Xiao Zhan siempre intentó ignorar sus instintos, escapar del destino. Sin embargo no podrá escapar por siempre de él.
¿Podrá rendirse finalmente ante el alfa o será Wang Yibo quien se rinda a pesar de reclamarlo desde sus primeros años de vida?
YiZh...
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Xiao Zhan siempre intentaba ignorar al pequeño Yibo, sin embargo todo fue empeorando conforme el mocoso crecía, sobretodo cuando Yibo aprendió a caminar y correr, entonces estaba siempre persiguiendo a Zhan quien siempre huía de él.
Incluso si Xiao Zhan jugaba a las escondidas con chicos de su edad en el parque o en alguna fiesta, Yibo lo encontraba aunque este no estuviera jugando en un principio. Al encontrarlo el niño era demasiado rudo y terminaba por lastimar a Zhan quien era regañado por sus padres al defenderse ante un pequeño niño que "no sabía lo que hacía." Además con el pasar del tiempo el aroma de Yibo le fue intimidando cada vez más a Xiao Zhan, el niño parecía demasiado extraño, pero solo se comportaba de esa manera tan rara con el omega.
Cierta ocasión Zhan se encontraba en la cocina de su hogar escondiéndose del pequeño alfa que acababa de agredirlo nuevamente.
- Que se vaya, no lo quiero aquí, mamá. - Se quejó.
- Acaba de llegar, solo vino a jugar con tu hermano, además es solo un niñito enérgico, Zhan... así son los alfas. - Lo disculpó su madre nuevamente.
- Pero él no es rudo con Fanfan. - Dijo sobando su brazo. Yibo acababa de pellizcarlo con sus filosas uñitas.
- Él no es rudo con tu hermano porque es su omega. Él lo sabe y por eso lo trata especial. - Comentó su madre mientras terminaba de hacer la cena, restándole importancia a las quejas de su hijo mayor.
Esa tarde Xiao Zhan no se había percatado de la llegada del niño, así que mientras él dibujaba en su habitación, el otro llegó de pronto. Parecía como si el alfita ya pudiera ocultar su aroma a voluntad, cosa que ocurría mayormente cuando los niños eran más grandes, antes de entrar en la pubertad.
Zhan dibujaba tranquilamente cuando sintió un dolor agudo en su brazo, así que se quejó y al mirar a Yibo lo empujó y salió huyendo de su habitación, no le importaba si el mocoso volvía a llorar, él había comenzado, como siempre.
Tristemente para Xiao Zhan esa noche el pequeño Yibo se quedaría a dormir en su casa, era algo que los padres de ambos permitían a los pequeños de vez en cuando para que se encariñaran más entre ellos.
Los señores Xiao y Wang creían que el niño omega exageraba, ellos casi no notaban a Yibo siendo malo, simplemente creían que el niño era demasiado rudo, Yibo mayormente buscaba a Zhan cuando estaba solo y era en aquellos momentos cuando lo mordía o pellizcaba queriendo acercarse más a él así que Zhan tenía que empujarlo o jalar su cabello para que el otro lo soltara.
- Ese niño es como Chucky, tan aterrador y feo, no lo quiero cerca, ¿siempre tiene que lastimarme? - Continuó quejándose.
- Zhan, no hables así de Yibo. Será tu cuñado en un futuro, así que tienes que llevarte bien con él.
