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Al día siguiente...
Draco le dio dinero a Ara para que fuera con Scorpius a comprar nuevos libros y juguetes para el pequeño, debido a la insistencia del pequeño en este momento se dirigían al centro de Londres para ir en busca de los objetos.

Ara iba tomando de la mano al pequeño luego de comprarle un helado muggle que se le antojo cuando iban paseando.

Scorpius luego de caminar unas 2 calles mas le pidió a la castaña que lo tomara en sus brazos porque estaba cansado, en ese momento el pequeño mancho la gabardina de Ara, ella fingió molestia al notar lo ocurrido

-Hey mira lo que me hiciste- se quejo la castaña - me molestare- dijo poniéndose seria para luego sonreír

-¿Te molestaste? - menciono el pequeño y Ara vio como sus ojos se invadían de pánico y poco a poco su sonrisa se borraba

-¿vas a pegarme?- volvió a preguntar Scorpius, mientras su ritmo cardíaco se aceleraba más y sus manitos empezaban a temblar

-¿Qué cosas dices, Scorpius?- dijo mirándolo desconcertada por lo que le había dicho el pequeño rubio

No le encontraba explicación alguna a aquella pregunta.

-¿Por qué dices eso?- habló Ara totalmente impactada de aquellas palabras que soltó aquel pequeño

-Por nada ¿vamos a la tienda de juguetes?- le dijo cambiando radicalmente de tema el pequeño

Ella quedó con una gran incógnita con ella ¿Por qué había reaccionado de esa manera? Algo andaba mal y a Ara no le gustaba

-Te parece si vamos a un restaurante con un pequeño centro de diversiones?- le pregunto la castaña al rubio, logrando que Scorpius asintiera no muy convencido pero entusiasmado con la noticia que acababa de recibir

Scorpius abrió ligeramente la boca y no tardó en gritar de emoción, luego entraron a aquel restaurante de juegos y al mirar hacía adelante había un gran parque, había piscina de pelotas, aros de básquet, trampolines y un mini teatro con títeres donde los niños se entretenían viendo las historias. El nombre lo decía, era un mundo para niños.

Luego de un tiempo, la comida que habían ordenado estaba lista, a lo Ara fue en busca del pequeño. Scorpius entusiasmado salió de la piscina de pelotas y corrió hasta la mesa pero logró alcanzarlo después que algo llamo su atención

-¿Podemos hablar, Scorpius?- el pequeño asintió.

-Quisiera hablar de tu moretón- Scorpius se tensó y Ara le subió las mangas para poder ver aquel morado de nuevo. Lo volvió a ver y podía apostar que eso era un pellizco

-No es nada -habló tembloroso

-Podría jurar que es un pellizco- afirmó

-No lo es, me lo he hecho yo- se encogió de hombros

-Scorpius, quiero ayudarte y para ayudarte necesito saber quien te hizo eso- acarició su rubia cabellera -dime la verdad ¿papi te pega?- El niño rápidamente negó

-No, mi papi nunca me pegaría -aseguró

-¿Entonces?- volvió a preguntar

Scorpius bajó la mirada, mostrando una expresión de desconfianza y tristeza. Susurró en voz baja:

-Es un secreto... no puedo decirlo.

Ara lo abrazó con ternura, transmitiéndole seguridad:

-Entiendo que puede ser difícil, pero quiero que sepas que estoy aquí para protegerte. Puedes confiar en mí.

El pequeño reflexionó por un momento y finalmente confesó con voz temblorosa:

-Es la señorita Hermione, la nueva novia de papá... dice que no debo decirle a nadie o será peor.

Ara apretó los dientes con furia contenida ante la revelación, pero se mantuvo serena para no asustar al niño

-Gracias por confiar en mí, Scorpius. Prometo que tomaremos medidas para asegurarnos de que estés seguro.

Decidida a abordar el problema, Ara ideó un plan para proteger a Scorpius y enfrentar a la nueva novia de Draco. Mientras tanto, Draco, ajeno a estos eventos, aguardaba en el restaurante, ansioso por compartir un momento especial con nueva novia, Hermione Granger, quien ahora era la nueva Ministra de Magia.

LA NIÑERA | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now