Heterocuriosa (al peo) | Daerin AU

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La fiesta transcurre increíble para Haerin, se divierte, baila y bebe con sus amigos.

Minji por otro lado se la pasa buscando a Hanni, y en cierto momento, cuando la vietnamita estaba en la terraza, logra llegar hasta ella. La saca a bailar, le coquetea con comentarios poco sutiles y Hanni se deja ser. Terminan yéndose del patio a un lugar oculto que la vietnamita conocía en la casa de su mejor amiga.

Hyein, al fin, encuentra a una bonita chica, baja y tímida que está soltera. Ella era la única sobria, Lee no es de beber pues el sabor es muy amargo y no le interesa. Aún así, no siente vergüenza y se acerca a hablar con la joven que era dos años mayor.

Haerin las mira a lo lejos sonriendo, les toma una foto discretamente y la manda a su grupo de chat. Luego la interrogaría más a fondo.

—Niki, Dios, estás demasiado ebrio, hermano —Sunghoon se frusta, su amigo parecía no reaccionar.

Haerin le golpea una mejilla con fuerza y por fin abre los ojos. Aunque sus amigos estén preocupados por su estado, no pueden evitar reír al verle la cara de desorientado y perdido.

—Le traeré agua, esperen —anuncia Haerin, entrando a la casa para ir hasta la cocina.

Una vez dentro, busca en las repisas un vaso y cuando lo encuentra, no duda en sacar tres y llenarlos hasta el límite. Niki necesitaría un milagro para volver a estar sobrio antes de que sus padres lo vayan a buscar.

La puerta es abierta y Haerin se espanta, botando agua al piso, pero por suerte logra sostener los vasos antes de que caigan al piso y se hagan trizas.

—¡¿Qué haces en mi cocina?! —reclama Danielle, mirándola con ojos acusadores, buscando si había alguien más junto a ella.

—¡Tarada, me asustaste! —deja los vasos en un mesón.

—¿Qué haces en mi cocina? —repite de brazos cruzados.

—Venía por agua, ¿acaso no ves? —señaló el vidrio.

—¿Y quién te dio permiso para entrar?

—Ay, Marsh, no seas infantil. Niki no se encuentra bien y lo estoy cuidando antes de que te vomite la casa. ¿O acaso prefieres eso? —la mayor no responde, rodando los ojos.

Haerin quiere preguntarle a dónde ha estado en toda la fiesta, pues no se la ha topado en ningún instante, pero prefiere quedarse con la duda antes de que la estúpida chica insinúe algo más burlescamente.

—Dani... —un chico apareció por su espalda, notando el ambiente tenso entre ambas, así que solo sonrió incómodo, adentrándose más—. Hey, soy Kyuhyung —saluda educado a Haerin.

Esta alzó una ceja.

—Hola... soy Haerin —luego volteó hacia Danielle, quien permanecía callada y con un sonrojo en las mejillas. Sentía que habían descubierto su sucio secreto, pero la verdad es que no tenía ninguno—. ¿Cómo lo estás pasando? —le preguntó a Kyuhyung, sonriendo con gracia.

Esto sería divertido.

—Bien, creo que hace mucho no iba a una fiesta así —rió, rascando su nuca—. Bueno, yo debo irme, pero un gusto, Haerin —esta asintió, sonriendo también—. Dani... ¿me acompañarás?

Preguntó con duda, pues la muchacha parecía repentinamente muda, sin intenciones de moverse.

—¿Danielle?

—Perdón, sí... vamos...

Desaparecieron de allí y Haerin negó con la cabeza.

—Como sea.