𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁 (Parte 1/2)

1.7K 86 26
                                    

Larga fue la espera para que tus padres salieran de casa por la noche; pero finalmente tuviste suerte y el día reclamado llegó: ahora podías invocar a (tu Proxy favorito/Slenderman) y tal vez hablar con él, aunque te conformarías con solo verle. Tenías todo planeado al dedillo, habías memorizado una serie de alternativas en caso de que algo saliera mal, a excepción de un incidente: porque nunca te habrías planteado que pudieran hacer algo así. Fue después de la invocación cuando esto ocurrió.

𝔰𝔩𝔢𝔫𝔡𝔢𝔯𝔪𝔞𝔫

-- Treinta elefantes se bal-...

¡PUM!

La puerta cerrada de tu habitación es empujada con tanta fuerza que golpea con estridencia y monstruosa violencia el tope en el suelo como si su intención fuera arrancarlo. Sin embargo, nadie accede al cuarto oscuro vagamente iluminado por una vela negra bailarina que, tras el portazo, parecía tener vida propia.

Del susto retrocedes, arrastrándote por el suelo, y contemplas con pánico la entrada vacía. Sabes que en unos segundos le verás entrar, su figura negra, esbelta y tentaculizada te provocará un desmayo y quién sabe lo que haría contigo después; aunque eso sería lo mejor que podría pasarte; pero, no, no pasa por el umbral porque él ya está dentro contigo.

"Hhhhh... Jajajaja... Hhhhh... Ssh..." Tus oídos generan un pitido y crees reconocer una risa ronca entre ruidos insoportables y molestos, cual radio estropeada que ruge sobre los cortos y a penas reconocibles versos de alguna canción. No existen, sin embargo: están solo en tu cabeza. "Hhhh... Hhhh... Hhhhh..." El zumbido no cesa, es muy molesto y desconcertante, más cuando no pudes simplemente apagarlo con un interrupor; ruegas a Dios que acabe pronto, agarras tu cabeza por instinto y cierras con fuerza los ojos, como si así fueras a solucionarlo o un método de escape improvisado a lo que sea que estaba molestándote.

Sin esperártelo te agarran del cabello y tiran de este hacia arriba en una coleta de tortura, te empujan con desprecio. Caes de rodillas en el duro suelo al lado del colchón de tu cama, donde apoyas tus brazos y te impulsas para ponerte en pie. Tus tobillos se quejan en un agudo dolor, tus rodillas escuecen y estás muy débil, a penas puedes incoporarte bien. Ese dichoso barbullo te desorienta más de lo que te incordia.

Lágrimas de impotencia emergen para acompañar tus sollozos lastimeros y arrepentidos, es irónico pero aunque la puerta permanecía abierta tenías la sensación de estar enjaulada y controlada por una fuerza superior que se escapaba de toda razón humana, algo con lo que no ibas a poder competir, intentar salvar tu vida tampoco era una opción. La habitación se hace más pequeña cada vez que levantas tu mirada nublada, tu cabeza da vueltas, ves todo de color blanco y negro con muchos puntos blancos móviles.

Estiras el brazo para tomar tu celular, tenías que llamar a alguien: palpaste el suave colchón buscándolo, pero no está donde lo dejaste, ha desaparecido. Comprendes a estas alturas que los rumores sobre Slenderman son verídicos; si hubieses sabido que era tan peligroso no te habrías atrevido a provocarlo jamás.

Proxies are the type of boyfriend...Where stories live. Discover now