LA NIÑERA | Draco Malfoy

11

—Señor Malfoy con todo respeto, ¡pare el maldito auto! —exclamo Ara

—¿Puedes tranquilizarte? No morirás —puso los ojos en blancos y siguió conduciendo.

—No me importa, dejeme aquí.

—No te dejaré aquí, estamos en el medio de la nada

—En estos momentos lo estoy odiando demasiado —habló realmente preocupada. Draco la miró de reojo riendo

—Mira, tranquila, no te pasará nada —aseguró.

Al cabo de unos minutos llegaron a la parte alta de la montaña quienes ahi se encontraban el equipo de control de las personas que se lanzaban en Parapente.

—Genial —Habló Draco estacionandose— Llegamos —avisó y se bajo del auto, en cambio Ara sintió pánico y por una vez deseo haber dejado su varita, Draco rodeo el auto y abrió la puerta del copiloto.

—Sal —sonrío. Ara negó.

—No pienso salir del auto —Se cruzo de brazos. Draco suspiró amargamente y la cargo entre sus brazos sacandola del auto— ¡Suelteme! —Pataleo, Draco cerró la puerta del copiloto y la soltó.

Despues de fulminarlo con la mirada se acercaron al equipo quienes empezaron a chocar las manos con Draco y luego vieron a Ara

—Mucho gusto Ara, yo soy Gregory Goyle— se presentó el que parecía el jefe de todo eso. Ara estrechó la mano con el y luego con los demás— Vayan a colocarse esto —les entregó un bulto de conjunto de protección.

Draco empezó a ponerselo por encima de la ropa y Ara solo permanecía inmóvil mientras miraba hacía otro lado. Draco la miraba.

—¿No te lo piensas poner? —Ara negó— Ara esto es seguro.

—Si, seguro... —volteo a verlo— ¡Seguro me muero! —exclamo.

—Aqui nadie ha muerto —Draco se cruzó de brazos.

—Bueno, siempre hay una primera vez ¿no? —Draco río y negó con la cabeza.

—Pontelo y ya, no tienes de otra — Ara bufó.

A regañadientes, Ara se lo colocó dudando una y otra vez, luego se colocó los lentes protectores y un casco. Goyle se les acercó.

—Draco irá detrás de ti y tu Ara irás adelante, ambos sostendrán el parapente —Luego unos chicos empezaron a amarrarles algunas cosas en la cintura y brazos.

—Ara agarra la cuerda a tus dos lados —habló Draco. Ara obedeció temerosa.

—Solo una duda... —habló Ara— ¿Cuantas posibilidades hay de que muera? —Goyle río.

—No morirás —Ara golpeó a Draco por el abdomen el estando atrás.

—¡Oye! —Se quejó.

—No puedes ser normal y llevarme a un restaurante o un parque, o a la playa, tenías que tra...—

Fue interrumpida por el crujido de una cuerda romperse de un momento a otro estaban volando por el aire. Ara gritó y se aferró a las dos cuerdas que se encontraban a sus dos lados. Draco gritaba de emoción después de un minuto tocaron el suelo y a Ara se le saldría el corazón.

—¿Que tal? —Preguntó Draco poniendose al frente de ella.

—¿Que que tal? —preguntó fingiendo enojo— ¡Otra vez! —dió un pequeño salto sonriendo haciendo que Draco también sonriera.