LA NIÑERA | Draco Malfoy

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POV'S DRACO MALFOY

"Es una mujer muy bonita, con una sonrisa que ilumina la habitación más oscura", pensó mientras se alejaba de la casa de Ara Travers. Sin embargo, sacudió la cabeza como para despejar esos pensamientos.*

—Estás loco, Draco. ¿Qué tonterías estás pensando? —murmuró para sí mismo, sintiendo una mezcla de confusión y determinación.

Mientras se aparecía en su mansión, Draco no podía dejar de preguntarse si lo que acababa de hacer era lo mejor para su hijo, Scorpius. La decisión de contratar a una niñera pesaba en su mente.

—Juro que les lanzaré un Cruciatus a ambos si esto sale mal —dijo Draco con seriedad, aunque una chispa de diversión brillaba en sus ojos mientras miraba a Blaise Zabini y Pansy Parkinson, quienes habían llegado para ayudar con algunas cosas de Scorpius.

—Cállate, Malfoy, y quítate de mi camino —respondió Pansy, entrando decididamente en la mansión en busca de Scorpius.

—Está arriba con Aina —informó Draco, observando cómo Pansy subía las escaleras con rapidez.

Blaise se dejó caer en uno de los sofás de cuero, mirándolo con curiosidad.

—¿Cómo te fue, hurón? —preguntó con una sonrisa burlona.

—No sé si esto es lo correcto, Blaise. Es mi hijo y debería ser mi responsabilidad —exclamó Draco, imitando el tono despreocupado de su amigo.

—Eso está claro, Draco. Solo tendrás un poco de ayuda mientras vuelves al Ministerio para recuperar el ritmo —respondió Zabini, sirviéndose una copa de whisky envejecido de Ogden—Sinceramente, creo que es mejor contratar a una niñera que dejar a Scorpius al cuidado de una elfina doméstica.

Draco iba a responder cuando el sonido de la puerta interrumpió sus pensamientos. Se dirigió hacia la entrada principal.

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**Ara Travers**

"Si me he confundido de dirección, moriré de vergüenza", se reprochó Ara Travers en voz alta. "Bien, aquí voy", añadió, tocando la puerta de la imponente mansión.

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**Draco Malfoy**

—Debe ser la niñera —comentó Draco a Blaise, mirando hacia la puerta principal.

—¿La invitaste? —preguntó Blaise, curioso, mientras observaba cómo su amigo se dirigía a recibir a la visitante.

Draco abrió la puerta y se encontró con Ara, sintiendo el mismo escalofrío que había experimentado al visitarla en su casa.

—Hola —dijo la castaña, sacándolo de sus pensamientos.

—Hola, por favor pasa —dijo Draco, haciéndose a un lado para permitirle la entrada.

—Gracias. Por cierto, mi nombre es Ara —dijo, ofreciéndole la mano en un gesto de saludo.

—Disculpa, ni siquiera me he presentado. Soy Draco... Draco Malfoy —respondió él, estrechando su mano.

—Mucho gusto, señor Malfoy —dijo Ara, sonriendo.

—Por favor, no me llames de usted. Me haces sentir raro —respondió Draco con una sonrisa nerviosa. —Por cierto, este es mi amigo Blaise Zabini —añadió al ver que su amigo se acercaba.

—Ara, cuánto tiempo, cariño —dijo Blaise, abrazándola afectuosamente. —Me alegra volver a verte.

—¿Ustedes se conocen? —dijo Draco, totalmente desconcertado.

—Claro, Draco. Blaise es el novio de Pansy, mi prima —explicó Ara con timidez.

—No pensé que serías tú de quien hablaba Pansy. Me alegra que nos veremos más seguido, enana —dijo Blaise con una sonrisa.

Ara iba a responder cuando se escucharon unos pasos bajando las escaleras. Pansy apareció, cargando a Scorpius.

—Ara, llegaste —exclamó Pansy, dándole un beso en la mejilla y entregando a Scorpius a Draco.

—Hola —dijo Ara, sonriendo al pequeño niño rubio, quien le devolvió una tierna sonrisa.

—Generalmente es tímido —comentó Draco, sorprendido por la reacción de su hijo ante una completa desconocida.

—Bueno, nosotros nos vamos —dijo Blaise, levantándose.

—Eso es cierto —asintió Pansy. —Te veré pronto —dijo, abrazando a Ara.

—Aina —llamó Draco, y en ese momento apareció una elfina doméstica. —Acompaña a los señores a la puerta —ordenó.

—No trates mal a mi prima o te las verás conmigo —susurró Pansy a Draco mientras se despedían.

—Por favor, sígueme —dijo Draco a Ara. —En mi oficina te explicaré los detalles y, si estás de acuerdo, podemos firmar el contrato.

—Claro —respondió Ara, sonriendo con entusiasmo.

Después de discutir los acuerdos, firmaron el contrato que especificaba que Ara cuidaría de Scorpius mientras Draco trabajaba. Se encargaría de llevarlo a comprar, de que se divirtiera y, en general, de su bienestar diario. Cuando todo estuvo en orden, Draco la acompañó a la puerta, sintiéndose un poco más aliviado por haber tomado esta decisión.

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Espero que hayan disfrutado del capítulo❤️

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