|CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS: ROSA.|

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ROSA

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ROSA.

Las indicaciones de la enfermera me las sé de memoria desde hace unos años ya, cada uno de ellas al pie de la letra, repito mentalmente todo, mientras ella toma nota en su agenda, luego, me la pasa y firme el papel.

Cada 6 meses es lo mismo.


—Sabes que debes venir a las 6:00am y...

—Lo sé, y en ayunas.

—Con un acompañante.

—Sí, señora.


Volteo a ver a Theodoro, el cual solo mira a las afuera por la ventana, hace poco estaba llorando como un niño, pero una vez entramos, volvió a su cara de pocos amigos y decidió darnos la espalda por privacidad.


—Quedará para el día primero de diciembre.

—¿Qué? — mi acompañante dice y nos voltea a vernos, sus ojos se ven rojos y cansados.

—¿Podríamos pasarla para otro día que no sea ese? — suelto y estiro mi mano en dirección del pelinegro, este no duda y la toma.

—Mmmm

—Ese día cumple años este maravilloso hombre.

—Darla.

—También el mío, además, tengo un evento, sabes lo frustrante que sería para mi venir hacerme ese poco de exámenes, correr a la universidad por el evento, también tener que irme a organizar y después celebrar sus cumpleaños y míos... no puedo....

—Está bien— la mujer vestida de blanco alza las manos en rendición— me mareas cuando hablas así, señorita Jonas. Se la dejaré para el 3. ¿Estamos bien con esa fecha?

—Sí, perfectamente.

—Bueno, no siendo más, me retiro, que se recupere pronto.


Sin más, la mujer nos deja solos de nuevo, Theo comienza acariciar el dorso de mi mano y, por último, la levanta para dejar un suave beso en ella, eleva su vista y esta queda fija en mi iris.

No pierdo oportunidad alguna de detallarlo, es realmente guapo, siempre me han encantado sus cejas pobladas, la coquetería de sus ojos rasgados y la sonrisa perfecta que tiene.

Enamorada hasta el tuétano de los huesos.


Estas perdida, Darla.


No, estamos perdidas.


Me permito tocar su cara y ante mi tacto, cierra los ojos y parece disfrutarlo, esto confirma lo que he pensado en los meses que no estuvimos juntos y al momento de despertarme en el hospital.

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