CAPITULO 12

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Matt se desperto cuando su celular empezo a sonar haciendo que me despertara, se alejo un poco y empezo a hablar por telefono, nick y chris se despertaron mirando a matt

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Matt se desperto cuando su celular empezo a sonar haciendo que me despertara, se alejo un poco y empezo a hablar por telefono, nick y chris se despertaron mirando a matt.

Sofía notó que el teléfono de Matt sonaba insistentemente, interrumpiendo la tranquilidad de la tarde. Curiosa, le preguntó quién era, y Matt, con una expresión preocupada, le dijo que era su madre. Parecía que tenía que viajar a Boston para resolver algo con su hermano mayor.

Los trillizos, siempre dispuestos a ayudar, se ofrecieron a acompañar a Matt para preparar su maleta. Nick, con su habilidad para encontrar soluciones rápidas, descubrió un vuelo disponible para esa misma noche. La noticia apresuró los preparativos, y todos se dirigieron a ayudar a Matt a empacar.

En medio del trajín de maletas y la preparación para el viaje, Sofía se encontró despidiéndose de sus amigos. Matt la abrazó con fuerza y agradeció su comprensión. Los trillizos se despidieron efusivamente, prometiendo mantenerse en contacto.

Sofía, aunque triste por la partida inesperada, le deseó a Matt un buen viaje y le recordó que estarían esperando su regreso. Se quedó en la puerta viendo cómo se alejaban en el auto, esperando ansiosamente el día en que todos estarían reunidos nuevamente.

Sofía estaba en su habitación, disfrutando de un momento relajado mientras bailaba al ritmo de la música que sonaba en su teléfono. La melodía la envolvía, y se dejaba llevar por la energía positiva que le transmitía la canción. Sin embargo, la tranquilidad se vio interrumpida cuando su teléfono marcó un mensaje.

Al revisar, notó que era Chris quien le escribía. "¿Estás disponible? Nick tiene una cita y no quiero estar solo". Sofía, entre sorprendida y curiosa, respondió: "¿Por qué no le dices a Vanessa?". La respuesta de Chris no se hizo esperar: "De eso quiero hablarte. Paso por ti y vamos a la plaza".

Sofía frunció el ceño, sintiendo una mezcla de emociones. La idea de aclarar los sentimientos con Chris le parecía intrigante, pero también se preguntaba qué podría surgir de esa conversación. Aunque nerviosa, aceptó la propuesta y se preparó para encontrarse con Chris.

La noche avanzaba y la atmósfera en la plaza era eléctrica mientras Chris y Sofía disfrutaban de los juegos en el arcade. La competencia amistosa entre ambos se transformaba en risas y complicidad. En un momento de pausa, Chris decidió sincerarse.

-Sofía, he terminado lo que sea que tuve con Vanessa. Sinceramente, no la amo.

Confesó Chris, y la mirada intensa que sostenía con Sofía hablaba por sí misma. El corazón de Sofía latía con fuerza ante las revelaciones inesperadas, pero también sentía una conexión especial con Chris.

La noche los llevó de regreso a casa, donde la propuesta de disfrutar de la alberca resonaba tentadora. Chris, juguetón, decidió lanzar a Sofía a la piscina. 

-¡Tonto, no tengo más ropa!.

Protestó ella entre risas. Chris no dudó en unirse a ella, saltando a un lado y acercándose con un brillo travieso en los ojos.

La cercanía entre ellos aumentaba, y Sofía se vio atrapada en el momento. Chris, con determinación, la atrajo hacia él y la besó apasionadamente. La frescura del agua y la intensidad del beso crearon una experiencia única y llena de emociones.

Sofía sintió cómo Chris la arrinconaba suavemente contra la orilla de la piscina, el agua jugueteando a su alrededor. Los besos de Chris eran apasionados, y Sofía se dejó llevar por la sensación de desesperación y conexión que emanaba de cada gesto.

El fresco de la noche empezaba a hacerse sentir mientras Chris y Sofía compartían besos en el borde de la piscina. Sofía, consciente de que no podían prolongar más ese momento, le dijo a Chris con suavidad, 

-Chris, hay que entrar. Nos hemos besado toda la tarde, pero ya es de noche y tengo frío.

Chris asintió, comprendiendo la necesidad de entrar. Le dio un último beso antes de ponerse de pie, y juntos caminaron hacia la casa. Al entrar, Chris sugirió dirigirse a su habitación para mayor privacidad.

Una vez en la habitación, Chris le ofreció a Sofía una camiseta y unos shorts. Ella agradeció el gesto y se metió a bañar con agua tibia mientras Chris la esperaba en la habitación. El sonido del agua resonaba en el baño, y Chris se encontraba ansioso por continuar la noche.

Cuando Sofía salió, el calor del agua tibia aún acariciando su piel, vio a Chris sentado en su cama. Él le dio palmadas a la cama, invitándola a unirse a él. Sofía, envuelta en la suave comodidad de la camiseta y shorts que le prestó, se acercó y se sentó a su lado.

Sofía se sentó a un lado de Chris, y él, con ternura, comenzó a cepillarle el cabello mientras le hacía cariños y dejaba pequeños besos en su mejilla. Sofía no pudo evitar sonreír, sintiendo la calidez y la intimidad del momento. En un gesto espontáneo, ella se inclinó y besó a Chris, quien la miró con una sonrisa radiante.

-Realmente me gustas, Sofía. No podía decírtelo en persona hasta ahora, por eso escribí esa carta

-Chris, la carta, lo siento, pero se me ha caído. Pensé que tú la habías encontrado

Chris pareció angustiado al escuchar eso.

 -Yo no encontré nada

Sofía intentó tranquilizarlo, sugiriendo que tal vez estaba en algún rincón de la casa y nadie la había encontrado aún. La ansiedad flotaba en el aire mientras los dos se levantaban y comenzaban a buscar la carta perdida.

Mientras registraban la casa en busca de la carta, Sofía se esforzaba por encontrar las palabras correctas para consolar a Chris.

El corazón de Sofía latía con fuerza mientras observaba a Chris dirigirse a la habitación de Matt con una expresión preocupada en el rostro. Un murmullo escapó de los labios de Chris. 

-Maldita sea, espero no sea lo que estoy pensando.

 Intrigada y preocupada, Sofía se levantó y lo siguió.

Al llegar a la habitación de Matt, Chris abrió un cajón. Sofía, desde la puerta, observó cómo su rostro pasó de la preocupación a la sorpresa. En sus manos, Chris sostenía la carta que había estado buscando.

-Matt tuvo la carta, quiza la leyo y la oculto de ti

Chris, con una mezcla de emociones, tomó la carta y la examinó con detenimiento. El descubrimiento le dejó sin palabras, pero a la vez, una expresión de alivio se apoderó de su rostro al tenerla finalmente en sus manos.

Cruel Summer | Chris Sturniolo & Matt SturnioloWhere stories live. Discover now