28. Mandalore.

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( Lo quiero a él. )

❝ CREDO ❞

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CREDO


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EL DÍA ESTABA SOLEADO, FANTÁSTICO para celebrar iniciaciones. Todo el credo de mandalorianos que antes vivían en Nevarro ahora habitan en un desolado planeta, no importaba lo lejos que estuvieran. Siempre salían adelante.

Y este no era una excepción.

El camino así es, es su dicho. Si el camino de Din Djarin era salvar a ese dúo, debían respetarlo. Sin importar si eso tuvieran que dejar su guarida, ahora que Din Djarin no era de su credo. Debían seguir con sus obligaciones, expandirse más a allá y no extinguirse.

La armera lo sabía, lo supo desde el primer día. Desde que Din comenzó a hacer preguntas acerca de la princesa que dejó a manos del imperio, sabía que le había gustado. Lo conocía bien, si no le importara, la hubiera dejado, o si no tanto. La hubiera dejado libre en un planeta pero siguio con ella. Con lo que le había dicho y contado antes de saber sobre su casco, el hecho de hacerle un anillo de Beskar puro, decía mil palabras.

El hecho de conseguir tanto Beskar solo para unas prendas para su pequeño credo, decía muchas cosas a su parecer.

—Está iniciando. —Todos estaban saliendo de la cueva en fila.

Era el día de juramento al credo.

La armera alzó el casco del niño hacia el cielo, llevándolo hasta su pecho.

—Juro por mi nombre y el nombre de los ancestros que seguiré el camino de mandalore. —Mientras decía, el niño repetía sus juramentos—. Y las palabras del credo quedarán forjadas en mi corazón.

Sin más, puso en su pequeña cabeza su nuevo casco al nuevo expósito.

—El camino así es. —Repitieron todos al unísono, viendo los movimientos de la armera con determinación.

Fue cuando sintieron como el agua empezó a temblar, saliendo un monstruo del lago a atacarlos. Los jóvenes entraron a la cueva mientras los guerreros se quedaron a pelear con la bestia. Era un tipo de cocodrilo, mientras unos volaban y le daban desde el cielo; otros estaban en tierra pero nada pareciera matar al cocodrilo. Quien al ver la figura del niño, no dudó en ir hacia su persona. Quién dispuesto a pelear, no se movió y quedarse parado junto un blaster en mano. Fue cuando una nave salió del cielo, disparando al cocodrilo y llamar su atención.

 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐌𝐈𝐍𝐄 | Din DjarinOù les histoires vivent. Découvrez maintenant