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🅗︎🅞︎🅓︎🅓︎🅘︎🅔︎
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Despierto súbitamente recostado sobre el colchón, bajo la oscuridad del cuarto, alterada por la luz que se escabullía por los bordes de la puerta entreabierta del baño.
Es TN; había dejado su lado de la cama correspondiente vacío y destapado, aguardándola con la forma de su cuerpo impresa en las sábabas.
-- ¿TN? -- Aviso de mi presencia detrás de la puerta y pido permiso con un par de toques en la madera para acompañarla.
-- ¡Ay!, ¿te he despertado? Perdón. -- Habla desde dentro una voz nerviosa, concentrada en lo que sea que esté haciendo y no tanto en mi inoportuna llegada. -- ¡No entres! -- Me detiene cuando muevo un poco el portón.
-- Discúlpame. -- Me retiro un par de pasos y me vuelvo parte del silencio de la habitación.
"Tch" Oigo su queja hacia algo desconocido y murmura palabrerías que no entiendo, pero reconozco que está enfadada. Tengo impulsos de socorrerla en aquello que sea que le está costando tanto; pero me niego a entrometerme en su intimidad. Inconscientemente mi impaciencia se exterioriza en mi pierna temblorosa que poco a poco crea una susurrante melodía desagradable con golpes en el aire y roces de mi pantalón.
-- Am. -- Habla por fin, pero no sé si es hacia mí. -- Oye, Brian. -- Suaviza su tono. -- ¿Sigues despierto?
-- Sigo aquí. -- Respondo como si hubiese estado esperando con ansias este momento.
-- Es que te necesito.
Me aproximo a la entrada, mentalizado en volver a golpear, pero ella ya ha abierto para cuando llego.
-- Me ha bajado la regla esta noche. -- Explica con vergüenza y sin mirarme a los ojos. Es algo natural en la mujer; aunque yo nunca me había dado cuenta de cuándo estaba en sus días. Mi respuesta es asentir con la cabeza y aguardo a que continúe sin interrumpciones. -- Y necesito un pantalón. -- Concluye.
-- En seguida te lo traigo.
•••
-- ¿Estás bien? -- Me adelanto a preguntar cuando sale del baño, vestida con el pantalón de pijama tan adorable.
-- Sí, gracias. -- Sonríe con ternura y estira agradecida su mano hacia mi brazo para acariciarlo.
-- ¿Te duele algo? -- Hago el amago de acercar mi palma a su estómago, pero ella retrocede un paso, rechazándome y confundiéndome en respuesta.
-- No, estoy bien... -- Coloca la suya sobre esa zona para darse friegas. Confirmo así que, en efecto, siente molestia en su vejiga. -- En serio.
-- Ven. -- Acorto la distancia y sustituyo su mano por la mía. -- ¿Te molesta aquí? -- Acaricio su bajo estómago, muy hinchado. -- No te atrevas a engañarme, odio cuando finges para que no me preocupe. -- De manera inconsciente frunzo el ceño y centro toda mi atención en las caricias que le estoy proporcionando con el intento de suavizar el dolor.
-- Sí... -- Susurra.
-- Voy a traerte una infusión y (tu chocolate favorito). ¿Quieres algo más? -- La miro a los ojos y ella me devuelve el gesto.
-- No, nada, con eso está bien.
-- Sé que no has cenado nada. -- Ella ahora desvía sus ojos al piso. -- Hoy te libras porque te sientes mal, pero mañana voy a matarte. -- Comento con ironía y beso su frente. -- Tienes que comer más, ¿de acuerdo? -- Paso el dorso de mi mano libre por su mejilla y ella asiente con culpa. -- Túmbate en la cama, en seguida vengo.
-- Brian. -- Agarra mi mano antes de que me aleje demasiado. -- Gracias. -- Murmura.
Esta vez sonrío yo y me acerco para besarla en los labios, levantando su rostro con mi dedo índice en su mentón.
