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Seguir yendo a la escuela era una tarea muy difícil, más después de lo que pasó la otra noche, había estado ignorando cualquier contacto visual con Cole, trataba de no cruzármelo por los pasillos, me iba temprano a casa para no verlo en el estacionamiento, Mel me advirtió que si seguía así, iba a enloquecer -y ella también-.

El beso había significado todo para mí y aunque se excusara diciendo que estábamos drogados prefería pensar, aunque fuera una mentira, en que era lo más real de toda mi vida.

—¿Vamos esta tarde a The Lark? —me preguntó mientras entrábamos a nuestra última clase del día—. Hace mucho que no hacemos algo entre las dos.

Tenía mucha razón, ignoraba cuándo había sido la última vez que nos habíamos divertido después de la escuela. 

—Pronto será la feria del condado, ¿iremos? —pregunté, aunque sabía la respuesta.

—Obviamente, ya elegí lo que voy a ponerme. ¿Y tú? —negué con la cabeza, seguro me pondría lo primero que combinara y listo, era una feria—. ¡Entonces vayamos de compras!

—No es mala idea.



. . . . . ╰──╮╭──╯ . . . . .


Recorrimos la mayoría de las tiendas y me terminé mi helado antes de que pudiera conseguir algo que me gustara. Melody me hacía probarme cualquier cosa, hasta ropa que ni siquiera iban con mi personalidad, a ella le divertía mucho esto y a mí me hacía feliz compartir con ella.

—Este me gusta —dije refiriéndome a un vestido blanco que me llegaba hasta un poco más abajo de la mitad del muslo.

—Es perfecto.

—Eso dijiste de los trescientos vestidos que me probé —ella me lanzó con una camisa que habíamos apartado.

—Ya, en serio. Ese vestido te queda bellísimo —lo miré una vez más en el espejo, la imagen que me devolvía era de una chica dulce y alegre.

—Creo que no ayuda a mi imagen de chica misteriosa que estuve perfeccionando por años.

—Jamás lograste esa imagen, para que lo sepas —dijo terminado su batido de vainilla.

Al salir de esa tienda nos topamos con Erin, también llevaba algunas bolsas de compras, pero estaba sola, después de lo de la fogata no la habíamos vuelto a ver con Olivia.

—Hola, Cat —me saludó amablemente.

No había hablado con Erin desde que ella estaba con Cole, no poque le tuviera envidia, ella se había alejado y siempre nos saludábamos con la mirada, como si nos pudiéramos comunicar por telepatía. 

—Escuché lo de Rayan. Lo siento.

—Gracias. Fue una semana difícil —ella me dio una mirada de compasión—. Lo siento por lo de Cole.

—No es nada, ya era tiempo de que abriera los ojos. Tal vez es tiempo de que hagas lo mismo.

Si tan solo fuera así de fácil, me dije.

Erin lo había abandonado, se cansó de que le mintiera y la ignorara, ella se merecía a alguien mejor. Tal vez fue más lista que yo, pudo soltarlo antes de terminar más lastimada, pero ya era un poco tarde para que yo soltara a Cole.

No le conté a Mel lo de la otra noche, que Cole había llegado drogado a casa, pero si le conté lo que pasó la noche de la gala. Ella dijo que, si necesitaba tiempo para pensar las cosas, estaba bien que me diera mi espacio, pero si me hacía mal estar lejos de Cole debía enfrentarlo. Dije que lo resolvería la próxima vez que lo viera.

¿Sólo Amigos? | Cole Walter |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora