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Mingyu podía decir que algo molestaba a Wonwoo. Los ojos de su pareja parecían nublarse con esa falsa sonrisa. Sabía que todo era extraño y nuevo para su pareja. Era un infierno empezar en un lugar que no era familiar.

Mingyu hacía su mejor esfuerzo para que Wonwoo se sintiera bienvenido, pero sabía que era solo cuestión de tiempo para que su pareja se acostumbrara a su nueva vida.

Le tendió la mano a Wonwoo. —Vamos, daremos un paseo.

Wonwoo abrió más los ojos viendo a Mingyu con esos hermosos ojos café-chocolate. —¿Quieres que suba a ese gran caballo?

Se rio y tomó la mano de Wonwoo ayudándolo a subir. Una vez que Mingyu había colocado a Wonwoo frente a él, chasqueó la lengua para que Amor Perdido empezara a moverse. —¿Estás caliente?

Wonwoo asintió y jaló más fuerte la manta en sus hombros. ―Con la manta y tu caliente cuerpo, estoy quemándome.

Mingyu apretó sus brazos alrededor de Wonwoo mientras guiaba a Amor Perdido por los terrenos de su propiedad. Era una magnifica vista, especialmente ahora con la manta de nieve sobre la tierra. Mingyu se sentía feliz en lo profundo de su interior con su pareja sentado tan cerca. Era un momento tranquilo y pacífico, una intimidad que no requería palabras. Nunca pensó en encontrar a alguien con quien compartir ese tipo de belleza y Wonwoo parecía ser ese perfecto alguien. 

Amor Perdido caminaba lentamente, permitiendo a Mingyu y a Wonwoo disfrutar el placer de un momento a solas. Su casa siempre estaba ocupada, tener tiempo a solas era raro. Mingyu apoyó su mentón en el hombro de Wonwoo, suspirando alegre. Su pareja olía maravillosamente, como a tierra salvaje. La única cosa mejor que ese olor era la sensación de Wonwoo acurrucado en sus brazos. El hombre ajustaba perfecto.

—¿Te arrepientes de reclamarme? —Wonwoo preguntó en un murmullo, su voz quebró el silencio que Mingyu estaba disfrutando mucho.

Mingyu guió el caballo alrededor de una gran roca mientras sopesaba la pregunta de Wonwoo. ¿Por qué preguntaría algo así? —No —contestó honestamente—. He estado solo mucho tiempo, Wonwoo. Nunca pensé ni siquiera que tendría una pareja. Eres una bendición para mi vieja alma.

Wonwoo lo miró, sus cejas juntas. —No eres viejo.

Mingyu le sonrió a su pareja, besando su roja-rosada mejilla. —Te sorprenderías.

Wonwoo se giró y suspiró. Presionó su espalda contra Mingyu, sintiendo que había hecho sonreír a Mingyu.

Siguieron cabalgando, pero la temperatura era muy fría, Mingyu estaba preocupado por su pareja. Wonwoo parecía feliz en sus brazos, no se quejaba por el frío. Guió a su caballo hacia la pradera, apreciando los árboles con nieve cubriendo las ramas. Pero nada podría ser mejor vista que el ver a Wonwoo acurrucado en él.

—¿Tus hijos están enojados porque soy tu pareja? —Wonwoo preguntó después de lo que sintió horas de pacífico silencio.

Mingyu vio a su pareja, preguntándose de dónde había sacado una idea como esa. ¿Algunos de sus niños le habrían dicho algo a Wonwoo? ¿Por qué Wonwoo le estaba haciendo esas extrañas preguntas?

Si alguno de sus hijos le había dicho algo grosero a su pareja, él iba a arrancarle la piel.

—Son gay. No creo que el que seas un hombre sea un factor que moleste a alguno, Wonwoo. —Quería preguntarle a su pareja por qué hacía esas preguntas, pero sabía que Wonwoo no se lo diría. No era del tipo que acusara a alguien.

Wonwoo se quedó en silencio, haciendo que Mingyu pensara más. Quería saber cuál de sus hijos le había dicho algo. Una pregunta así no caía de cielo. Mingyu lo dejó ir por ahora, rehusándose a arruinar la escena en su romántica cabalgata con Wonwoo.

Día de invierno -Meanie/MinWon-Where stories live. Discover now