Capítulo 7

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Revelación

El ambiente era incómodo.

Siempre lo es cuando están juntos. El set estaba solo, ellos eran los únicos debido a que tendrían algunas horas para aprenderse la canción.

— Bien. — James se para de una bocina y camina hacia una guitarra cualquiera. — La canción en sí es sencilla, no necesitas tocar la guitarra y en si no tenemos tiempo para enseñarte a tocarla.

— ¿Disculpa? — Regulus estaba algo confundido.

— Si. No tenemos todo el día para enseñarte a tocarla. — la sinceridad de James hizo que Regulus jadeara con sorpresa y eso hizo que James lo mirara incrédulo. — ¿Qué?

— O eres ignorante o solo quieres hacerme enojar. — caminó hacia la guitarra de James, si, él sabía que era de él y sabía que a él no le gustaba que tocaran sus cosas.

— Esa es mi guitarra.

— No te pregunté.

Se acomodó en la silla y se puso la guitarra en el muslo. Al tenerla acomodada puso la púa entre sus dedos y tocó una nota chillona que desgastaba la cuerda. Sonrió al ver el disgusto de James.

— Dame las partituras. — extendió su brazo hacia Peter, él cual se las dio.

— oh, no. Es muy difícil. — expresó sarcásticamente.

James solo resoplo.

— Regulus. — James se acercaba a él para quitarle la guitarra pero tocó la primera nota. — Te enseñaré a tocar la guitarra después pero ahora necesitamos que aprendas la...

Regulus empezó a tocar las cuerdas con sencillez y sonrió para sí mismo con victoria.

— Prongs. — Sirius pasó su brazo por los hombros de James y lo miró con pena. — Regulus toca la guitarra desde que tenía cinco años.

La guitarra sonaba perfecta ante las manos de Regulus y no pasó desapercibido por James. El solo podía mirarlo a él, con su guitarra descansando en su muslo y sus manos encajando perfectamente en su guitarra.

Y ni hablar del espectáculo que experimentaban sus ojos antes la vista que le regalaba Regulus. Su cabeza agachada dejando caer el pelo ondulado en su rostro tapando los perfectos ojos grises azulados que estaban fijos en las cuerdas. Si bien, Regulus y Sirius eran parecidos, incluso cuando eran niños era difícil diferenciarlos, ahora podía encontrarles diferencias. Regulus portaba una cara más fina y marcada, una mandíbula y una nariz marcada recta pero sin exagerar. Sus ojos a diferencia que los de Sirius, los de él eran más finos y pagados, sus pestañas se pagaban a su párpado debido a lo largas que eran dándoles una mirada más profunda e intimidante.

James podía asegurar que el tiempo se detuvo cuando observaba a el menor de los Black, que no se dio cuenta que había acabado de tocar.

Al segundo siguiente tenía a Regulus acorralando entre su cuerpo y una bocina.

— Recuerda quien soy. — James estaba realmente perdido en esa sonrisa. — Se más de lo que piensas.

Regulus se separó al instante cuando las personas empezaron a entrar al estudio, dejando a James hiperventilando con los nervios de punta.

"Al parecer los tiempos cambian"

— Por cierto. — dijo Regulus alejándose de ellos. — Las consecuencias de que Potter quisiera ser un héroe sin que nadie se lo pidiera ya dio frutos.

— Lo sabemos. — habló por primera vez Sirius. — Pero se puede solucionar, solo hay que hallar una forma rápida, sencilla y listo.

— Y como soy el Black con más intelecto. — volteó hacia ellos. — Y ya lo solucioné.

Entre el sol, la estrella y la fama Where stories live. Discover now