Darla Jonas tiene un don especial, un don que muchos no podrían entender. Darla Jonas tiene el don de ver los colores del corazón. Puede saber cuándo una persona esta triste, feliz, dice la verdad o una mentira, o si siente emoción o si la finge. A...
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CORAZÓN DE COLORES.
Los ojos Nick, solo Nick brillan como las mismísimas luces de navidad, son dos profundos luceros que pareciera que quisieran explotar, al ver que no dice nada, mi novio toma mi mano y la aprieta, sonrío ante su gesto y se lo devuelvo.
—Ok— dice mi maestro de escultura— Esto es horrendamente maravilloso.
Sonrió como el mismísimo gato de Alicia en el país de la maravilla al escucharlo, me siento orgullosa al escucharlo, ya que la escultura esta exhibida en una de las esquinas de la sala de exhibición de unos de los museos más famosos de Jasper.
Mi obra maestra está compuesta por una pareja abrazada, pero se miran profundamente a sus ojos, en ambos, las lágrimas caen y esto hace que sus cuerpos se vayan deteriorando, y las piezas sueltan caen como pétalos al suelo.
Dolor al olvido.
Fue un dolor en el trasero hacerlo, pero calque en ella, todos mis sentimientos.
—Es caótico, triste, horrendo, nostálgico y me gusta. Felicitaciones, señorita Jonas.
—Gracias, Nick... solo N...— no acabo de responder, cuando el happie se va dejándome con la palabra en la boca, a mi lado Theodoro lo escucho carcajear y me uno a él.
—Ya entiendo porque eres así.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Bueno, las personas expertas en el arte, son inusuales.
—¿Eso es un insulto o un cumplido?
El pelinegro carcajea y me atrae a sus brazos, al apegarme a él como una garrapata, besa mi cabeza repetidamente, besa mi frente y me atrevo a subir mi cara, un pequeño beso es depositado en mis labios y sonrío.
Hoy ambos estamos cumpliendo año, muy temprano, nuestra familia nos hicieron un desayuno de celebración, las felicitaciones y los regalos no nos hicieron falta, tanto fue así que llore al sentirme nostálgica, su familia y mi familia hicieron un buen match, tanto así que decidieron invitarnos a pasar las fiestas con ellos, pero por horario de mi papá y abuela, solo acordábamos el fin de año.
¿Qué más podría pedir en la vida?
Tengo una familia maravillosa que me ha apoyado a lo largo de todos estos años, conseguí una familia adoptiva que no me juzgo por mi pasado y apoyan al 100% junto a mi pareja y tengo este hombre maravilloso que no se ha despegado de mí en ningún momento.
