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—¿Revisaste mi bolsa? —Wonwoo preguntó taladrando con la mirada a Mingyu. Había tomado la pistola del gabinete cuando tomó la pañalera de Wooyoung. No estaba seguro de lo que Shanta haría, pero Wonwoo tenía toda la intención de proteger a su hijo.

—No te conocemos. Claro que la revisé. —Jaehyun escupía veneno. Mingyu se puso de pie entregando a Wooyoung a Wonwoo mientras su presencia parecía aumentar rápidamente en la recámara, el miedo lo inundó cuando Mingyu se dirigió hacia el hombre que sostenía la pañalera de Wooyoung.

—Hijo, te amo con todo mi corazón. Pero si le hablas de esa manera de nuevo, te mostraré algunas lecciones de modales. ―La amenaza en las bajas y lentas palabras no dejaba lugar a dudas de lo que Mingyu haría.

Wonwoo tragó saliva, viendo a ambos hombres. Se parecían tanto que no había duda de que era uno de los hijos de Mingyu. Eso confundió a Wonwoo. ¿Por qué amenazaba a su hijo por la manera en que le habló a Wonwoo, a quien acababa de conocer?

—Si, señor —dijo el hombre girándose y saliendo.

—No deberías de haber hecho eso.

Mingyu se giró, el fuego en su mirada era evidente. —Si, debo hacerlo. Nadie te hablará de esa forma.

—Pero nos acabamos de conocer —Wonwoo declaró lo obvio.

—Y somos pareja. Ellos te respetarán o sabrán lo que significa que sus traseros sean pateados por un real oso. 

Dios, el hombre era caliente como el infierno cuando era feroz. Wonwoo alejó la vista, sintiéndose el hombre más afortunado del planeta.

Pero aun así...

—Ellos son tus hijos. Deberías de explicarles primero. Él no sabe.

—Cierto, pero Jaehyun lo sabe bien. Él fue criado con modales. Debería de haberme preguntado antes de confrontarte.

Wonwoo quería argumentar, pero podía ver que Mingyu era firme en eso. No discutió, no era su casa ni su lugar. Infiernos, acababa de llegar. Wonwoo no conocía nada de Mingyu. Cuando Wonwoo vio al suelo, vio el brazalete en su muñeca. Eso le recordó que aún seguía siendo cazado.

—¿Llamaste a mi tribu?

Wonwoo levantó la vista para ver la confusión en la cara de Mingyu, sus ojos grises fijos en la cara de Wonwoo. —¿Por qué les llamaría?

Wonwoo se encogió de hombros, caminó hacia la cama y acostó a Wooyoung, rodeando al bebé con almohadas, asegurándose de que no rodara de la cama. —Encontraste a un elf inconsciente en la caja de tu camioneta. Sería lo más lógico que lo hicieras. —Eso hubiera sido lo primero que él hubiera hecho.

—Eres un Kim. Nosotros cuidamos de los nuestros. No llamé a nadie.

El alivio inundó a Wonwoo mientras veía sobre su hombro. Mingyu estaba ahí viéndose fuerte, confiado y hermoso como el infierno. —Gracias.

—No voy a interrogarte y lograr que huyas, pero quiero saber contra qué me enfrento. 

El hombre tenía el derecho de saber. Pero Wonwoo podía sentir que el agotamiento finalmente lo golpeaba. Se había desmayado en la camioneta de Mingyu, pero su cuerpo no se sentía como si hubiera descansado lo suficiente. Subió a la cama y se acurrucó al lado de Wooyoung mientras cerraba los ojos.

—Te explicaré todo mañana.


❄️❄️❄️


—Es un bebé, imbécil —dijo Jaemin mientras él y Hyunjin veían a Wooyoung.

Día de invierno -Meanie/MinWon-Where stories live. Discover now