Sofia es una chica alegre y divertida quien ha vivido toda su vida como amiga de los trillizos, en un verano las cosas pueden cambiar al sentir sentimientos por sus amigos, un verano puede cambiar su destino y su amistad con ellos
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Llegué a la casa de los trillizos, y la vibrante energía del verano nos tenía a todos reunidos alrededor de la piscina. Nick y yo estábamos sumidos en una conversación apasionada sobre música, y decidimos poner una canción de Melanie Martinez para ambientar el momento.
Justo en ese instante, Chris salió de la piscina, frunciendo el ceño.
-¿Podrían quitar eso y poner algo más? (dijo con expresión de disgusto)
Rodeé los ojos con diversión, sabiendo que la elección musical no era de su agrado. Pero antes de que pudiera responder, la puerta se abrió, revelando a Nate y Matt, quienes entraron acompañados por Vanessa. Ella se abalanzó sobre Chris, y yo, en silencio, rodé los ojos de nuevo, esta vez sin que lo notaran.
Matt comentó que habían estado tocando la puerta durante diez minutos y que Chris no respondía el teléfono. Chris se disculpó con Vanessa, explicando que su teléfono se le había descargado.
Sofía se encontraba charlando animadamente con Nick cuando Matt se acercó a nosotros. Se sentó a mi lado y la conversación continuó de manera relajada. Nate se unió al grupo, ubicándose al lado de Matt, y mencionó que prefería no ser el tercer rueda con Chris y Vanessa, quienes estaban sumergidos en besos dentro de la piscina. Eché un vistazo a Chris y decidí que era hora de dejar de pensar en él.
Conversamos sobre planes para los próximos días, tratando de idear algo divertido que todos pudiéramos disfrutar. En ese momento, Chris se acercó con Vanessa y sugirió hacer algo juntos. Cuando me preguntó qué podríamos hacer, respondí con cierta indecisión. Antes de que pudiera dar una respuesta clara, Vanessa intervino proponiendo "verdad o reto". La idea fue recibida con entusiasmo por todos los presentes, aunque yo aún tenía algunas dudas. Sin embargo, al ver que todos estaban a favor, me animé a unirme, convencida de que podría ser una buena idea para romper con la rutina.
Estábamos inmersos en el juego de verdad o reto, entre risas y complicidad. Los retos iban desde lo absurdo hasta lo atrevido. Nick retó a Nate a hacer 20 abdominales, y Vanessa propuso que Matt se lanzara a la piscina con su camiseta favorita.
Finalmente, llegó mi turno. Nate me miró y preguntó:
-¿Verdad o reto?.
Siempre había sentido cierto temor por los retos, así que decidí jugar seguro y respondí:
-Verdad.
Las risas se desataron a mi alrededor, y Nate no perdió tiempo en lanzarme una pregunta comprometedora.
-¿Alguien en este círculo te parece atractivo?.
preguntó con una sonrisa pícara. Asentí con timidez y, sin pensarlo mucho, abracé a Nick, quien se rió junto con los demás.
Luego, el juego continuó, y cuando le tocó a Vanessa, ideó un reto bastante juguetón. Retó a Chris a llevarla cargando hasta la piscina y, justo antes de lanzarse, debían darse un beso bajo el agua. Todos soltaron risas y chismes alrededor, mientras Chris aceptaba el reto con una sonrisa cómplice.
Sofía se sentía disgustada con el último reto propuesto por Vanessa. Ni siquiera se molestó en voltear a ver a Chris cuando este cumplió con el desafío, aunque Matt la miró de reojo y ella respondió con una sonrisa forzada. Chris regresó con Vanessa de la mano, aparentemente sin notar la incomodidad de Sofía.
En un intento por cambiar el ambiente, Chris propuso jugar verdad o reto nuevamente. Esta vez, le preguntó a Matt si prefería verdad o reto. Matt, optando por la prudencia, respondió "verdad". La mirada de Chris se posó en él con curiosidad y le lanzó la pregunta clave:
-¿Hay una chica especial en tu vida?.
Matt, visiblemente incómodo, respondió afirmativamente pero añadió que tal vez no era el momento indicado para hablar al respecto.
En ese momento, Sofía y Matt se miraron involuntariamente, creando un instante de conexión entre ellos. Chris, notando la situación, nos observó a ambos en un silencio incómodo. De repente, la Pepsi se le resbaló de las manos, cayendo al suelo y creando un pequeño caos en la mesa.
Antes de que la soda pudiera derramarse sobre nosotros, Matt y yo nos levantamos de la mesa rápidamente. La distracción del accidente con la bebida sirvió para romper la tensión en el aire, y aunque el momento fue incómodo, nos permitió cambiar el foco y continuar con la noche de una manera más ligera.
Mientras Sofía y Nick limpiaban la soda derramada con un trapo, escuchó a Vanessa preguntar a Chris si podía quedarse a dormir. Chris aceptó, y Nate también decidió quedarse. Fue en ese momento cuando el grupo decidió organizar quién compartiría habitación con quién.
Todos se pusieron en círculo, evaluando las opciones. Chris, con una rapidez inesperada, declaró que él y Vanessa compartirían habitación. Nick sugirió que Sofía y él compartieran, mientras que Matt y Nate harían lo propio. Una vez decidido, cada uno se retiró a sus habitaciones.
Sofía le comentó a Nick que bajaría al comedor por un refresco, a lo que él asintió. Mientras se dirigía hacia la cocina, pasó por la puerta de la habitación de Chris y escuchó risas y murmullos provenientes de allí. Decidió continuar su camino y llegó a la cocina, donde encontró a Matt con una root beer. Se disculpó por la interrupción, y Matt le dijo que no había problema.
En ese momento, Matt se acercó y me confesó que había pensado en proponerme el reto de besarlo, pero que no se atrevía porque sabía que no era Chris y que no quería incomodarme. Respondí diciéndole que tenía ganas de dar mi primer beso, y Matt me miró con asombro. Me preguntó si él podía ser el primero, y acepté con un gesto de cabeza.
Matt se acercó lentamente, y nuestros labios se encontraron en un beso profundo. Mis manos se enredaron en su cabello, atrayéndolo más hacia mí. Las risas que se escuchaban en la habitación de Chris se desvanecieron mientras nos sumergíamos en el momento. Sin embargo, al escuchar risas provenientes de la sala, nos separamos rápidamente.
Chris entró a la cocina con Vanessa a su lado, entrecerrando los ojos al vernos. Le dije apresuradamente que solo venía por un refresco, tomándolo del refrigerador y corriendo hacia la habitación, sintiendo la mirada de Chris aún sobre mí.
