CAPITULO 23

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La noche de la fiesta de Navidad había llegado a su fin, pero el trabajo no terminaba para mí

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La noche de la fiesta de Navidad había llegado a su fin, pero el trabajo no terminaba para mí. Mientras ayudaba a recoger la basura que quedó esparcida en el jardín, observé a lo lejos a Chris y Matt, quienes caminaban juntos en una conversación aparentemente seria. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal cuando Chris tomó la mano de Matt. Un nudo se formó en mi estómago, temiendo que pudiera surgir un conflicto entre ellos.

Decidí seguirlos a escondidas, esquivando los destellos de luces navideñas para no ser vista. Me escondí detrás de un seto, intentando escuchar su conversación sin ser intrusiva. Chris suspiró y, mirando a su hermano, le soltó una pregunta directa.

-¿Aún te gusta Sofia? (preguntó Chris, su voz cargada de preocupación)

-¿Qué?.

-Porque a mí aún me gusta. ¿No te das cuenta de cómo la miras? Si ella gusta de ti, lo aceptaré y me iré. No puedo soportar verla feliz contigo, pero haré todo lo posible para que ella sea feliz. ¿No lo entiendes? Estoy poniendo su felicidad por encima de la mía porque la amo y sé que no va a parar

Matt rodó los ojos, pero sus gestos revelaron una tormenta emocional. Chris continuó, con un suspiro lleno de resignación.

-Yo también la amo, Chris.

Vi lágrimas en los ojos de Matt mientras miraba a su hermano. La verdad salía a flote en medio de la noche, mientras observaba a dos amigos, a dos hermanos, lidiar con sus propios sentimientos.

Sofía se sentía atrapada en una encrucijada emocional, Aunque sabía que aún estaba enamorada de Chris, no podía ignorar los sentimientos que también había desarrollado por Matt.

Cada vez que estaba cerca de Chris, su corazón latía con fuerza, recordándole la chispa que una vez compartieron. Pero al mismo tiempo, cuando Matt la miraba con esos ojos cálidos y dedicados, Sofía sentía una mezcla de cariño y culpa. Matt merecía a alguien que lo amara con la misma intensidad que él ofrecía.

Esa tarde, mientras estaba sola en su habitación, Sofía reflexionaba sobre la situación. Se miraba en el espejo, cuestionándose a sí misma y sus propios sentimientos. "¿Por qué no puedo simplemente elegir uno y seguir adelante?", se preguntaba en silencio, aun que sabia que esto tampoco era tan sencillo.

Chris, con su encanto y esa chispa de complicidad que compartían desde hace años, continuaba siendo el dueño de sus pensamientos. Pero al mismo tiempo, Matt había construido un lugar especial en su corazón, un lugar que Sofía no quería herir ni abandonar.

Sofía se acomodó en el cómodo sillón, agradeciendo la atención de su hermano al acercarle un delicioso pedazo de pastel, En ese momento, los dos hermanos, Chris y Matt, se acercaron para unirse a Sofía en el salón. El hermano de Sofía, notando su llegada, se apresuró a llevarles a ambos un trozo de pastel. Chris y Matt tomaron asiento frente a ella, y la conversación continuó de manera relajada.

Matt, siempre atento, se puso de pie con la intención de buscar refrescos. Dirigiéndose a Sofía con una sonrisa, preguntó

-¿Quieres de manzana?

Antes de que Sofía pudiera responder, Chris, sin siquiera levantar la mirada de su celular, intervino rápidamente.

-A ella le gusta la Dr. Pepper.

Mientras se alejaba, Sofía no pudo evitar sonreír ante la familiaridad de la situación. Chris, con su atención dividida entre su teléfono y la conversación, conocía sus gustos tan bien como su propio hermano.

Sofía se volvió hacia Chris y le lanzó una mirada juguetona.

-¿Desde cuándo eres mi asistente personal de refrescos?

Chris finalmente apartó la vista de su celular y le dedicó una sonrisa cómplice.

-Desde siempre, supongo. Alguien tiene que asegurarse de que obtengas lo que te gusta.

La risa llenó el espacio mientras Matt regresaba con los refrescos en mano. Sofía agradeció a ambos por su atención.

Sofía observó a Matt mientras se sentaba frente a ella, y no pudo evitar sentir una mezcla de nervios y ansiedad. Mientras comían el delicioso pastel, podía sentir las miradas de Chris y Matt de reojo, y eso le generaba una incomodidad creciente.

Decidió suspirar profundamente y se dejó caer de espaldas en el sofá, intentando relajarse. Cerró los ojos por un momento, tratando de despejar su mente de las complicadas emociones que surgían en ese momento.

La interacción entre Chris y ella había sido siempre especial, pero la presencia de Matt añadía una capa adicional de complejidad. Podía sentir la tensión en el aire y se preguntaba qué estarían pensando los dos hermanos en ese momento.

Mientras saboreaba el pastel, Sofía notó que las miradas persistían. Decidió romper el silencio con una risa nerviosa.

-¿Por qué me están mirando así? ¿Hay algo en mi cara?

-Solo estamos disfrutando de la compañía, Sofía. (dijo matt con calma, aunque su mirada revelaba algo más profundo)

-Eso es todo. Solo disfrutando de un buen momento. (respondio chris siguiendo a matt en la conversacion)

Sofía se acomodó en el sofá, intentando ignorar las miradas intensas. Sin embargo, no pudo evitar sentirse atrapada en una especie de juego silencioso entre los dos hermanos.

La suave brisa nocturna acariciaba el rostro de Sofía mientras contemplaba el cielo estrellado desde el patio. La noche estaba tranquila, y el brillo de la luna agregaba un encanto especial al ambiente. De repente, Sofía notó la presencia de Chris, que se acercaba silenciosamente.

Chris se detuvo a su lado y, sin decir una palabra, dirigió su mirada al cielo estrellado. Ambos compartieron el mismo paisaje celestial, cada estrella brillando en la oscuridad de la noche. Después de un momento, él se recargó en la valla junto a ella, colocándose a un lado.

-La luna está hermosa hoy

-Sí, lo está (respondió, apreciando no solo la belleza del cielo, sino también la compañía de Chris a su lado)

Ambos quedaron en silencio por un momento, absorbiendo la serenidad de la noche. La complicidad entre ellos era palpable, como si las estrellas fueran testigos de su conexión única. Sofía se volvió hacia Chris, capturando su atención.

-¿Te gusta mirar las estrellas? (preguntó Sofía, buscando iniciar una conversación relajada)

-Siempre me ha fascinado. Hay algo mágico en ellas, ¿no crees?.

Sofía estuvo de acuerdo, sumergiéndose en la conversación mientras compartían pensamientos sobre el universo y sus maravillas. La charla fluida y la risa ocasional crearon un ambiente cómodo entre ellos.

La luna continuaba iluminando la noche, reflejando la luz en sus rostros mientras compartían momentos especiales.

 

Cruel Summer | Chris Sturniolo & Matt SturnioloHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin