𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐍𝐀𝐓𝐔𝐑𝐄 ☑𝐂𝐑𝐄𝐏Ú𝐒𝐂𝐔𝐋𝐎 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂

𝐓𝐇𝐑𝐈𝐓𝐄𝐄𝐍

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Sentimientos
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El agua cristalina que descansaba debajo de sus pies la mantenía en un trance completo, hacia una semana que habían comenzado a vivir ambos inmortales en aquel precioso lugar, escondido en una zona sin turistas, solamente estaban ellos dos y varios animales.

Flotaba entra las aguas, pues aquello le era acogedor, le recordaba cuando estaba con Yeonjun en Francia, el lago inclusive parecía familiarizado con ella, como si aquella conexión que la fémina tenía con la naturaleza la hiciera familiarizarse con todo.

Estaba completamente en paz, parecía que solamente eran el ruido de la naturaleza y ella, una misma unida en un lazo inquebrantable, aunque claro, ella sabía que no era de esa manera, puesto llevaba sintiendo la presencia de su acompañante rubio, quien la observaba desde el piso, cuando comenzó a caminar sobre el agua, sintió su mirada recorrerla por completo.

—Es de mala educación observar a las personas sin su consentimiento.— habló la rubia, mientras que jugaba con los peces que, curiosamente la seguían.

Jasper sonrió al sentir sus emociones, era bastante obvio que el estaba más que enamorado y encantado de aquella joven, se acercó un poco, llegando al principio del lago.— Mil disculpas, pero creí que estabas teniendo mucha paz.

Ella sonrió, abriendo sus ojos por primera vez y lo miró.— La tengo.— afirmó para el, acercándose lentamente, sin ninguna prisa, y aunque le pesara dejar aquel hermoso lago sabía que debian de volver a la cabaña.— Jaz, no siempre debes de estar cuidándome.

—Lo sé, se que eres capaz de enfrentarte a cualquier cosa o persona que se te ponga en frente.

—Vamos a casa, tengo demasiada hambre.

El rubio sonrió y asintió tomando su mano, aquellos gestos hacian que a la menor su corazón saltara de emoción, desde que habían llegado a aquel lugar acordaron no mentir respecto a lo que sentian, y aunque Morgan no los tenía bastante claros, podría decirse que ahora podía decir que sentía más que simple atracción hacia Jasper Hale.

Jugueteó con su mano, siendo cuidadosa para no lastimarlo, ella sentía curiosidad, aquellas marcas en sus brazos, espalda y manos la hacían sentirse curiosa, respecto a lo que había escuchado, su historia aún seguía siendo un completo misterio para ella, pero claro, no forzaría al hombre a que le contara, esperaría a que el le dijera.

Llegaron al lugar, aquel espacio perfecto para una pareja joven, en este caso, para dos personas inmortales cuyos destinos están unidos mutuamente.

Jasper retiró su chaqueta, dejándola sobre el sofá, Morgan retiró sus zapatos, una costumbre que le había quedado de su mejor amigo al entrar a casa, se colocó unas pantunflas y se dejó caer sobre el sofá de dos plazas, estirándose y posterioremente acostándose.

Su acompañante rió por lo bajo, acercándose mientras remangaba su camisa, la observó unos segundos y después habló.— ¿Tienes hambre?, puedo prepararte algo.

—Seria fabuloso, gracias Jaz.— agradeció con los ojos cerrados, sin muchos ánimos de querer abrirlos.

—Volveré en unos minutos, descansa.— besó su frente con suavidad, y caminó hacia la cocina.