Entre el sol, la estrella y la fama

Capítulo 19

Canción usada:
Arctic Monkeys -505

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Otra vez

— ¡Rápido! ¡Rápido! — gritó Narcissa. — ¡Regulus tiene que salir de aquí en 5 minutos!

En realidad todo era un desastre. Su sala se encontraba llena de prendas de vestir, cinturones, zapatos, la mesa llena de maquillaje, todo estaba en caos. El partido empieza en 30 minutos y él apenas iba a la mitad de arreglarse.

— Mierda, Mierda. — una chica empezó a arreglar unos hilos sueltos de la camisa de satin verde que al ponérsela se desgarró. — Lo siento, ¿se puede arreglar?

— Si, claro. — lo tranquilizo.

— Narcissa, dame el control. — le pidió y está estresada le aventó el control remoto. — ya tenía que haber empezado la transmisión.

Y era así. Estaban entrevistando a la gente espectadora y una que otra animadora. Mucha gente, claro, era el último juego. Famosos ya sentados siendo entrevistados y puestos en las pantallas para ser expuestos si es que iban de incógnita.

— Así que dime, amiga. — dijo uno de los conductores. — ¿Qué es lo que más esperas de este último partido?

— Creo que las golpes brutales que dar Mulciber Bruce este día. — respondió la linda conductora.

— La misma zorra de siempre. — insultó Narcissa viendo a la conductora. — No entiendo como no la han despedido, no sirve para nada.

— Porque se acuesta con los jugadores. — respondió Regulus ayudando a ponerse el pantalón. — Así llegó a ser conductora.

— ¿Enserio? — respondió casi atragantándose con una aguja. — Sabía que esa perra no llegó ahí así como si nada, ¿Cómo sabes eso?

"Porque la encontré en mi cama con mi novio".

— Un día unos jugadores amigo de Mulciber vinieron a casa y se les salió decirlo. — aunque no era mentira, ellos sí lo habían dicho en frente de él.

— ¿Le gusta así? — preguntó una chica.

Una camisa de satin grande que casi caía de sus hombros dejando ver una camisa sin mangas blanca. Unos pantalones de Palazzo negros grandes con un cinturón con el logo de Versace, el pantalón era largo por lo cual tapaba la mayor parte de las botas negros que están venían con el mismo logo del cinturón en dorado. Accesorios dorados como pulseras finas, collares igual de finos para no quitar la elegancia.

— ¿Te gusta todo? — preguntó Narcissa por fin respirando tranquila, él asintió. — ¿El maquillaje? ¿El suéter por si te da frío?

A todo asintió y Narcissa procedió a llamar a Pandora para que lo recogieran.

El maquillaje era lindo y sencillo. Un poco de corrector para tapar las imperfecciones, el rímel verde oscuro que hacía resaltar el atuendo, el pequeño rubor puesto y el gloss rosa leve lo hacía parecer natural en cierto punto.

— Ya vienen llegando los Slytherin en su camión listos para devorar a los Cuervos.

Los compañeros de su pareja bajaban del autobús con ropa suelta, capuchas y audífonos para poner intriga. El último en salir fue Mulciber que fue el que más recibió gritos. Su pareja traiga la camiseta de juego, el número 22 resaltado.

— El auto está listo.

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— Llegará, amigo. — lo consoló Peter.