Capítulo 21

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Roto y más roto

James nunca había entendido bien el manejo de las estrategias de las celebridades. Él no necesitaba una en realidad porque nunca se metía en situaciones como estas.

Regulus, Barty y Evan estaban hasta el cuello de cansancio.

Habían pasado tres días desde que Rita había lanzado ese video a toda red social posible. Los manager de los dos habían hecho lo mismo al mismo tiempo, una demanda por un delito de difusión de video grabado sin consentimiento. James no entendía muy bien aquello, en realidad al principio pensó que no se podía y quería saber cómo era posible pero ninguno de los manager tenía tiempo de responderle así que terminó siendo arrastrado hacia el sillón de el matrimonio — debido que seguían en su casa — y Regulus le pidió que lo abrazara, lo hizo, lo subió a su regazo y le dio un masaje desde la parte baja de la columna vertebral hasta el cuello.

Podemos demandar porque donde lo grabaron es propiedad de Barty. — susurraba en su oído mientras soltó un gemido al sentir como James presionaba más fuerte en un nudo que le dolía. — El video fue grabado sin consentimiento y es relativamente un video íntimo debido a los toques que hubo y sin mencionar que éramos menores de edad.

James ahora entendí en el problema que estaba metido Rita y el dinero que tendría que pagar para que la demanda se pagara.

— ¿Entendemos, Jamie? — preguntó mientras jugaba con su pelo.

Lo entiendo, amor. — le respondió en voz baja para después repartir besos en su cuello y masajear sus caderas y muslos.

Estamos cansados, ¿verdad? — James solo afirmó sin dejar de hacer su tarea. — Vayamos a la cama, necesito descansar.

Esa noche después de que Regulus se cepillara los dientes se acostó en la cama diciendo que en cinco minutos se cambiaría de ropa sabiendo que casualmente al despertar amanecería con solo su ropa interior y una camisa grande de la banda The Beatles. Evan les había dado una habitación juntos y habían estado durmiendo juntos desde hace tres días y las tentaciones de Regulus no se habían detenido. La primera noche se había cambiado de ropa tan lentamente y movimientos sensuales que hacían que su entrepierna quisiera despertar.

Reggie, amor. — rogó porque se detuviera, Reggie era una obra maestra.

Piel blanca, llena de pecas, sin un pelo que sobresaliera de su pecho o espalda y James empezó a rogar por su polla al ver la figura del más pequeño. Regulus hacía ejercicio por lo tanto tenía una masa muscular realmente resistente pero no dejaba de tener su figura pequeña. Hombros anchos y bajando seguía su pecho, listos para ser mordisqueados por él. Piel lisa, grandes gracias al ejercicio y para la mala suerte del miembro de Potter había unos perfectos pezones pálidos que gritaban que fueran comidos.

Pasa este momento ya sabía que Regulus se había dado cuenta que había cumplido su misión, tentar al mayor. Se había puesto una camisa pero parecía que la tela no le convencía así que decidió cambiarla y torturarlo aún más.

Su cintura.

Había mucha similitud entre el cuerpo de Sirius y el de Regulus pero la diferencia era que Sirius era más pequeño que Regulus y Sirius tenía más caderas que el menor pero la cintura de Reggie ganaba a cualquier modelo que le pusieran, ¿cómo era posible que aún que haya hecho ejercicio para subir de más masa muscular aún tuviera una cintura diminuta? No sabía la respuesta pero agradece los resultados y el hecho que si lo tomara de la cintura podría cubrirla con sus dos manos.

Si quieres ver más puedes decir, Jamie.

— ¿Q-Que?

Su pequeño chico subió a la cama y comenzó a gatear hasta quedar encima de él. Tomó la parte derecha de su pelo negro y la hizo a un lado para acostar su cachete sobre el bulto que se forma en el cuerpo de James, el olor masculino que soltaba lo volvía loco, el saber que eso podía acabar en su boca o cuerpo lo hacía feliz, pronto James lo reclamaría como suyo.

Entre el sol, la estrella y la fama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora