Capítulo 7: cronostasis

261 42 2
                                    

Narra Yuji Itadori

- Oe, mocoso, despierta de una asquerosa vez.

Esa voz sigue resonando en lo profundo de mi ser. No sé con exactitud dónde estoy ni cuánto tiempo ha transcurrido, pero sigo teniendo tanto sueño...

- Eres un maldito inútil, mocoso. Te lanzas a salvar a las personas sin estar dispuesto a pagar el precio que corresponde.

¿Su- Sukuna?

Intento hablar, pero es inútil. Entonces, comienzo a sentir una fuerte presión en la zona de mi garganta que me impide respirar con normalidad. La presión es intensa y el sentimiento de muerte se impregna a mis sentidos como un líquido viscoso. Mi cuerpo se retuerce queriendo encontrar una manera de zafarse de la presión, pero es imposible.

- Despierta o morirás por ser un estúpido.

Trato de mover mi cuerpo aun con la convicción de tener todos los huesos rotos, intento hacer algo por mí mismo, pero nada resulta. Tengo la sensación de estar atado por miles de cadenas al suelo o donde quiera que esté. Solo cuando presiento que estoy a un paso de la muerte, una energía latente comienza a arder en mi interior y logro abrir los ojos. La luz que se cuela por mis pupilas me aturde y hace que me duela mirar; por eso, no es hasta que mi visión se adapta a los cambios, que los abro por completo.

Sukuna me sostiene por el cuello y me tiene alzado unos centímetros por encima de él. Parece estar esperando. Cuando ve que estoy por preguntar qué significa mi situación actual, me lanza con fuerza al suelo y caigo sobre una pila de huesos y cadáveres.

Toso mientras intento recobrar el aire. Ya debería estar acostumbrado a parecer débil frente a él, pero me importa un carajo lo que piense. No pretendo doblegarme otra vez.

- ¿Para qué me llamaste aquí? -pregunto con seriedad mientras intento dificultosamente levantarme.

Desde lo alto de su trono, justo en el templo de su extensión de dominio, me mira con desprecio.

- Tsk, no seas arrogante, rata inmunda. -proclama sin inmutarse tanto-. Te dejaste vencer por una maldición qué ni siquiera valía la pena el esfuerzo.

¿Vencer?

- ¿A qué te refieres? - pregunto un tanto exaltado-. No recuerdo haberme enfrentado a ninguna maldición.

Sukuna, que permanece sentado en su trono, bosteza y de golpe hace retumbar el lugar.

- ¿Me estás llamando mentiroso? -su voz es tan fría que haría temblar hasta el peor asesino.

Niego con la cabeza.

- Estoy diciendo que no recuerdo nada.

Suspira.

- Han pasado cincuenta años desde que te dejaste atrapar por la técnica maldita del blanco que tú y el maldito de pelo blanco fueron a investigar.

¿Qué mierda?

- ¿Cincuenta años? -cuestiono anonadado-. Eso no puede ser, no te creo...

Por instinto miro mi cuerpo y me muevo como suelo hacerlo, y no siento nada fuera de lugar con excepción de un terrible dolor de espalda y cuello.

- No pienses que porque luces igual, lo que te digo no es válido. Justo antes de que fueras atacado, puse un contrahechizo que rompió los efectos del paso del tiempo en ti.

- Sería la primera vez que harías algo de esa magnitud por mí -contesto-. ¿Por qué lo hiciste?

Sus ojos carmesíes destellan con intensidad, como si estuviese esperando el momento adecuado para soltar el infierno que lleva en su interior.

Infinito || GoYuuWhere stories live. Discover now