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Wonwoo podía sentir el calor del agua caliente correr por su pecho mientras oía a alguien meter una toalla dentro del agua. Siguió acostado disfrutando de la sensación de sus músculos relajándose mientras sus ojos seguían cerrados.

Se sentía maravilloso.

Había alguien detrás de él, en el agua con él, siendo la más suave y dura almohada que hubiera sentido. La pared de músculos le ofrecía el más lujoso de los placeres mientras comenzaba a salir del sueño.

Hasta que recordó lo que le había sucedido. Wonwoo despertó, el agua cayó en sus ojos cuando los abrió. —¡Wooyoung!

—Él está a salvo, Wonwoo —dijo Mingyu detrás de él, envolviendo sus brazos alrededor de Wonwoo y bajándolo—. Está con sus hermanos.

—Pero Shanta... —Wonwoo gritó mientras luchaba por salir de la tina.

—No se va a acercar a Wooyoung. Les dije a sus hermanos que lo protegieran.

Wonwoo lo vio sobre su hombro. Viendo a Mingyu sonreírle. Esa sonrisa le recordó a Wonwoo lo muy hermoso que realmente era Mingyu. Dudó durante un gran momento y entonces se recostó, confiando en que Mingyu no mentiría sobre su hijo.

Se apoyó en el pecho de Mingyu mientras veía su cuerpo. Mingyu era mucho más alto que él, ocupando más espacio en la enorme tina que Wonwoo. —¿Qué sucedió?

Wonwoo trató de recordar, pero después de que Shanta lo había atacado y secuestrado, las cosas estaban un poco confusas. Pero recordó al líder diciendo algo acerca de poner sus manos en Wooyoung. Había luchado con el líder hasta que sintió un pequeño piquete en el cuello y entonces todo se volvió negro.

—Te drogó.

Wonwoo podía oír el dolor y la ira en la profunda voz de Mingyu. Wonwoo inclinó la cabeza hacia atrás y vio en los ojos gris claro de Mingyu un tinte de miedo. Ni siquiera quería volver a ver eso en los ojos de su pareja.

Wonwoo gimió cuando sintió las manos de Mingyu recorrer su abdomen, sus dedos jugaron durante mucho tiempo con el ombligo de Wonwoo. Giró la cabeza y fue cuando notó las velas.

Estaban en todas partes, dando una iluminación romántica mientras música de jazz inundaba el cuarto.

¿Cómo infiernos se le había pasado eso?

—¿Planeabas cortejar a un hombre inconsciente? —Wonwoo provocó.

La risa de Mingyu vibró en su pecho, enviando ondas de placer que recorrían a Wonwoo. Su pene era largo y comenzó a levantarse en el agua.

—No, iba a esperar hasta que estuvieras consciente, aunque ya estaba poniéndome impaciente. Iba a tener que cortejar a mi pareja durmiente.

Wonwoo sonrió y palmeó el desnudo muslo de Mingyu. ―Podrías hacerlo.

Mingyu se rio una vez más mientras sus manos vagabundeaban por el cuerpo de Wonwoo y alcanzaron sus pezones. Grandes y bronceados dedos pellizcaron sus sensibles pezones, retorciéndolos hasta que Wonwoo estaba jadeando. Podía sentir el largo eje de Mingyu debajo de él, que creció y engrosó en un segundo.

Wonwoo frotó su culo arriba y abajo del pene de Mingyu, queriendo que su oso hiciera exactamente lo que tenía en mente. Necesitaba sentir a su pareja dentro de él, recordándole que estaba a salvo y en los brazos del único que lo protegería con su vida.

Necesitaba la seguridad, necesitaba saber que estaba a salvo más de lo que necesitaba respirar en ese momento.

La música fluía alrededor de Wonwoo mientras los labios de Mingyu acariciaban su cuello. La piel se erizó en piel de gallina mientras las manos de su pareja exploraban su cuerpo, sus uñas suavemente rasparon la piel de Wonwoo. Siseó cuando Mingyu hundió sus dientes en los hombros de Wonwoo, reclamándolo una vez más.

Día de invierno -Meanie/MinWon-Where stories live. Discover now