Capítulo 6

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Un drama equivocado

— ¡Chicos! — grito asustado Remus. — ¡Mierda hay mucha gente!

Los paparazzis tomaron foto al instante que salieron por la puerta. Se amontonaban a montones.

— ¡Regulus! — los gritos de los fotógrafos eran aterradores. — ¡Sirius! ¡Cuéntenos sobre su encuentro!

Regulus pudo ver el miedo de Sirius por el montón de gente. Aunque los guardaespaldas intentan abrirles el paso los fotógrafos los superan en número.
Inconscientemente busco con el tacto el brazo de Sirius para arrastrarlo junto a él pero no encontró, se dio cuenta que los paparazzis los habían separado.

— ¡Dinos el porqué de la nada apareciste con The Marauders el día de hoy!

— ¡Dinos sobre tu relación con el jugador Mulciber!

— ¿¡Esto significa que has superado la muerte de tus padres!?

— ¿¡Tú y Sirius serán vistos más seguido!?

Hace tiempo que no tenía pánico ante los fotógrafos y los espacios cerrados pero hoy fue un día que realmente se estaba asustando y paniquiado, no lo dejaban respirar debido a que lo rodeaban, no tenía salida.

Una conversación se combinaba en su mente. Solo escuchaba "Regulus", "Sirius", "padres" y "muerte".

Su corazón se detiene.

—¡Mierda! — la voz de James se escuchó de fondo. — ¡No lo dejan respirar!

En un segundo su rostro estaba enterrado en el pecho de James, al parecer ese era el único lugar donde hallaba aire. Camino entre tropiezos dejando a James que lo guiará.

Los paparazzis seguían hablando y haciendo preguntas, pero él solo podía concentrarse en cómo James ponía su suéter encima de él, que gracias a que le quedaba grande le cubría la cabeza.

En unos segundos más de gritos y empujones solo siento los brazos de James alrededor de su cintura haciéndolo dejar de sentir el piso enredando sus brazos por el cuello de él por el miedo de caerse, debido a los movimientos que hacía James con sus piernas y que los gritos disminuían dedujo que subía los escalones de la camioneta.

— Reggie. — James le susurró sintiendo el suéter deslizándose por su espalda pero una así no dejaba de enterrar su rostro en su pecho. — Reggie. Ya estamos seguros.

Lo sé.

Se separó al instante de James y lo miró, él solo lo miraba amablemente. Regulus quería golpearlo.

— ¿Qué fue eso? — preguntó enojado. — ¿Sabes lo que pasará por lo que hiciste?

— ¿De qué hablas? — James parecía confundido. — ¿Estás enojado porque te saqué de ahí? ¿Enserio? ¿Nos odias tanto que te enojas porque te ayude a que no te mataran de estúpidas preguntas?

James parecía imponente cuando se mostró molesto, sus ojos sacaban fuego y su mandíbula se marcaba. Su cuerpo se acercaba más al del Regulus que en otro tiempo hubiera dado pasos hacia atrás pero parecía que ya no lo haría. Regulus se mantenía firme y su rostro sin ninguna expresión pero sus ojos describían una mirada fría.

— No importa cuanto odio les tengo para desear que desaparezcan de mi vida. — Se acercó más hasta sentir sus respiraciones juntarse, clavando su mirada en esos ojos chocolates. — Otra vez.

El enojo del rostro de James se esfumó y retrocedió.

— Lo que acabas de hacer es darles algo de qué hablar a la prensa. — Se acercó tal serpiente al cuerpo contrario y apuntó su veneno hacia él. — Y no le diste lo que queríamos si no lo contrario.

Entre el sol, la estrella y la fama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora