Capítulo 13

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—A ver, veamos. ¿Por dónde puedo empezar? —Gildarts rascaba su barbilla. Pensando cómo organizar sus ideas—. Creo que lo más conveniente sería empezar a contarles desde que cumplí los veinte años —ambas chicas se expresaron diferente. Kana arrugó su expresión ante la idea del tiempo que se llevarían platicando, Bisca por otro lado, se acomodó mejor en el sillón recargando sus codos sobre sus piernas, recostado su rostro en sus manos—. Como podrán imaginarse, era como cualquier adulto joven; rebelde sin causa, "viviendo" de bar en bar, casi ni me encontraba en casa, y no es por presumir chicas, pero tenía mucha fama con las chicas.

—Ay aja —se expresó Kana con sarcasmo.

Su padre se rio entre dientes ante como se expresó su hija —Bueno, retomando, era más que obvio que tenía a mis padres, a tus abuelos Kana, muy fastidiados y molestos por la forma en cómo me comportaba y también como estaba destruyendo mi vida y cuerpo de poco en poco —de su pantalón, sacó una cajetilla de cigarros y aprovechando de tener el cenicero a un lado, encendió uno una vez que se lo tuvo entre sus labios. Aspiró un poco, y al soltar la bocada de humo, siguió relatando—. Hasta que una noche, después de cenar estuvimos platicando por casi una hora completa hasta finalmente llegamos a la conclusión, de que, si no me interesaba en lo absoluto estudiar o sacar un título universitario, que mejor opción que unirme al ejército, y aun mejor, a la Fuerza Armada de Autodefensa.

—Sabía que serviste en el ejército, pero jamás en la JGSDF —volvió a tomar la palabra Kana, comentando con duda.

—Y eso es solo el comienzo, hija mía —confesó. Volviendo a inhalar otro poco del cigarro—. Después de cumplir con todo el entrenamiento básico como cadete y graduarme con honores, pensé que me podrían en un puesto cualquiera y no tan sobresaliente; como ser cocinero, o el chofer de algún oficial de alto rango, pero como terminé siendo de los cadetes mejor capacitados en el entrenamiento, me terminaron asignado en el pelotón Alpha en el cual se encontraban Ryunosuke Dragneel, Takeo Bushida y otros nueve compatriotas.

—Aguarda, aguarda —nuevamente, la heredera de sus escasas pertenencias lo interrumpía. Muy sorprendida—. ¿Dijiste Dragneel?

—Así es, Dragneel —al confirmar el apellido, ambas chicas intercambiaron miradas con la misma expresión sorprendida. Esbozando una media sonrisa, volvió a inhalar del cigarro—. El padre de Natsu, también sirvió en el ejército, y fuimos compañeros de pelotón.

—Un momento, ¿quién es Takeo Bushida? —preguntó Bisca, una vez que el nombre resonó en su cabeza.

—Él y Ryunosuke habían terminado el entrenamiento un año antes de que yo ingresara. Y en base a los informes de los oficiales al mando de su entrenamiento y brigada, Takeo fue el cadete más completo, junto a Ryu —a pesar de aparentar calma, a los ojos de Kana pareció haberse tensado e intranquilizado al mencionar a dicha persona—. En los combates cuerpo a cuerpo era agresivo, pero certero en sus golpes, con el francotirador era peligrosamente preciso, y ni mencionar del resto de habilidades con el arsenal armamentista. El tipo era alguien realmente peligroso...

—Te estás desviando del tema, viejo —interrumpió Kana, no por falta de interés de saber más sobre aquel Takeo Bushida, simplemente no podía pasar desapercibido el constante movimiento intranquilo de la pierna real de su padre.

—Cierto, perdóname cariño —terminó su cigarro, aplastando la colilla en el cenicero, pero aun teniendo ese tic en la pierna buena—. ¿En qué me quedé? Ah si, ya me acorde. Tiempo después de haber ingresado al pelotón, no demoré en que nos asignaran una misión. Infiltración en una base de operaciones terrorista. Querían traficar armamento ruso en nuestras calles —antes de continuar relatando, pasó su mano real por su rostro, removiéndose incómodamente en su asiento—. No les voy a negar que fue la peor experiencia que he vivido. Es muy diferente disparar a un pedazo de madera a una persona viva. Sé que te capacitan para eso, pero por mucho que seas el mejor de entre los cadetes, cuando disparas esa arma y le terminas arrebatando la vida a un completo desconocido, el cuerpo se te paraliza por completo, la visión se te nubla y tienen muchas ganas de vomitar.

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⏰ Última actualización: Apr 06 ⏰

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Natsu Dragneel-Kun 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora