambio de golpes. Ambos empezaron a encajarse puñetazos, sumado al arma de Hércules que también estaba utilizando. Ninguno esquivaba, era fuerza bruta completamente. 

El público estaba sorprendido: "Empezaron a luchar desde el segundo 1. Esto contrasta mucho con Shiva y Yujiro, que ninguno de los dos quería empezar", decía un humano. "Se nota que Hércules es mitad humano. Esto es prácticamente un duelo entre alfas para ver quién la tiene más grande", decía un dios de la grada en tono burlón. 

Los golpes encajaban directamente en el otro, haciendo retumbar toda la arena con cada uno de ellos. Garou parecía que disfrutaba de esto, Hércules, en cambio, estaba concentrado en su misión de exterminar la maldad. 

Afortunadamente para él, sus golpes resonaban con mucha más fuerza que los de su rival, y en un momento encontró un ángulo para golpear a Garou en la cabeza con su garrote. Garou, con su sexto sentido, inmediatamente detectó que ese golpe podría noquearlo.

 Como esto apenas empezaba, al ver que se acercaba el golpe de Hércules, no tuvo más remedio que renunciar al combate de fuerza bruta. "Puño de agua que fluye, roca aplastante", susurró Garou e inmediatamente desvió el ataque de su oponente con una sutileza increíble y aprovechó el impulso y la abertura para encajarle un golpe en la mejilla que mandó al dios a volar.

Garou al ver que su rival estaba en el suelo, se tomó unos segundos para recomponerse, respirar y decir orgullosamente: "Los dioses sin duda destacan por su fuerza sobrehumana, pero las artes marciales se crearon para que el humano pueda alcanzar a los dioses. Tiemblen, dioses... el mayor invento de la humanidad acabará con ustedes".

 Todo el público humano gritó de emoción con las palabras de Garou. Las artes marciales que llevan más de 4000 años practicando habían llegado a su punto culminante en ese humano, ya que aquel que lograra la cima de las artes marciales alcanzaría a su paso a los mismísimos dioses. 

Garou quedó un poco desconcertado al ver que todo el mundo estaba coreando su nombre de felicidad. Su corazón palpitaba: "Nunca me habían apoyado así. Parece que piensan que soy el bueno. Gracias, Saitama, por invitarme a este lugar... sin embargo".

[Hace 5 días]

 Garou se encontraba conversando con su maestro Silver Fang, uno de los héroes más grandes de la historia. Día tras día enseñaba a su discípulo a convertirse en uno con las artes marciales. Silver Fang era muy duro y estricto, pero debía serlo para que su alumno no se volviera a descontrolar y destrozara el cielo. 

En ese momento llegaron Saitama, en un estado casi depresivo, Genos y Brunildhe. Tras un amistoso saludo de Silver Fang, Saitama procedió a contar un poco la situación y terminó con un: "Pero al parecer no puedo luchar por tan solo 1 día de diferencia, así que creo que a ti te interesaría participar y enfrentar a un dios". 

Garou inmediatamente quedó interesado. Si bien llevaba años mentalizándose para convertirse en las artes marciales en sí, por dentro todavía quedaba una pequeña parte de su alma a la que le faltaba algo, y ese algo quizás lo encontraría volviendo a ser la maldad absoluta.

 La ventaja de volver en su mejor momento de vida le permitiría volver al punto justo antes de aceptar el poder de dios. Silver Fang en un momento se negó y advirtió a Garou, pero enseguida entendió que esto era parte del camino de su estudiante, por lo que solo suspiró y dijo: "Más te vale que vuelvas pronto para que pueda regañarte por lo que vas a hacer". Tras una sonrisa, se escuchó la palabra mágica: VOLUND.

El "Puño de agua que fluye, roca aplastante" era una técnica de defensa y contraataque. Garou, en su camino hacia la perfección, la había dominado hasta un nivel incomparable. Pero en su afán de demostrar su maldad, decidió utilizar una técnica ofensiva que llevaba más de un siglo sin utilizar. Hércules se abalanzó hacia su rival, pero esta vez no fue necesario una lluvia de golpes, porque Garou se adueñó del combate diciendo con una suave voz: "Puño de remolino, acero cortante". 

El ataque de Garou iba dirigido al brazo con el que Hércules pretendía atacar, una ráfaga de viento que le cortaría el brazo a cualquier ser humano. Aun así, el brazo de Hércules no se separó de su cuerpo, y el golpe dio de lleno en el rostro del monstruo, quien utilizó en ese mismo instante una vez más el "Puño de agua que fluye, roca aplastante", contraatacando y devolviendo el golpe en el rostro a Hércules.

 Este golpe iba con la fuerza justa para que su rival no vuele por los aires pero que si por la inercia del golpe se viera obligado a girar el torso de su cuerpo dejando una abertura entre este y el brazo que intentó cortar Garou. Inmediatamente, el monstruo sujetó al dios del brazo y, utilizando el "Puño de remolino, acero cortante" en su máxima potencia al tener una distancia mínima, logró cortarle el brazo en varios pedazos, dejándolo destrozado y arrancando el pedazo de carne que le quedaba con un poco de fuerza bruta, en una escena tan asquerosa como explícita.

 El público quedó horrorizado por lo que estaba viendo. Varios tuvieron que salir para vomitar. Guerreros como Tanjiro ya habían cortado brazos de sus rivales, pero lo que hizo Garou, partiendo el brazo a su rival en cientos de pedazos, era una escena nunca antes vista.

 De hecho, la escala de dolor sería tan alta para un humano mortal que probablemente el cerebro activaría su último mecanismo de defensa, que lleva al cuerpo a una desactivación total y muerte instantánea. Aun así, Hércules no era cualquier humano, y a pesar del dolor, estaba más que vivo y dispuesto a darle una lección de justicia a su rival. El combate se iba a poner mucho más sangriento y con una escala de poder mucho mayor a la que vimos al principio.

Garou se detuvo orgulloso y con una gran sonrisa al ver la escena:" SII TIEMBLEN ANTE MI... LES VOY A DEMOSTRAR, EL VERDADERO ROSTRO DE LA MALDAD ABSOLUTA"