Feelings ;; NUzi

El castigo humano

En toda la zona se escuchó una risa bastante curiosa.

Una risa maniática.

Una risa que los tres drones que se encontraban en ese campo de batalla lograban escuchar.

Una risa que lograban reconocer.

N tomó consciencia de inmediato al escuchar esa risa, una risa que jamás había escuchado, pero sin dudas le sonaba familiar.

Quizo correr para ver que es lo que estaba pasando, pero su cuerpo estaba repleto de cadenas.

Manos, pies y su torzo estaban atados con grandes y pesadas cadenas, enterradas en el suelo, para retener al dron la mayor cantidad de tiempo posible.

El joven trató de zafarse, pero lo único que ganaba con ello eran descargas eléctricas qué lo debilitaban.

- ¡Ay no! ¿¡Qué voy a hacer ahora!?

N levantó la mirada, solo para ver que había una especie de cúpula en el campo en el que se encontraban, al igual que muchas luces tenues amarillas brillando y parpadeando.

- Eso... Eso no es el cielo... Y esas no son estrellas... —Dijo N para si mismo.

La risa volvió a escucharse, la voz se extendía por todo el campo, y al mismo tiempo, hacía eco.

Nuevamente, desesperado, el dron trató de usar alguna de sus armas para liberarse; intentó con sus garras, su espada, incluso su cañón, pero solo ganaba descargas eléctricas más intensas, dejándolo en el suelo por la debilidad que le había causado.

Cuando el joven creía que las cosas no podrían salir peor, el suelo comenzó a temblar.

- ¿¡Qué!? ¿¡Ahora qué!?

Un par de luces se encendieron desde lo alto, todas apuntando hacia la celda, y como si se tratara de algún partido de fútbol, un megáfono se encendió, un megáfono que se podía escuchar en todo el lugar.

- ¡¡Bienvenidos mis queridos drones de desmontaje!! —Tessa era quien hablaba, se le escuchaba muy animada y emocionada.

N miró a todos lados, tratando de buscar de donde provenía la voz.

V y J hicieron lo mismo.

- ¿¡Están listos!? —Tessa parecía ser la comentadora de algún juego, eso le daba ideas a los drones encadenados.

Bastantes risas y ánimos se escucharon en toda la zona, provenían del cielo, de esas estrellas.

- ¿Acaso son...?

- Más drones de desmontaje, como nosotras... —J continuó lo que V iba a decir. Ambas se miraron, no iba a salir nada bien.

- ¡¡Presten atención mis queridos drones!! Les daré las reglas del juego. —Soltó una risita.

El suelo seguía temblando, pero sólo para N. No podía entender que sucedía, cuando de pronto varias varas metálicas comenzaron a salir del suelo. Todo esto mientras Tessa seguía hablando.

- ¡Lo único que deberán hacer es mostrarme sus habilidades de batalla! Deberán destruir al enemigo... o en este caso, enemiga... —Otra risa salió de la boca de Tessa, el trío de drones supo inmediatamente de quien se trataba.— La cual saldrá de esa celda, ¡Es un peligro para el mundo! ¡Ustedes deberán acabar con ella!

Más bullicio se escuchó en el lugar, más intenso que antes.

Las varas encerraron a N, creando una jaula donde el chico quedó encerrado. Trataba de salir y romper aquella celda, pero solo le causaba el mismo efecto que las cadenas.