𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐍𝐀𝐓𝐔𝐑𝐄 ☑𝐂𝐑𝐄𝐏Ú𝐒𝐂𝐔𝐋𝐎 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂

𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘

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Temor
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Todos habían demostrado valor aquella noche, pero la verdadera pregunta era, ¿estaban dispuestos a morir por aquel simple clan de vampiros?, era posible.

Muchos de ellos se sentían protegidos por el hada, quien les aseguraba que no podía hacer nada, pero aún así ellos confiaban a ciegas.

El que le ponía los cabellos de punta era nuestro querido Garrett, quien se la pasaba molestándola con preguntas que llegaban a estresarla, una escena bastante graciosa ante todos los vampiros.

Morgan observaba a través del ventanal, la nieve caía sin cesar, y eso solo significaba una cosa: les quedaban pocos días antes de la batalla.

Estaba preocupada por eso, pues mientras más cerca el día más crecían sus ganas sobre querer escapar de aquel lugar, pero estaba harta, harta de escapar como si fuera una criminal, harta de tener que esconderse cuando no había hecho nada malo.

Yeonjun se acercó, poniendo su mano en el hombro de su amiga, ella suspiró observando a la nada.— La nieve está endureciendo.

—Aún nos queda una semana.— respondió observándola de reojo, sabía que ella estaba angustiada por completo.

—Si mi yo de hace unos años me viera, me diría que estoy loca por arriesgar mi vida de nuevo.

Yeonjun sonrió, abrazándola por completo.— Antes eras muy cobarde, Mor.

Golpeó su pecho riendo.— Ya no más.

—Creo que, por fin supiste que no debes de huir más. No hiciste nada malo, y esos tontos reyes vampíricos deben de temerte a ti.

Se alejó de el riendo, olvidaba como su amigo la hacía reír demasiado.— Quien me preocupa es Lórien.— ambos observaron al menor, quien descansaba en la cama completamente cubierto por las cobijas.

—No habrá pelea, de eso estoy seguro.

—¿Y si la hay?.— aunque ella misma sabría que no, le aterraba aquella idea.

—Podrás teletransportar a Lori a otro lugar.

Miró a su amigo, asegurándose de hacer la habitación insonora.— Yeonjun.

—¿Hm?.

—Eres mi mejor amigo.

—Lo sé.

—Y quiero pedirte un favor.— ante la seriedad de su amiga, dejó de jugar.

—Puedes pedirme lo que sea y lo sabes.

Y aunque era un plan bastante arriesgado, Yeonjun comprendió al instante, sabía cuanto le dolía a su amiga, pero el aceptó, tomó el objeto que se le había dado y lo guardó en su chamarra.— No te preocupes, Mor.

—¿Puedo contar contigo para esta tarea?.

—Con mi vida vampírica, hasta el último día de mi existencia.

Aquella respuesta la hizo sonreír, por que sabía que había escogido bien a su mejor amigo.

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